AVATAR

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La nueva película de James Cameron después de su largo silencio tras Titanic es Avatar y, entre todos, llevamos tiempo anunciando que este puede ser el primer paso para que la industria del cine salga del atolladero donde está metida. Para ello, nos piden que nos pongamos unas gafas con cristales polarizados y sincronizados con nosequé demonios de aparato tras la pantalla, nos comportemos con la misma sopresa que un niño que va por primera vez al cine y paguemos una entrada significativamente más cara.

Saber que vas a plantarte frente a 150 minutos de metraje en una historia de aventuritas y disparos no augura nada bueno. Todo y así, la importancia histórica que tiene el film lleva a la gente en masa a las salas para verla. Y sé que este post no va a frenar a nadie, pero debo advertiros; Avatar no merece que le demos tanta cancha.

avatarLa historia es la de un marine paralítico enviado a Pandora, un planeta lleno de preciosos bosques, para que la miserable raza humana pueda llevarse un mineral carísimo. El problema es que, para ello, habrá que expulsar de sus territorios a unos adorables seres azules que viven en comunión con su territorio. Gracias a una innovadora tecnología, al marine lo duermen y lo  «sincronizan» con una especie de réplica de humanoide azulillo adorable para descubrir su punto débil y, así, negociar su éxodo.

Dicen que el pobre Cameron se ha tirado 10 años desarrollando este proyecto. Y digo pobre porque debe ser terrible dedicar tanto tiempo de tu vida para acabar pariendo un guion tan malo. Los vacíos son un continuo, las historias están muy mal trenadas y la densidad de tópicos por metro de película ralla la saturación.

En muchos momentos del film lleva la historia a un punto del que sólo puede salir incluyendo un elemento ajeno a la historia. Es lo que en guion se conoce como Deus ex machina y es algo de lo que hay que huir como de los humanos en esta película. Sólo puedo comprenderlo desde la autocomplaciencia y asumiendo que él sabía/creía que la gente estaría más preocupada por la fotografía que por lo que le están contando. Y supongo que razón no le falta cuando buena parte de la sala se ha puesto a aplaudir de forma espontánea cuando se ha acabado.

Para acabar de cerrar el círculo, los personajes son planos y hace una especie de metáfora lamentable proecológista y pseudomística más acorde con el discurso de un niño de 5 años que el de una persona adulta.

Sí, sé que estáis esperando que hable del 3D. ¿De verdad es tan innovador? Para mi, si y no. Hasta ahora, los films rodados en 3D han tenido muy en cuenta esta tecnología. Lanzaban cosas al espectador para asustarlo y evitaban ciertos movimientos de cámara para no marearlo. Hay que reconocerle a James Cameron que ha roto con eso, ya que el diseño de producción mucho más parecido al de un film «normal». Contrariamente a lo que pudiera parecer, eso ha realzado la técnica porque la ha dotado de una cierta libertad.

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Es cierto que el fim marea un poco en algún momento y que la tecnología requiere algunas mejoras para que el 3D funcione como debería. Pero hay que reconocer que algunos planos son sencillamente espectaculares y te hacen sentir que vives una experiencia única.

Dicho lo cual, y aunque no voy a entrar mucho en materia, uno tiene la impresión de que el uso que se hace de la fotografía es idéntico al que se le ha dado hasta ahora; dar sensación de tridimensionalidad. Yo me pregunto si, cuando el propio formato ya lo proporciona, hace falta que la luz lo refuerce o merecería la pena centrarse en el área más psicológica del asunto.

Pero, ¿compensa todo ello el pago de la entrada? Formularé la pregunta de otra manera para «naturalizar» el análisis. Si el público llevara 20 años viendo cine en 3D, ¿le parecería suficiente la estética visual para pagar su entrada? Yo creo que no, en absoluto. Al film de Cameron sólo le aguanta la novedad (aunque ya dijimos que no lo era tanto). De lo contrario, sería (de hecho, és) una más del montón.

Entiendo que la gente quiera conocer de primera mano de qué narices estamos hablando. Así que no sé si la recomendación debería ser «no vayáis a verla». Quizás en este caso merezca la pena perder el tiempo con semejante sandez. Pero para aquellos puristas que quieran una historia de verdad y que el 3D les venga un poco a la fresca, es más que evitable.

Los que no la hayáis visto, os recomiendo no seguir.

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Parto de la base de que visualmente, aunque con el paso del tiempo la veremos como muy primitiva, hoy por hoy, es increíble. No voy a incidir más ello porque lo doy por hecho. Prefiero centrarme en la historia y (lo siento si hiero sensibilidades) su pésima ejecución.

La historia empieza con el protagonista viéndose obligado a sustituir a su hermano, un ciéntifico. Cuando la estás viendo te dices; primer conflicto de la historia. Hermano violento vs. hermano pacifista. Y además, al hermano se lo han cargado para que, cuando se entere el prota, pille un cabreo de los buenos. Y nada. Es sólo para justificar que le den el trabajo a un paralítico que estará encantado de gastar las piernas del humanoide azulillo adorable.

A ver James, guapito de cara. ¿A ti no te han contado que las pelis de 2 horas y media se hacen largas si no hay mucha chicha? ¡Para qué narices pierdes el tiempo si no vas a utilizarlo en la historia!

No es el único vacío de guión. De hecho, en la primera media hora he contado 4, imposible que los recuerde todos. Por ejemplo; A Jake lo pillan los humanoides adorables y deciden salvarlo porque así podrán sacarle información. ¡Bien! Son listos estos humanoides adorables. ¿Y qué hacen para sacarle la info? ¡Le enseñan todos sus secretos y le hacen todo el curso iniciático para formar parte de su comunidad! Todo con mucho sentido…

También me encanta la forma que tienen de conectarse a la naturaleza. Es todo muy místico… Básicamente tienen un cable que les cuelga del cerebro en forma de coleta y con pinta de fibra óptica que se engancha a lo que quieras. En el fondo, todo es como una especie de computador. Si se tratara de una película para niños de 5 años lo entendería. Para gente adulta, es tratarla de estúpida.

Y hay más momentos desprecio-a-la-inteligencia-del-respetable. El más destacable es una de las peores voces en off de la historia del cine. Cuando Jake tiene que montar a esa especie de dragón alado con mala leche, hace falta una voz explicativa de lo que va a hacer y por qué. En otras palabras; que mientras Cameron ha perdido el tiempo en la estupidez de los hermanos gemelos, le ha faltado para explicarnos sin necesidad de alguien que lo aclarara cómo y por qué monta el bicho de marras.

La lista de flaquezas es enorme y no me extenderé más para que, los pocos que habéis llegado hasta aquí, acabéis el post. Si este ha de ser el modelo del 3D van a pasar dos cosas; que Disney se va a forrar haciendo las pelis con los personajes de la Marvel, y que mi bolsillo va a estar encantado de la vida porque voy a ver muy pocas películas que requieran gafitas.

El 3D no es tan innovador

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Con el espíritu rebelde que me caracteriza, justo hoy, día del estreno de Avatar, quiero recordar que esta tecnología es más vieja de lo que podamos imaginar.

La primera película en 3D se llama Jim the Penman (Jim, el oficinista) y data de… ¡1915! Se trata de un cortometraje y venía acompañado de otros 2 que no eran de ficción; uno sobre la américa agrícola y otro sobre las cataratas del Niágara. Ya sé que la fecha en si misma impresiona pero lo hace todavía más si tienes en cuenta que es el mismo año en el que se estrenó Nacimiento de una Nación de David H. Griffith, que está considerada la primera película tal y como hoy las entendemos.

El primer largometraje no llegó hasta 1922 con The power of love (El poder del amor), y la primera película 3D hablada sería una película italiana, Nozze vagabonde (Bodas vagabundas) de 1936.

Es curioso porque en los años 50 hubo un boom muy fuerte con el 3D tras el estreno de una película de bajo presupuesto llamada Bwana Devil y que llevó a un montón de salas a equipar la tecnología en sus salas. La realidad es que duró poco. Después de este estreno en el 52, se realizaron 27 películas en el 53, 16 en el 54 y 1 en el 55.

Si queréis profundizar un poquito más, podéis leer este artículo en inglés, que da algunos detalles más de estas películas.

Censura y prepotencia

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Llegas un día a casa, con ganas de salir y le planteas a tu pareja ir al cine. ¿Por qué no ir a ver 2012? Parece que debe ser entretenida. 150 minutos de explosiones y ciudades destruídas. Coges a tu hijo de 10 años y, cuando llegas a la sala, te encuentras con que hay un cartel en el cine; «Esta película no está recomendada a menores de 13 años». Vaya, ¿y ahora qué hacemos?

¿Te has preguntado alguna vez quién hace esas calificaciones? ¿Quién decide si una película es o no apta? Pues se trata de un grupo de 6 personas que ejercen de tribunal. No son expertos en cine sino gente «que representan al espectador medio». Así, es un tribunal de «gente normal» que se renueva cada 2 años.

A esos «espectadores medios» les dan una lista diciéndoles que las pelis se pueden calificar de 4 maneras (apta para los públicos, no recomendada a menores de 13 años, no recomendada a menores de 17 y X, en las que se incluye pornografía y apología de la violencia). Y entonces vienen 6 tipos y ellos solitos en base a unos criterios muy subjetivos, deciden qué calificación debe recibir un film a modo de orientación, menos en el caso del X, que exige proyectarla en cines muy concretos. De hecho, sólo hay 8 en toda España.

Todo esto viene al follón que se ha liado con la sexta entrega de Saw. Resulta que después de que nos hayamos tragado los 5 primeros episodios de esta saga, los miembros del consejo de calificación de la ICAA (Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales) se reunió para decidir qué calificación darle. Uno no fue. Debió de dolerle la tripa antes de salir de casa. De los 5 que fueron a verla, una debía ser una ama de casa acostumbrada a cine de barrio y le escandalizó los litros de sangre por centímetro de celuloide. Otro pensó que sus hijos, después de ver el film, podían acabar cogiendo una catana y diseccionarle a él y su mujer en pedacitos. El último, debió ser un defensor de la moral al que le parecía perverso.

Sea como fuere, 3 de los 5 miembros decidieron calificarla X. Y así es como el criterio de 3 personas «representativas» del país han decidido la práctica censura no de la primera, ni de la segunda, ni de la tercera entrega. No. Ha sido la sexta. Hemos necesitado 6 películas para ver la apología de la violencia en el film.

Así, podríamos pensar que de las 300 copias que hizo la distribuidora, 292 se quedarán en las estanterías de algún almacen. ¡Se equivocan! Porque las salas X ya funcionan con DVD, así que probablemente todas las copias se quedarán para criar polvo.

Está muy bien que nosotros, que contínuamente nos sentimos justificados para acusar de mojigatos a los americanos porque censuran escenas de films. Y entonces les explicamos cómo han de hacer las cosas para ser contemporáneos. En realidad, no lo hacemos sólo con el cine, sino que les explicamos qué modelo sanitario deberían tener o qué relación establecer entre religión y educación, etc. etc.

No es la primera vez que hacemos un ridículo espantoso de este tipo. Recuerdo que no hace mucho prohibimos una película que se llamaba «Fóllame» (ese es el título que le dimos nosotros, la original se llamaba bésame), que es cierto había mucho sexo explícito pero que hubiera tenido una carrera comercial de pena porque era mala de narices y, en cambio, fue mucha gente a verla.

¿De verdad hace falta alguien que califique las películas? ¿Los que fueron a ver la máscara no sabían que era una comedia? ¿Quién acaba en la Huérfana esperando una película de amor? ¿Cuánta gente de más de 20 años fue a ver Mentiras y gordas? Insisto como he dicho otras veces, la gente no es tonta. No necesita que nadie le diga qué han hecho pensando en él y qué no.

En vez de ser tan prepotentes e ir dando lecciones por el mundo, quizás podríamos fijarnos en nosotros porque puede que descubramos que ni somos tan modernos ni tan abiertos como creíamos.

Por cierto, si a alguien le hace ilusión ver la calificación de las pelis que ahora hay en carterelera, puede verlas aquí.

Películas de Noviembre de 2009

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Con algo de retraso llega el post sobre las pelis de noviembre de este año. Realmente, no ha sido el mejor mes de este año pero también hay que reconocer que otros meses han contado con la ventaja de que me tragué un buen puñado de obras maestras (en especial, musicales para poder hacer el especial). Eso sí, no ha sido ni mucho menos, un mes perdido;

La recomendación es una de las pelis que hicimos en el XISC; Vals con Bashir. Se trata de un espectacular documental sobre la guerra entre el Líbano e Israel. Pero, en vez de optar por la solución clásica, han hecho una animación. La propuesta es muy expresionista y te somete a una lluvia de emociones. Es, sin duda, una de las propuestas más inteligentes que he visto en tiempo.

El peñazo a uno de esos clásicos a los que me sometí para poder hacer con conocimiento de causa el especial sobre musicales; Fiebre del sábado noche. Como ya me olía, es una de esas pelis que he evitado toda la vida. Ya sólo la portada me daba grima. Una vez vista, es un auténtico acto de masoquismo desaconsejable para cualquier alma que precie su tiempo.

La sorpresa se la merece 500 días juntos. Cuando vi los carteles por primera vez pensé que sería la típica comedia romántica con la que no pierdo ni un minuto. Pero empecé a escuchar buenas críticas y algún amago de compararla con Once. Prefiero el musical, pero hay que reconocer que la nueva está muy bien. Tiene un discurso desenfadado y gamberro que engancha.

El clásico a un peliculón musical; música y lágrimas, un biopic sobre Glen Miller protagonizado por James Stewart. Me acuerdo que la primera vez que la vi era un niño y cogí un cierto cariño a la música de Miller, al que apenas conocía.

Por último, la película del XISC debería ser Vals con Bashir, pero como ya la he destacado, tengo un problema porque el resto no me han entusiasmado. Si me tengo que quedar con una, tomaría Esto es ritmo. Se trata de un documental sobre unos chicos de un barrio complicado que forman un grupo de baile. Es un documental muy tramposo y con un punto de vista que no comparto en absoluto. Pero tampoco es un desastre y hay que reconocer que tiene elementos interesantes.

Ya veremos qué nos espera en el mes de diciembre, aunque el arranque ha sido espectacular con In the loop y Un puente lejano. Ya os contaré cómo me ha ido.

IN THE LOOP

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El Secretario de Estado británico para el desarrollo internacional, Simon Foster, está en contra de su país y Estados Unidos  hagan una alianza con el fin de atacar a un país de oriente medio. Sin quererlo, hace unas declaraciones que se interpretan como favorables, cosa que agrada al primer ministro británico y al presidente de USA. Así, unos y otros, harán todo lo posible por aprovechar esta posibilidad que les ha abierto.

No llevaba ni un minuto de película que In the loop me transportó a aquellos magníficos thrillers políticos de Otto Preminger.  Con un ritmo trepidante te lleva a una crisis política de las de verdad, donde hay en juego muchas cosas. Donde los intereses de muchos confluyen y chocan con tal virulencia que te salpican en la cara. Donde no siempre queda claro qué postura es la más adecuada.in-the-loop-movie

No recuerdo en los últimos años más que un film con ciertos aires similares; Spy Games y, eso sí, una gran serie; El ala oeste de la Casa Blanca. Son películas donde la tensión se vehicula a través de un diálogo sagaz y rápido. Donde se trata al espectador como una persona adulta capaz de ir más allá de los diálogos sacando conclusiones no necesariamente obvias.

Pero todo ello viene acompañado de un sentido del humor mordaz, que da dentelladas de tiburón a la política globalizada que, unas veces gozamos y otras nos somete. El público se ríe, disfruta viendo a unos políticos que, más allá de estar caricaturizados, resultan cómicos por lo creíble de su descripción.

El director, Armando Iannucci es un desconocido en nuestro país, aunque toda una celebridad en el Reino Unido. Por eso vale la pena dar algunos detalles de su forma de trabajar. El gran reto que se propone el director es que los actores aporten a la obra gran parte de su talento. Para ello casi les exige la inclusión de morcillas (frases improvisadas) e, incluso, propone réplicas a un actor sin avisar a su partener del cambio, de manera que el segundo queda sorprendido y no tiene más remedio que buscar una respuesta adecuada al personaje.

Todo ello, que al principio parece impresionar a los intérpretes, ha dotado a la narración de una velocidad y un verismo muy difíciles de ver en la gran pantalla. Iannucci ha conseguido que sus actores y actrices (James Gandolfini, el protagonista de Los Soprano, Peter Capaldi, haciendo las veces de un malhablado asesor presidencial, Mimi Kennedy o Anna Chlumsky, la niña de aquellos enormes ojos verdes de Mi chica ahora ya con casi 30 años, entre muchos otros) hagan un trabajo excelente.

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In the loop es, por tanto, una película ante todo de actores. Por ello, os recomiendo que vayáis a verla en versión original o perderéis buena parte de la esencia de su trabajo. Ya expliqué los por qués de esta decisión. Aunque es cierto que, si no entiendes el idioma, hablan muy rápido y, en varios momentos de la película, se pisan. Los subtítulos corren y hay que estar muy atento.

Aunque la historia tiene inspiración evidente en el inicio de la guerra de Irak, no habla de ninguna guerra en concreto y tampoco hace aparecer los presidentes ni habla de su partido político. De manera que nadie puede sentirse ofendido por lo que está viendo a la vez que los critica a todos. Ese es, para mi, uno de los mayores aciertos del film.

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En definitiva, In the loop es una de las mejores opciones, más inteligentes y divertidas de cuantas hay en nuestras salas. No dejéis pasar la oportunidad de verla u os arrepentiréis con el tiempo.

DONDE HABITAN LOS MONSTRUOS triunfa en USA

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Parece que la nueva película de Spike Jonze está triunfando en USA. He podido leer que lidera la taquilla y que sólo en la primera semana pudo recoger cerca de 12 millones de dólares. A pesar de no haberla visto, a pesar de no saber hasta qué punto Jonze ha tenido que adaptarse a las leyes del mercado, a pesar de sólo poder basarme en la experiencia de dos títulos, estoy encantado con la noticia.

Spike Jonze sólo ha dirigido dos largos hasta el momento con guiones del cualquier-adjetivo-que-ponga-se-queda-corto Charlie Kaufman; Cómo ser John Malkovich (1999) y El ladrón de horquideas/Adaptation (2002) y un montón de vídeos musicales en general de música de vanguardia (como The Chemical Brothers o Björk) o grupos como REM.

En este caso ha coescrito también él el guión y ha contado con una plantilla de actores muy potente y popular; Mark Ruffalo (A ciegas), James Gandolfini (Los Soprano), Forest Whitaker (El último rey de Escocia) o Chris Cooper (American Beauty) son algunos ejemplos. La historia es la de un niño desobediente que recrea un mundo con criaturas fantásticas y que siguen las reglas que él marca.

No soy muy dado a preocuparme demasiado por lo que yo suelo llamar el «corazoneo» del cine y eso suele implicar que no me entero de los follones que algunos directores y actores/actrices tienen entre ellos y con la industria, ya sea por amoríos o por dinero. En este caso, me he enterado de que el bueno de Spike trabajaba con un presupuesto algo elevado (80 millones) y sus «locuras» creativas han puesto cardíaco a algunos directivos de la Paramount.

¿Es una buena noticia que uno de los estandartes que le quedan al cine indie se preste a hacer un film con un gran presupuesto? Vaya por delante que no soy un fanático de las historias de fantasía. Dicho lo cual, soy muy consciente de que, cuando un director que se ha dedicado a hacer independiente se pasa al lado de las grandes producciones, suele parecernos que se estanca a los que nos gusta más un cine de vanguardia.

Así, ¿estamos ante el peligro de perder a un talento engullido por la industria? Aunque no sé qué opinaré de las películas que haga a partir de ahora, 2 reflexiones;

1º/ Que un director que ha demostrado una enorme capacidad de jugar con los elementos narrativos haga un film que interese tanto al gran público es una enorme noticia. Por poco que le hayan dejado hacer, Jonze seguro que ha incluído elementos de su cine, de su forma de ver las cosas. Y eso ayudará a que el gran público «entienda» las claves de las nuevas narrativas de las que tanto Spike como su amigo Michel Gondry (Olvídate de mi) han aplicado con tanto criterio.

2º/ ¿Es que no se trata de eso? Hasta ahora siempre ha pasado lo mismo. Una serie de creadores reinterpretan los modelos narrativos, interesan  sólo a un pequeño grupo de espectadores (porque son los únicos que les entienden), el mainstream acoge parte de esos valores y pasan a formar parte de lo que entendemos como narrativa clásica. ¿No son Los Simpson un ejemplo de eso? ¿Y Star Wars? ¿Alien: el 8º pasajero? ¿Los 400 golpes?

Las nuevas narrativas acaban siempre asumidas por parte de la gran masa y yo creo que, en cierto modo, eso es lo que da un nuevo espacio, a su vez, a nuevos creativos que vuelven a dar un paso adelante en la narración. Si hablamos de cine norteamericano, lo que se produce en los márgenes del sistema acaba siendo una cantera para futuras grandes producciones que, al ser asumidas como «normales», generan un nuevo espacio para crear.

¿Qué oportunidades deparará su movimiento a nuevos creativos que nos propongan nuevas formas de ver historias? Y sobre todo, ¿qué nuevas sorpresas nos deparará Spike Jonze? Desde luego, conmigo puede contar con mi entrada de Donde habitan los monstruos.