«The Assistant» de Kitty Green

Julia Garner interpreta a una secretaria junior que trabaja para un gran magnate del mundo del cine. Ella sueña con convertirse en una productora. Sin embargo, su sueño puede tener un precio alto. A través de una de sus largas jornadas laborales, descubrimos con ella los indicios que apuntan a que su jefe es un depredador sexual.

Inspirada en el famoso caso de Harvey Weinstein, Kitty Green dirige un relato sutil, donde casi todo lo relevante sucede por elipsis. Parece como si tratara de construir la antítesis de los macguffins de Hitchcock. Cada pequeño objeto y cada silencio es significante y aporta un pequeño detalle para reconstruir a un depredador. Son estas nimiedades las que describen a un personaje que se mantiene siempre fuera de campo.

Esta propuesta, bien ejecutada, impulsa la película hacia un guion con mucha materia prima para su actriz protagonista. Precisamente la falta de texto pone el foco en el juego expresivo y Garner lo desarrolla con solvencia. Situaciones cotidianas y conversaciones intrascendentes las aprovecha para mostrar cómo aumenta su desasosiego a cada nueva revelación. Todo ello no hace más que remarcar los diálogos que sí son fundamentales para empujar la historia. Rebosan de dramatismo y complejidad. Es muy notable la escena donde ella expresa sus impresiones a un ejecutivo.

La fotografía, muy naturalista, pero, a la vez, muy subjetiva, se alinea con el punto de vista de la aspirante a productora. La banda sonora es acertadamente inexistente. Historias así no necesitan subrayar lo que ya es, de por sí, dramático y real.

“The Assistant” pone sobre la mesa un retrato con el que explorar los déficits que nuestra sociedad aún tiene por resolver para ser igualitaria.

Estiu 1993

Estiu 1993

Algunos directores y guionistas hacen enormes esfuerzos por explicar historias naturalistas. Quieren reproducir la vida sobre un celuloide. Ha sido el motor de algunos de los más inspirados movimientos cinematográficos de la historia, como el realismo poético francés, o el neorrealismo italiano. Cada uno con sus formas propias, deseaban ser fieles a la realidad y, pasada por la mirada del creador, hacer emerger lo poético. Hoy en día, sigue siendo uno de los faros que, paradójicamente, lleva a más realizadores y realizadoras contra las rocas. Confunden lo realista con lo trágico y lo sutil con lo insustancial. Y la tragedia, en este caso no la del relato, se consuma.

«Estiu 1993» tiene todos los ingredientes para acabar chocando con esas mismas rocas llenas de buenas intenciones y excesos de autoestima. Basa la historia en las vivencias de la realizadora, la protagonizan dos niñas muy pequeñas y no tiene ninguna intención evolucionar a través de la acción. Es muy probable que sea la combinación de estas decisiones tan arriesgadas la que hace al filme tan mágico.

Si dirigir actores es difícil, dirigir niños está casi prohibido. Laia Artigas, Frida en la película, y Paula Robles, con apenas 4 años interpreta a Anna, no se comportan como dos personajes sino como dos niñas reales. Juegan como juegan las niñas, tocan como tocan las niñas, ríen y lloran como ríen y lloran las niñas. Juegan felices y, de repente, algo explota y pasan al llanto, o a la inversa. A este nivel sólo se puede llegar mediante la improvisación. El riesgo es que las niñas no digan aquello que es necesario que digan para que la trama fluya, algo que no pasa jamás. Algunas escenas son increíblemente largas y, a pesar de ello, las niñas hacen lo que la historia requiere con esa naturalidad.

La directora, Carla Simón, sube la apuesta manteniendo casi con rigor total el punto de vista de Frida. Los padres (Bruna Cusí y David Verdaguer) parecen decorado en muchos momentos. Sobre todo al principio, cuando Frida aún no está familiarizada con ellos. Sus conversaciones son esa especie de rumor que los niños apenas atinan a entender pero del que, en cambio, captan la emoción a la primera. Los planos, a ratos, son casi subjetivos. Las conversaciones entre los «mayores» condicionan los comportamientos de Frida, pero el espectador casi nunca los recibe de forma explícita, como suele suceder. Como ella, cazas palabras, frases, tonos, emociones. Lo demás, lo reconstruyes.

Cuando acabó la película, que tuve la oportunidad de ver en Xiscnèfils, hubiera querido ir a dar las gracias a todo el equipo que participó. Pocas veces me han hecho vibrar tanto con un relato tan cotidiano. Recuerdo una emoción muy parecida en la trilogía Antes de amanecer, o en La soledad. Son películas en las que uno se reconoce porque son capaces de captar lo esencial de lo que sucede y vestirlo en un cuadro hiperrealista.

Transmitir verdad es un bien preciado, perseguido por muchos. Simón ha conseguido con creces mostrar los rincones de su historia sin darlos de forma obvia. Nos lleva al mundo interior de Frida, a nuestra psicología más infantil. Quizás ingenua, pero compleja.

El hijo del otro

 

El hijo del otroCon el telón de fondo del conflicto palestino israelí, «El hijo del otro» explica la historia de dos familias (una palestina y otra israelita) a las que, por error, el día del nacimiento les intercambiaron los hijos. El error se descubre cuando los niños ya son casi adultos, lo que provoca un verdadero terremoto emocional de difícil aceptación para unos y otros.

A priori es una historia donde lo fácil hubiera sido crear personajes con posiciones muy extremas con el objetivo de acrecentar el conflicto. Esas soluciones, que predominan entre los films que acostumbramos a ver, tienden paradójicamente a amplificar mucho el conflicto a costa de perder en credibilidad y potencia. La directora aprovecha el conflicto real, que es enorme. Más allá de los muertos, hay muchos elementos que lo escenifican a diario. Por ejemplo,  las colonias o, sobre todo, los enormes muros construidos no sólo tienen una función «práctica» sino simbólica. De una fuerza enorme.

Evidentemente, el film las utiliza. En algunos casos fuera de cámara, como los bombardeos. El esfuerzo de la directora de la película, Lorraine Lévy, parece concienzudo en evitar que nos despistemos de lo esencial; nuestra vinculación a un imaginario que es, esencialmente, arbitrario. Por eso, en mi opinión, opta por no mostrar bombas. Prefiere explicarlas. Y en entornos cotidianos.

¿Qué es lo que hace que un hijo sea un hijo? ¿Cómo establecemos los lazos con «nuestra gente»? ¿Por qué amamos a la gente que amamos? ¿Cómo condiciona la educación que nos dan a nuestra percepción del mundo? ¿Qué ideas son las esenciales en lo que respecta a relacionarse con los demás? Una frase de Joseph, el niño que se ha criado en la familia judía, describe a la perfección el conflicto latente: «¿Cambiaré mi Kipá por un cinturón de explosivos?».

Obviamente Lévy no puede evitar darnos su punto de vista. Ella ha sido educada en el judaísmo pero es evidente que tiene una visión crítica sobre cómo se está comportando el semitismo. Lo que no hace es proponer una lectura plana; de buenos y malos. Al contrario, se preocupa de dar profundidad al conflicto a través de las circunstancias de los personajes.

El propio argumento ridiculiza, en cierta manera, las posiciones extremas. La propia pregunta del film podría formularla un niño: ¿Qué harías si tu hijo fuera, en realidad, hijo de tu enemigo? Es cierto que, en algunos momentos, el film tiene alguna traza naif, lo que aprovecha para hacer evolucionar a los personajes más extremos. Es quizás el aspecto menos brillante, pero no llega a manchar el resto del trabajo.

Por otro lado, en algunos momentos abre algunas subtramas que no llega a concluir del todo. En realidad, son tramas muy secundarias que, en la mayoría de los casos, ya han hecho su función narrativa cuando las abandona. Pero algunas las abre sin que aporten gran cosa y el hecho de que no las concluya genera un cierto sentimiento de insatisfacción. Al menos en mi.

Viendo el film me llamó la atención la estructura del relato. Habitualmente, en las historias que arrancan en paralelo, nos muestran su evolución de forma cronológica. Suelen ser montajes en paralelo. En este caso, esto no es del todo así. Es cronológico, sí. Pero Lévy casi propone una especie de montaje secuencial en paralelo. Por ejemplo, al empezar la narración, no nos presenta a la familia palestina hasta muy avanzada la trama. Cuando ya es imprescindible. Y, en muchas ocasiones, cuando le da protagonismo a una de las familias, no tiene prisa en recuperar lo que está pasando en la otra.

No buscar entre los excesos suele rendir en favor de las historias que los guionistas y directores buscan explicar. Lévy acierta en el tratamiento de una historia con muchas aristas y, a la vez, muy humana. Dos ingredientes para un cocktail emotivo y con múltiples lecturas.

12 años de esclavitud

 

12 años de esclavitud

Situada en el s. XIX, narra la historia de un violinista negro libre que es raptado y vendido como esclavo. A lo largo del tiempo tendrá varios amos, que le tratarán de forma diferente.

En estos momentos, todas las quinielas apuntan a que el film de Steve McQueen es una de las firmes candidatas a los Oscars. Desde luego, tiene algunas de las características necesarias para llevarse la estatuílla a casa. Supera las dos horas y el tema del film es un drama sobre un tema trascendental. Pero además, la película está muy bien explicada; buen guión, buenas interpretaciones y un fantástico montaje y banda sonora.

De McQueen ya tuve la oportunidad de ver Shame, un film que me impactó por algo que también detecto en este film; un profundo y delicado sentido del ritmo. El avance de la trama se produce casi sin que el espectador sea consciente. Lento pero imparable. Sin asperezas. Para conseguirlo, se apoya en un guión muy cuidado, con una extraordinaria capacidad de introducir elementos a los que apenas se le da importancia pero que dan mucha profundidad a los personajes y que nos dan señales de su evolución.

El enorme esfuerzo que hace el guión viene acompañado de una banda sonora a la que da uso sólo cuando es necesario. Todo ello le permite acentuar algunas de las escenas. Además, no es la típica banda sonora de películas sobre la esclavitud. Combina el sonido épico típico de estos films con algunos elementos más contemporáneos para los momentos más críticos.

En algunos momentos la acción se suspende para reforzar la dureza de la secuencia. En mi opinión, es un acto de valentía en una época en la que todo ha de ir muy deprisa.

Todo desemboca en un final brillante por su sencillez, por su potencia sin caer en el exceso de elementos. No es sólo que la escena esté perfectamente realizada, sino que el espectador llega al clímax con las emociones a flor de piel. La película, con mucha inteligencia, sólo le da un último empujón.

12 años de esclavitud

Para el papel protagonista, Steve McQueen ha confiado en Chiwetel Ejiofor, que está brillante. También le da un papel muy importante al protagonista de sus 2 anteriores films, Michael Fassbender, y aparece toda una lista larga de actores conocidos; Benedict Cumberbatch, Paul Dano, y sobre todo, Paul Giamatti y Brad Pitt, también productor.

Después de ver 12 años de esclavitud, no hay duda de que el británico Steve McQueen se ha consolidado como uno de los mejores directores del momento. Y un firme candidato a muchos premios.

El gran Gatsby

El gran Gatsby

Baz Luhrmann es un director que no deja indiferente. Todos sus films son grandilocuentes, excesivos, de un barroquismo visual atrevido y muy rico en detalles. Le conocimos con Romeo + Julieta de William Shakespeare, donde encontró la firma que ya había buscado en El amor está en el aire y culminó con Moulin Rouge. Por el camino nos ofreció Australia, también grandilocuente pero sin el estilo que le ha hecho conocido.

Hablemos claro. Baz Luhrmann es un hortera. Con gracia, con un gran sentido de la estética. Pero hortera. La «gracia» de los que, para mi, son sus dos mejores films (Romeo + Julieta y Moulin Rouge) es que pisa el terreno de lo excesivo, rozando lo ridículo, pero quedándose justo en la línea. Un punto que es muy difícil encontrar y, por tanto, tiene mucho mérito.

El gran Gatsby busca la fastuosidad, las luces y los colores de aquellas dos piezas. Lo que encuentra, en cambio, es un film al que le falta alma. Parece más la repetición industrial de una franquicia, sobrecargado de temas musicales sin ningún tipo de personalidad (una de las grandes virtudes, sobre todo, de la película protagonizada por Nicole Kidman y Ewan McGregor).

Los planos musicales del film podrían servir, perfectamente, para un videoclip de la MTV. Cualquiera de ellos. ¿En qué consiste su propuesta estética? ¿En planos grabados con grua a los que se les varía la velocidad? ¿Grandes angulares muy cerca de las caras deformando las facciones? ¿Planos generales llenos de confeti y gente bailando como poseída? ¿Planos difíciles de leer?

A pesar de que en los anteriores films del director el peso de la estética superaba el de lo narrativo, en El Gran Gatsby las dos parecen soltarse las manos. Luhrmann no es capaz de dotar de continuidad al discurso visual. Y el romanticismo propio del personaje acaba despersonalizado por culpa de los excesos videocliperos (románticos, si se quiere) del director.

No hay duda de que el film trata de lanzar una crítica al sistema económico. Entrando en contracción con el lenguaje personal que ha desarrollado todos estos años, Luhrmann critica los excesos de nuestra sociedad contando una historia ambientada en los felices 20. Convierte sus excesos en los nuestros. Y nos alerta, de forma velada, en qué acaba todo eso.

Lo que sucede es que el propio personaje de Gatsby es superficial y excesivo. Organiza fiestas con objetivos que harían levantar a Marx de la tumba. El amor, ese placer burgués…

El gran Gatsby

Los actores están bastante bien. Me gusta mucho DiCaprio, y Tobey Maguire no está mal. Carey Mulligan se ha convertido en una fija en films alternativos. Desde que la vi en An education, me la he ido encontrando en algunos de los films más interesantes (Shame o Drive, las dos que más me han gustado). Me gusta cómo trabaja, aunque tampoco es una de mis actrices favoritas.

A pesar de todo ello, la película tiene algunos momentos interesantes. No intento decir que el film es terrible. Critico que está muy lejos de la altura de sus anteriores obras. En algunos momentos, la historia se me hizo tediosa y lenta. Sobrecargada sin aportarme nada a cambio.

Baz Luhrmann ha caído en el esencialismo de su estilo olvidando las necesidades de lo que trataba de contar. Es un riesgo cuando tu obsesión es que no haya ningún plano montado sobre trípode. No nos queda otra que esperar a su próximo film para disfrutar de la fastuosidad de sus propuestas.

 

Valoración. 5,5/10

Género. Drama romántico.

Director. Baz Luhrmann.

Guión. Baz Luhrmann, Craig Pearce.

Actores/Actrices. Leonardo DiCaprio, Tobey Maguire, Carey Mulligan, Joel Edgerton, Isla Fisher,Elizabeth Debicki, Amitabh Bachchan, Jason Clarke, Adelaide Clemens, Max Cullen,Steve Bisley, Richard Carter, Vince Colosimo, Brendan Maclean, Kate Mulvany,Callan McAuliffe, Jack Thompson.

Título original. The Great Gatsby.

Año de estreno. 2013.

País. Australia.

Un asunto real

un asunto real

Argumento

Cristian VII, rey de Dinamarca, con una grave enfermedad mental, se encapricha de su médico, un ilustrado. Los nobles no verán con buenos ojos al médico. El médico asesor fabulará con su amante, la reina, la forma de hacer llegar a Dinamarca los nuevos aires de libertad que llegan desde Francia.

Breve crítica

La película es una obra de arte. Lo primero que me impresionó sus preciosos planos. Cada uno de ellos parece un cuadro bañado en uno de los 2 colores en los que se sumerge el film: el amarillo y el azul. No hay ni un sólo momento en el que la película se permite bajar el nivel.

Por otro lado está un fantástico sentido del ritmo. No hay ninguna duda de que se trata de un film nórdico, con su lento pero imparable avance de la historia.

Me encantan los personajes, la profundidad psicológica que respiran. No es una historia fácil, y pone en crisis los propios valores del espectador.

A royal affair

Valoración. 8,5/10

Género. Drama histórico.

Director. Nikolaj Arcel.

Guión. Nikolaj Arcel, Rasmus Heisterberg, Lars von Trier.

Actores/Actrices. Mads Mikkelsen, Alicia Vikander, Mikkel Boe Følsgaard, Trine Dyrholm, David Dencik.

Título original. Die Königin und der Leibarzt.

Año de estreno. 2012.

País. Dinamarca.

Argo

Argo

Argumento

Tras el asalto de la embajada americana en Irán en los años 70’s, un pequeño grupo de funcionarios americanos consigue escapar y esconderse fuera. La CIA decide montar una película ficticia para poder recogerlos.

Breve crítica

El trailer presenta una película de un perfil más ligero del que luego es. Los primeros 10 minutos hacen un repaso al contexto histórico que llevó a ese asalto y es de lo mejor de la película, tanto desde el contenido como desde la forma. Mezcla de película y animación, presenta una realidad compleja y poliédrica.

Después el desarrollo está muy bien. Ben Affleck esta muy contenido tanto en la interpretación como en la dirección. Sabe sacarle punta a una historia que es verdad que la tiene de por sí.

El ritmo de la historia está muy ajustado. Sabe llevar la acción hasta un clímax muy emotivo, que te hace sufrir por la situación de los protagonistas. Y todo sin caer en simplismos, ni historias de buenos y malos a las que tan acostumbrados nos tienen los americanos.

Argo

Valoración. 7/10

Género. Drama.

Director. Ben Affleck.

Guión. Chris Terrio.

Actores/Actrices. Ben Affleck, John Goodman, Alan Arkin, Bryan Cranston, Taylor Schilling, Kyle Chandler,Victor Garber, Michael Cassidy, Clea DuVall, Rory Cochrane, Scoot McNairy, Christopher Denham, Kerry Bishé, Tate Donovan, Chris Messina, Adrienne Barbeau, Tom Lenk, Titus Welliver, Zeljko Ivanek, Bob Gunton, Michael Parks.

Título original. Flight.

Año de estreno. 2012.

País. USA.

El vuelo

el vuelo

Argumento

Un piloto comercial con una gran destreza evita que mueran la mayoría de pasajeros tras un accidente a pesar de ser un alcohólico y de no haber dormido en toda la noche.

Breve crítica

Desde luego es uno de los mejores papeles de Denzel Washington. Debo reconocer que ni me entusiasma el famoso actor ni el director del film Robert Zemeckis, que me parece está sobrevalorado. Todo y así, creo que el film desarrolla muy bien el inicio y el desenlace (primer y tercer acto).

Por lo que se refiere a la trama, creo que es más irregular. Algunos personajes tienen cambios estrambóticos, demasiado arquetípicos pasando de un punto a otro sin justificación y sin ninguna gradación. De forma repentina. Además, creo que la película pone demasiado el foco en el alcoholismo del personaje cuando lo que yo creo interesante es lo que aborda en el primer y tercer acto: ¿Qué hacemos con alguien que hizo lo imposible pero no estaba en condiciones?

Teniendo en cuenta que llegué a desconectar a ratos, tiene mérito que volviera a recuperar mi atención en el final. Denzel Washington no tiene demasiados registros, pero todo y así, consigue llevar al espectador a la catarsis en un final con un enorme sentido del ritmo.

El vuelo

Valoración. 6,5/10

Género. Drama.

Director. Robert Zemeckis.

Guión. John Gatins.

Actores/Actrices. Denzel Washington, Kelly Reilly, Don Cheadle, Bruce Greenwood, John Goodman, James Badge Dale, Melissa Leo, Nadine Velázquez, Brian Geraghty, Dane Davenport, Tamara Tunie, Garcelle Beauvais, Alex Frost, Kwesi Boakye, E. Roger Mitchell.

Título original. Flight.

Año de estreno. 2012.

País. USA.

Mi semana con Marilyn

Mi semana con Marilyn

Argumento. Un joven aspirante a entrar en la industria del cine entra en contacto con Marilyn Monroe, que lo arrastrará a un mundo de complejidades emocionales.

Breve crítica.

La película no deja de ser una trama comercial sin demasiadas pretensiones donde, eso sí, los personajes son reales y tremendamente conocidos. Y hay que reconocer que el film tiene una cierta gracia y acaba siendo un pequeño dulce que no acaba por molestar el exceso de azúcar.

Parece obvio que el interés del director y del guionista está en conseguir hacer una Marilyn que se ajuste a la real. Al personaje voluble y bipolar que era la famosa estrella del cine. Pero el resto de personajes también consiguen tener un trazo que recuerda, cuando no mucho más, a los personajes históricos reales.

Entretenida y melosa, creo que merece la pena verla.

Mi semana con Marilyn

Valoración. 6,5/10

Género. Drama romántico.

Director. Simon Curtis.

Guión. Adrian Hodges.

Actores/Actrices. Michelle Williams, Eddie Redmayne, Kenneth Branagh, Emma Watson, Judi Dench, Dominic Cooper, Derek Jacobi, Julia Ormond, Toby Jones, Dougray Scott, Simon Russell Beale, Zoë Wanamaker, Geraldine Somerville.

Título original. My week with Marilyn.

Año de estreno. 2011.

País. UK.

Castillos de cartón

castillos de cartonArgumento. Tres jóvenes estudiantes de bellas artes deciden mantener una relación a tres que será idílica hasta que deban enfrentarse al mundo real.

Breve crítica. La película no vale nada. No merece demasiados comentarios.

Género. Drama.

Director. Salvador García Ruiz.

Guión. Enrique Urbizu.

Actores/Actrices. Adriana Ugarte, Nilo Mur, Biel Durán, Pepa Pedroche, Alfonso Torregrosa, Cristian Magaloni, Álvaro Aguilar, Fernando Ripio.

Título original. Castillos de cartón.

Año de estreno. 2009.

País. España.