Alberto Lacasa

Audiovisual, política y más allá

Política

Legitimando el no el 9N

Papeleta

Si eres una de las personas que creen que lo mejor para Cataluña es que cambiamos la relación con España pero siempre dentro de sus fronteras o, incluso, si piensas que la relación entre Cataluña y España tiene que continuar siendo la misma que hasta ahora, te invito a votar el domingo. Sé que, entre todos, no te lo estamos poniendo fácil. Pero, por favor, dame confianza y lee hasta el final.

No te engañaré. Yo quiero la independencia. Estoy tan implicado que me he hecho voluntario del 9N. No soy independentista. Lo estoy. Creo honestamente que no tengo alternativa. Sé lo que estás pensando. Llevan y llevamos días repitiéndolo; Si vas a votar el domingo, estás legitimando mi opción. Pero yo no lo creo.

Este domingo haremos una consulta. Una consulta que no quiere nadie. Tú, porque crees que esto es una fiesta que se han montado sólo una parte de los afectados. Y nosotros porque se nos queda corta. Pero, en realidad, estamos muy unidos. Querríamos una como la que tú querrías. Una de verdad, legal. Negociada y acordada con Madrid. ¿Quién puede creer que un independentista prefiere un sucedáneo a una de verdad?

La estrategia de Madrid nos ha traído a que muchos de los que, como tú, quieren la unidad, piensen que no ha habido debate. Han escondido medios todos los libros y todos los artículos sobre el tema. Toda la documentación. Incluso, han querido esconder las pocas respuestas que se han hecho a sus argumentos. Pocas porque los argumentos del unionismo han sido escasos. No han querido entrar en el debate y, cuando lo han hecho, han ofrecido datos tan exagerados que se desacreditaban ellos solos.

Esta misma estrategia es la que ha provocado que, incluso el día antes de la votación, no estemos debatiendo por el sí y por el no. Los que han impulsado la votación desde las instituciones y los que lo hemos hecho desde la calle, hemos malgastado el tiempo (ya lo admito) justificando que tenemos derecho. No hemos podido o no hemos sabido hacerlo mejor. Por la parte que me toca, te pido perdón.

El hecho que se impugnara la consulta que convocó la Generalitat en septiembre ha causado que todos dejáramos de poner el foco en el resultado. Como esto ya no tiene garantías, ahora ya no cuenta si el “sí/sí” sacará más votos que el “sí/no” y el “no”. Ahora todo el mundo da por hecho que ganará el “sí/sí” porque gente como tú, que cree en un referéndum, no nos acompañará poniendo las papeletas.

Pero quiero decirte una cosa. A ti. Yo el domingo haré algo más que votar. Votaré “sí/sí”. Porque el que legitimará mi opción política no es que participe mucha gente sino que mucha gente vote por la independencia. Es evidente que, si el voto unionista superara al independentista, por muy de broma que sea la consulta, la independencia no estaría más cerca. Más bien al contrario.

De hecho, pienso honestamente que, el hecho de votar por el “sí/no” o por el “no” no legitima la independencia sino el derecho a la autodeterminación. Sí, este derecho que has reivindicado toda tu vida y en el que crees honestamente. Necesitamos que la sociedad española, la  de los españoles de buena fe, que son muchos, entiendan que, en esto de votar, estamos juntos.

Yo voté a la consulta alternativa que se hizo en las europeas. Te aseguro que mi voto estaba lejos del que los gustaba a los organizadores. Pero lo hice porque me estaban dando voz con la única herramienta que tenían a su alcance; unas cajas de cartón, unos bolis, unos papeles y el valor que pusieron ante la prohibición de la administración.

Tu voto lo necesito no como independentista. No me servirá para lo que quiero hacer. Lo necesito como demócrata. Aunque esto sólo sea un acto simbólico. Como hemos hecho muchos otros, tú y yo. Cómo cuando nos paseamos por las asambleas del 15M. Cuando fuimos a manifestaciones en contra de la guerra, en contra de ETA, en contra de la violencia. Ahora está en juego nuestro derecho a decir la nuestra. Mucho más básico que la independencia o la unión.

Discúlpanos que no te podamos dar las garantías que mereces. Te ofrecemos todo aquello que tenemos en nuestra mano. Los papeles, las urnas y el espacio. No puedo darte nada más porque no está a mi alcance. Ojalá…

Si al final decides acompañarnos, has de saber que te estaré muy agradecido. Como demócrata. No veré qué votas. Pero sepas que, cuando estemos haciendo el recuento, agradeceré cada voto en contra. Espero que el tuyo sea uno de ellos. Quiero que sepas que mi futuro, sea qué sea, lo quiero construir contigo.

Por eso te pido, por favor, acompáñame.

Política

Yo no odio a Podemos

Podemos

Cuando una sociedad tiene el nivel de tensión en el que vive España es casi comprensible que las posiciones se muevan en extremos. La gente exige claridad de posturas. Aquel que no tiene una posición definida al 100% acostumbra a recibir respuestas con un velo de maniqueísmo. Lo vivimos en Cataluña respecto a la independencia y lo vive España respecto a la regeneración y, más en concreto, respecto a Podemos.

Es difícil hacer entender a la gente que entiendes perfectamente por qué está recogiendo tantas esperanzas Podemos y que, en cambio, estés frontalmente en contra de las soluciones que proponen. Es casi como estar a favor de los banqueros, de los desahucios y hasta de los corruptos de PP, PSOE y CiU.

¿Por qué creo que una victoria de Podemos es mala para España? Podemos parte de argumentos que son ciertos: primero, el sistema está montado para favorecer a grandes grupos de poder. Segundo, los partidos de toda la vida están absolutamente corrompidos. Y tercero, no hay una verdadera división de poderes que garantice un sistema democrático.

¿Cuáles son sus recetas? Primero, auditar la deuda e impagar aquella parte que se considere ilegítima. Segundo, subir los impuestos a los ricos. Tercero, nacionalizar sectores estratégicos o, cuanto menos, amenazar a estos sectores con hacerlo si no cumplen con ciertas exigencias. Cuarto, aplicar una Renta Básica Universal (es decir, el estado paga un salario a todo el mundo). Hablan de una opción menos costosa; en vez de una renta fija sería variable en función del salario de cada uno.  ¿Su modelo? Algunos países de Latinoamérica, que han aplicado fórmulas parecidas. ¿Dónde está el problema de todo esto?

El año pasado, el estado generó un 6’62% de déficit. O sea, unos 60.000 millones de euros. ¿De dónde sale este dinero? Básicamente de los bancos (sobre todo los de aquí), y también inversores de todo el mundo. ¿Qué pasará si les decimos que parte de la deuda no la pagaremos? Que o no nos prestarán en una buena temporada o nos lo prestarán a un precio inaceptable. Luego, el gobierno sólo tendrá 2 opciones: o recortar esos 60.000 millones de un día para otro (lo cual dejaría en cosquillas los recortes que hemos hecho) o recaudar más.

La respuesta no puede ser (sólo) su segundo punto: “subir los impuestos a los ricos”. En 2013, los ricos españoles mejoraron su patrimonio en bolsa en 7.000 millones de euros. Fue un buen año para ellos porque en 2012, en su conjunto, perdieron dinero. Supongamos que nos quedamos con ABSOLUTAMENTE TODO el dinero que han ganado ese año en bolsa. Es evidente que eso provocaría una huída de inversiones. Así que el dinero que hubiéramos ganado en 2013 ya no lo ganaríamos en 2014. Pero supongamos que no es así. Si el déficit actual es de 60.000 millones y nos apropiamos de todas sus ganancias en bolsa, nos siguen faltando 53.000 millones.

Es verdad que las grandes empresas tienen una capacidad enorme de bajar su impuesto de sociedades (es como el IRPF de las empresas). Podemos dicen que es a causa de la falta de regulación. Yo creo que por un exceso (leyes que les permiten bajarse el impuesto a ellos y al resto no). Los beneficios de las empresas del IBEX35 en 2013 fue de 17.770 millones. De nuevo, si nos quedamos con ABSOLUTAMENTE TODO (olvidando que en 2012 perdieron dinero y que, después de cobrarlo todo, huirían corriendo del país), nos siguen faltando algo más de 35.000 millones. Es el equivalente a todo lo que pagaremos en intereses en 2015. Es decir, que deberíamos quedarnos con TODOS los beneficios de los súper ricos y, además, impagar TODOS los intereses de la deuda.

Pero es que ese no es el verdadero problema. El problema es que son multinacionales y tienen mecanismos para “perder” dinero en el país que quieran. Tal como hacen Google o Apple. ¿Evitar eso? No depende de un sólo país. ¿Convenceremos, al menos, a Europa, para que busque una solución a esto tan a corto plazo como para que podamos financiar los 35.000 millones de euros que nos faltan para ESTE año?

La tercera columna es la nacionalización de sectores estratégicos (energía, comunicaciones…). ¡Cuántas veces he escuchado que es una pena no tener las plusvalías que hoy genera Telefónica! ¡O Endesa! Lo que no dicen es que esas empresas, cuando eran públicas, ¡perdían dinero! Si la conclusión es que es estratégico y que el dinero no es lo primero, lo acepto (aunque no lo comparto). Ahora bien, eso no reducirá el déficit. Al contrario, lo ampliará.

Por último, la Renta Básica Universal en su versión más light dicen que supondría 30.700 millones, por lo que deberíamos sumarlos a los que ya hoy generamos. Hoy por hoy, inviable.

A mi todas las propuestas de Podemos me parecen inviables y muy poco deseables. No para los ricos (que buscarán fórmulas para salvar su capital) sino para el pueblo. Yo no odio a Podemos ni desmerezco a los que creen que es la solución. Sólo discrepo de sus recetas. Espero que alguno lo entienda.

Política

Las expectativas de Podemos

Podemos

Corre el rumor de que la encuesta del CIS que se publicará la semana que viene da una victoria electoral a Podemos. En el peor de los casos para la fuerza de Pablo Iglesias, estará ronzándola.

En todo caso, se dibuja un parlamento español hiperfragmentado, con 3 fuerzas con un peso similar (Podemos, PP y PSOE) y una serie de fuerzas menores (ERC, PNV, CDC, UDC, UPyD, C’s, IU…). Algunas reflexiones al respecto:

1) Dicen que en Génova y en Ferraz están muy preocupados. ¿Y qué esperaban? Durante 30 años, en vez de cambiar el modelo productivo, han alimentado una burbuja que ahora se está cobrando las facturas. Han practicado el cinismo hasta el extremo: han dificultado la financiación de los partidos, alimentando así la financiación ilegal que, de paso, ha llenado los bolsillos de algunos. Y mientras toda la porquería ha ido saliendo a la luz, sólo les ha preocupado taparse las vergüenzas propias enseñando las ajenas tanto como fuera posible.

2) Que Podemos tenga unas expectativas tan altas, aún no es garantía de nada. Este tipo de partidos tan jóvenes acostumbran a tener problemas con los liderazgos. Podemos ha tenido dudas respecto a cómo estructurar su liderazgo. La candidatura opositora a Iglesias pedían un líder que les escuchara.

3) Si yo fuera Rajoy, convocaría elecciones generales en mayo, haciéndolas coincidir con las municipales. Eso le permitirá dos cosas: salvar algunos ayuntamientos porque el debate municipal se verá mediatizado por el nacional, de manera que el debate catalán le echará un cable. Los catalanes podemos irnos preparando. Por otro, mostrar datos económicos positivos. En abril y mayo los datos de paro tienden a mejorar. En cambio, para noviembre, cuando de verdad tocan, los datos suelen ser malos. A eso hay que sumar que la economía europea se ralentiza de nuevo. La vuelta de las vacaciones pueden ser dramáticas.

4) Podemos se ha comprometido a auditar la deuda y pagar sólo la legítima y a aumentar muy rápido los impuestos a las fortunas y grandes empresas. Vistas estas promesas, me temo que las semanas previas a las elecciones van a ser de una enorme inestabilidad. No me sorprendería que la prima de riesgo subiera y la bolsa bajara.

5) Tras las elecciones, el PSOE puede tener un papel fundamental: ¿Pacta con su rival histórico (PP) o con la izquierda radical (Podemos)? Si se produce esta situación, habrá presión europea para un pacto a la alemana entre centro derecha y centro izquierda. A corto plazo generará mucho desapego. Pero para estas fuerzas, es una nueva oportunidad. Puede que la última.

Si gobierna Podemos, veremos qué se atreve a aplicar de todo lo que promete. Gane o no gane, lo que es seguro es que cambiará las reglas del juego. Y por mucho tiempo.

Política

Una semana normal

Negociaciones 9N

Las últimas 3 semanas y, especialmente esta, han generado miedos entre los defensores de la independencia de Cataluña. El gran baluarte de la unidad se ha roto.

Reconozco que las semanas pasadas he estado bastante preocupado por este asunto. Lo alimentaban inputs de que las tensiones no eran pura escenificación ni lectura interesada de los medios. Y no sólo se rompió la unidad sino que cada partido salió con un discurso diferente. Cada uno por libre. El lunes no fue un buen día.

Pero, a partir de martes, mi percepción ha ido cambiando hasta ser moderadamente optimista. Llevamos 2 años en los que 6 fuerzas políticas han caminado juntas. Desde la derechista Unió hasta la izquierda de la CUP. Lo hemos reivindicado porque “no es normal”. Así que, creo que lo que ha pasado esta semana después de un punto de desacuerdo (admito que importante) es que hemos tenido una semana normal. Una semana donde ha primado un cierto tacticismo inherente a la política. Seríamos peligrosamente ingenuos si pensáramos que estos movimientos políticos no se dan a los partidos, incluso, en estas circunstancias.

Fijémonos en un hecho. Ninguna de las fuerzas que, hasta lunes, iban unidas se ha pronunciado en contra del nuevo 9N, excepto hoy Herrera de Iniciativa (y ya veremos cuál es la reacción de los independentistas del partido si los ataques que están recibiendo no les generan anticuerpos).

Las 3 fuerzas por el Sí-Sí han defendido la jornada participativa, todo y no estar del todo de acuerdo en aspectos de esta. Por lo tanto, se les ha de reconocer que están practicando un tacticismo de baja intensidad. Pensemos en clave de futuro. Y en clave tacticista, si me lo permitís. 

¿Se puede permitir CDC seguir sola adelante con la legislatura (ahora que la ruptura con UDC está casi hecha)? ¿Cómo? ¿Pactando con el PSC? El coste político sería enorme. CDC aguanta porque Mas, que ha ido cumpliendo sus promesas, es creíble. Pero si ahora transmite que se pasa al peixalcovisme, compartirá futuro con el partido de Iceta.

ERC no ve clara la lista unitaria. Pero, si de verdad quiere la independencia, ¿se puede permitir una victoria en minoría simple? ¿Qué pasará en CDC si Mas, como es lógico, se ve obligado a dimitir después de una derrota electoral? ¿Sabemos qué pasaría adentro del partido? ¿Quién lo liderará? ¿Estará abierto a pactar con ERC? ¿Asumirá ERC tanta incertidumbre?

Esta semana normal (y quizás algunas que vendrán) los partidos las aprovecharán para fijar sus posiciones iniciales de negociación. Obviamente, hay el riesgo que acaben por no entenderse. Eso sí, cualquiera que haya llevado una negociación seria sabe que para obtener un buen acuerdo, ha de haber momentos en los cuales parece que todo se puede romper. Estamos en un momento de estos.

Mirad con optimismo pero realismo los hechos: el nueve 9N movilizará muchísima gente, esta negociación nos debería dar suficiente tiempo para terminar la hacienda propia (sin la cual una DUI es un tiro al pie), la candidatura única está siendo apoyada por la sociedad civil, cerca de las elecciones se escenificarán rupturas en los partidos que no quieren la DUI para pasar junto a la candidatura unitaria (del PSC, de Unió, y de ICV), y la CUP hará de receptáculo por toda aquella gente de izquierdas que, queriendo la independencia, se sienta incómoda votando una candidatura que tenga detrás a Convergència.

Que los hechos del día a día no nos hagan perder la perspectiva. Esta situación casi se tenía que dar en algún momento previo a unas elecciones. Tomémonos con calma todo esto. Y no pidamos a los partidos que actúen contra natura.

Política

¿El curso de la verdad?

President Mas

Ahora sí. Ya empieza el curso político tras el cual todo habrá cambiado. Cuando digo todo, quiero decir todo. Algunos, después de las elecciones catalanas de 2012 creímos que no habría consulta porque no veíamos operatividad política en el Parlamento. Nos equivocamos y hoy podemos afirmar que difícilmente los catalanes no habremos expresado en los 12 próximos meses lo que queremos para nuestro futuro.

La incertidumbre en los detalles es tan grande que se hace difícil visualizar exactamente lo que pasará. En cambio, estoy convencido de que en lo esencial es difícil equivocarse. E incluso, me atrevo a decir que acabaremos con calendario definido a lo largo del trimestre que viene.

Los primeros meses serán de una tensión brutal. 11 de septiembre, que será un éxito a pesar del punto de angustia que ahora hay por el ritmo de inscripciones. Esta semana se disparará. Pregunta fácil a los amigos: ¿Tú volverás? Ninguno me ha dicho que se quedará en casa.

Hacia el 20 aprobaremos la ley de consultas y, si un recurso aún más rápido no lo impide, la convocatoria de cara al 9N. El gobierno español podría no recurrir o facilitar que el TC no bloquee la consulta. La nariz me dice que ahora en Madrid se sienten fuertes por culpa de su enésimo error de cálculo.

De acuerdo. Han tumbado uno de los símbolos del catalanismo. Algunos estamos muy decepcionados. Dan por hecho que los catalanistas ahora hemos perdido el gran argumento “España nos roba” y la percepción de que los catalanes somos moralmente superiores a los españoles.

Este es un discurso que funciona en el resto de España. No en Cataluña. Los catalanes distinguimos entre lo que roban los políticos y lo que supone un trato económico injusto. Respecto a las cuestiones éticas, el discurso catalanista no es supremacista. ¡Pero si quien no se dice Pérez se llama López! Hace muchos años que en Cataluña tenemos el caso Palau, y el caso Treball (ahora le llaman Pallerols para tapar las vergüenzas de Unió), y el caso Mercurio y una larga lista. Queremos que el nuevo estado sea más limpio, sí. Pero no porque somos mejores sino porque queremos cambiar unas leyes que, eso sí, dentro de España no tenemos poder para cambiar.

Si niegan, como pienso, la posibilidad de hacer la consulta, estoy seguro que las movilizaciones serán brutales. Ante gobernación civil y frente al Palau de la Generalitat. Como habrá nervios, deberemos ser especialmente cuidadosos. Estoy convencido de que será así.

Ante este escenario no creo que el gobierno de España mueva ficha. El catalán tendrá tres opciones: convocar igualmente el referéndum, convocar elecciones a corto plazo o intentar alargar la legislatura al máximo.

Convocar el referéndum tiene un problema grave. Supone saltarse la ley española. Este es un recurso que la Generalitat no podrá utilizar demasiadas veces. De hecho, algunos expertos dicen que sólo podremos hacer una insumisión. Artur Mas es inteligente y no creo que lo haga esta vez.

La segunda opción que tiene CiU es ir hasta el 2016 para intentar recuperar sus expectativas electorales. Pero la calle se sentirá traicionada y la situación se volverá inestable. No creo ni siquiera que puedan alargar hasta las elecciones municipales en mayo de 2015.

Estas nuevas elecciones tendrán un carácter plebiscitario. En Madrid, y los partidos unionistas catalanes, están obsesionados con la única herramienta que tienen; la ley. Creen que, repitiendo que unas elecciones nunca son plebiscitarias evitarán que la gente vote en función del futuro político de Cataluña.

Nos dejen hacer o no la consulta, el pueblo catalán expresará lo que desea. Esto, con independencia de la decisión que tomemos, lo cambia todo. Para que se materializará en un acto la percepción de que tenemos legitimidad para decidir nuestro futuro. Ya nada volverá a ser igual…

Si este deseo es encontrar un camino separado del resto de España, llegará el momento de desobedecer al ordenamiento jurídico español. Con él, el famoso choque de trenes de consecuencias, este sí, imprevisibles.

El curso político de la verdad.

Política

Això no tocava (en la política)

Jordi Pujol

Pujol nos ha escondido durante 34 años una herencia en negro de su padre. Nadie duda de la relevancia política del personaje y de la convulsión política que puede comportar. ¿Qué consecuencias tendrá en pleno crecimiento del soberanismo en Catalunya?

Yo creo que el catalanismo se haría un flaco favor si pensara que esto es neutro. No señores, esto puede cambiar una parte de la ecuación. Y de una parte importante; aquella parte de indecisos que inclinarán la balanza a un lado o a otro. Para saberlo con seguridad, deberíamos contestar dos preguntas; ¿Qué harán los partidos catalanes a partir de ahora? Y, ¿Qué han hecho nuestros representantes hasta ahora?

Que nadie dude que el ataque a Pujol  es, a la vez, un ataque a una concepción de Catalunya y al “proceso”. Sería naif pensar que esto ha salido a la palestra justo ahora por casualidad. En derecho penal existe lo que se conoce como el principio de oportunidad; ¿en qué momento se hace público que se está investigando un hecho?

Por eso Jaume Barberà ha repetido muchas veces que a la independencia se va “net i polit” (limpio y pulido). Porque es evidente que el Estado utilizará todas sus herramientas para destruir nuestros símbolos y ganar la batalla. Si nuestros líderes no van “nets i polits”, nos saldrá toda la suciedad.

Por eso, que se trate de un ataque, no puede ser excusa para no hacer lo que se ha de hacer. Si Pujol tenia cosas escondidas, con independencia de si es o no un ataque a las pretensiones de una parte de la sociedad catalana, hemos de actuar con contundencia. Esto responderá a la primera pregunta que me hacía: ¿Qué harán nuestros políticos?

Por lo que parece, CDC ya está poniendo el cortafuegos. Creo que no tenemos alternativa: CDC ha de distanciarse de su figura y debería desaparecer el cargo de presidente honorífico del partido. Y respecto al govern, retirarle los beneficios de los expresidentes, también la consideración de MHP.

Los medios de Madrid aprovecharán todo este escándalo para hacer descarrilar el proceso. Las portadas de estos días demuestran que continúan sin entender (o sin querer explicar) lo que pasa. Insisto: este proceso no lo controlan los políticos. Es la calle. Si los medios de la capital del Estado quieren respuestas, que salgan a la calle…

Dice Eduard Voltas en su libro “Carta a un indeciso” que la independencia no es la solución a todos los problemas. Esta parte del discurso indepedentista, que yo considero mayoritario entre los que quieren la secesión y que está alineado con lo que dicen nuestros líderes políticos, en Madrid no se explica.

Pero de la misma forma que reconocer que la independencia no nos hará vivir en un paraíso nos refuerza, si nuestros políticos son débiles en este caso, el argumentario unionista se reforzará.

Aún queda por contestar la segunda pregunta. Si los negocios de Pujol quedan en esto; una herencia no regularizada, yo creo que la historia será indulgente con él. Al final, es una figura muy poliédrica. Si resulta que los negocios iban más allá, entonces dependerá del volumen. Pero la mácula costará que se vaya, si es que alguna vez lo hace.

Ahora, si los negocios de Pujol salpican toda la estructura de CDC y esto afecta de manera directa o indirecta a la actual cúpula, preparémonos. Porque esto desestabilizará al partido de gobierno. Si no hubiera consulta (escenario más que posible) y todo esto acaba en plebiscitarias, ERC no podrá pactar para presentarse junto con un partido con la imagen de sus líderes manchada por la corrupción. ¿A quién votará la derecha catalanista? ¿Quién ocupará este espacio político y qué posicionamiento tendrá frente a una posible DUI? No lo sabemos.

Francesc Marc Àlvaro escribió un libro en 2003 donde hablaba del clan Pujol y ya apuntaba que algunos hijos tenían negocios opacos. En especial Junior, Jordi Pujol Ferrusola. El famoso hijo de la Camarga. Dentro de la ansiedad que tengo, me tranquiliza que alguien escribiera en aquella época (y no ahora) que Mas puso distancia entre Junior y él.

Si al final del camino, el independentismo no tiene operatividad política, aunque sea mayoritario, la independencia no será viable. Por descontado, un fracaso de este tipo de razones no haría que todo el mundo se borrara del proyecto. Pero oportunidades como la que estamos viviendo no aparecen cada día. Quizás deberemos esperar algunos lustros.

La persecución de los Pujol se ha producido cuando más interesaba a las estructuras del Estado. Nuestra actitud pasada y futura marcará la influencia en el “proceso”. Puede reforzarnos si hacemos bien las cosas. O destruirnos y hacer que perdamos muchos años. Decía una campaña de la época del Pujol presidente: “el trabajo mal hecho no tiene futuro, el trabajo bien hecho no tiene fronteras”. Ahora más que nunca.

Política

“Això no tocava” (en los medios)

Jordi Pujol

(Acertadísima fotografía de portada de la edición digital del diario Ara)

Desde que el President Pujol confesó no haber regularizado una herencia de hace más de 30 años, los medios de comunicación y las redes sociales hierven. No creo que pueda aportar mucho más que la que ya se ha expresado este fin de semana respecto a la moralidad de un hecho de estas características y de cómo esto mancha la carrera de un los de los políticos más relevantes de nuestra historia. En cambio, sí creo poder poner el contexto el trato que se le está dando en los medios y, sobre todo, las consecuencias que esto puede tener en lo que eufemísticamente llamamos “proceso”.

La gente que me conoce sabe que profeso una enorme admiración por la figura del expresidente de la Generalitat. Siempre he visto muchas más virtudes que defectos. En especial, su enorme capacidad para aglutinar alrededor de un proyecto de país a gente con sensibilidades políticas muy diferentes. Hablo de políticos y hablo de la población. Por esto no puede llevarme, como algunos están haciendo estos días, a suavizar lo que acaba de confesar. Con un punto de dolor, sólo puedo decir que Pujol me ha decepcionado. E, incluso, acepto que el grado de decepción puede aumentar si las explicaciones que ha dado no recogen toda la verdad sobre este dinero.

Dando por buenas las explicaciones de Pujol e, incluso entendiendo que puede ser humano que, unos meses después de asumir el cargo de President, prefiriera dar una patada a la pelota frente a regularizar dinero negro de su padre (con un probable coste político enorme), no es en absoluto aceptable que hayan pasado casi 35 años. Tampoco lo es ver, de forma evidente, que sólo lo ha dicho y regularizado cuando era la única salida.

Por eso ser pujolista no puede llevar a portadas de ridículo mayúsculo como la de El Punt Avui del sábado titulando “Con mucho dolor“, como añadiéndose a las disculpas. Ni encuestas patéticas que acaban contestando los fans del personaje y que, en realidad, lo caricaturizan.

En cambio, me gusta la portada de La Vanguardia: “Jordi Pujol admite más de 4 millones sin declarar en Andorra“. Me gustan los titulares neutros. Este me gustaría aún más si el diario siguiera esta línea en todo lo que trata. Me gustaría más si no tuviera la sensación de que el titular neutro sólo ha servido para, casi, defenderle en el contenido y si el titular del domingo (“La familia Pujol ya ha pagado 2 millones al fisco“) no fuera como si tuviéramos que darles las gracias.

Este tipo de tratamiento nos hace daño. Porque si, por desgracia, la figura del expresidente no es como yo siempre he creído que era, pues no lo era y punto. Y ahora lo que toca es asegurarnos de que la historia es tal como se ha explicado, y que no se ha aprovechado del cargo que ostentó durante 23 años.

En cambio, comparto  mucho la portada del diario Ara (“Pujol confiesa“) y su contenido. El Periódico titula igual. Del contenido no puedo hablar porque no lo he leído.

Los catalanes tenemos tendencia a redimirnos con el: ¿Y Madrid qué hace? Lo tenemos fácil porque acostumbra a ser un drama. El más suave, El País abrió con un titular neutro (“Pujol admite que tuvo dinero en paraísos fiscales durante 34 años“) y con un editorial que intenta salpicar, sin aportar pruebas, a la actual CDC (“Difícil de tragar que sea un “tema personal”, el mismo día en que el partido da a conocer el nombre de quien sustituye a Oriol Pujol. El caso Pujol promete declinarse en plural.”)

A parte de este medio, el resto le dan un trato infame. El más divertido La Razón, acompañando el titular “Pujol confiesa que ocultó dinero en el extrangero durante 34 años” con una foto de… ¡Mas! El domingo, el ABC abría con: “La confesión de Pujol deslegitima el desafío soberanista catalán“. Sin comentarios. El Mundo abrió el domingo con un artículo del “moderado” Salvador Sostres (“El pacto de la vergüenza“) que busca constantemente relacionar Mas con los hechos.

Pero ya sabemos cómo hacen las cosas los medios de Madrid. ¿Justifica esto el tratamiento catalán de los medios filopujolistas? En absoluto. Estamos en un momento delicado de nuestra historia. O somos muy escrupulosos en todo lo que hacemos, o nos destruiremos uno de los mejores ingredientes del “proceso”; la posibilidad de empezar de cero.

En el próximo artículo hablaré del interés que pondrán los medios de Madrid en todo esto. Dirán que no somos un país serio porque no perseguimos a nuestros corruptos. No les demos la razón o la gente abandonará el barco a medio camino.

drama / guion y cine

El hijo del otro

Con el telón de fondo del conflicto palestino israelí, “El hijo del otro” explica la historia de dos familias (una palestina y otra israelita) a las que, por error, el día del nacimiento les intercambiaron los hijos. El error se descubre cuando los niños ya son casi adultos, lo que provoca un verdadero terremoto emocional de difícil aceptación.

A priori es una historia donde lo fácil hubiera sido incluir una pátina de posiciones muy extremas con el objetivo de acrecentar el conflicto. Esas soluciones, que predominan entre los films que acostumbramos a ver, tienden paradójicamente a amplificar mucho el conflicto pagando una pérdida de credibilidad y potencia. En la vida real el conflicto es enorme. Más allá de los muertos, hay muchos elementos que lo escenifican a diario. Por ejemplo, las colonias o, sobre todo, los enormes muros construidos no sólo tienen una función “práctica” sino simbólica. De una fuerza enorme.

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personal

Europa recarga las pilas al independentismo

Junqueras y Maragall

Desde que se fijó fecha y pregunta para el referendum de autodeterminación en Catalunya, todo el debate sobre la soberanía ha girado en torno a lo que debía pasar en las elecciones europeas. Hoy, con los resultados en la mano, ya podemos hacer algunas valoraciones rápidas.

En primer lugar, se visualiza la enorme implantación de las tesis de Junqueras. ERC está consolidando el rol que tuvo en tiempos de la república; un partido casa de mucha gente. ERC ha multiplicado sus votantes más que por 3; de 181.213 a 594.149. Pero hay un dato aún más relevante. En las elecciones europeas la participación es siempre menor. En cambio ERC ha recibido más votos que en las catalanas, donde hubo más de 1 millón de votos más. En las catalanas obtuvo 498.124, lo que refleja un enorme crecimiento y fidelización.

Demuestra también que Maragall y la NeCat tomaron una opción estratégica acertadísima. Las siglas del partido han aparecido en todas partes asociadas a la victoria. Conduce a una lectura interesante: los votantes del PSC que entendían el país de una cierta forma, tienen una nueva casa.

CiU ha aguantado el chaparrón. A pesar del desgaste de gobernar, a pesar de Duran i Lleida y a pesar de no haber ganado las elecciones, ha ganado en voto absoluto (de 441.810 a 548.718). El gran riesgo del partido es que a Mas se le conteste desde dentro. No haber ganado lo aumenta, pero parece haber aguantado el tipo.

Los grandes derrotados; PSC y PPC. Que en este contexto de más de medio millón de votos más, el PSC pierda casi la mitad de los sufragios (de 708.888 a 358.539) y el PPC el 30% (de 354.876 a 246.220) los desacredita absolutamente como referentes para entender la realidad catalana. La paradoja es que son los partidos que tienen opción de gobernar en España. Esto acentúa la distancia entre las dos realidades.

Dudo que Navarro y Camacho aguanten mucho más al frente. Pero el problema no son sólo ellos sino la lectura que hace el partido. Intuyo que los sustituirán por perfiles aún más duros. Y será un error.

De los datos no podemos extraer ninguna conclusión definitiva respecto a lo que los catalanes quieren porque la participación es baja. Sí que se evidencia el estado de movilización de unos y de otros. ERC+CiU+IC suman el 65% de los votos (1.401.421 frente a 762.632 del resto). De hecho, la suma de PSC+PP+C’s (762.632) apenas suma algo más que solo el PSC en las elecciones de 2009 (708.888).

El objetivo de los soberanistas era que en Europa se hiciera la lectura que los catalanes están interesados en Europa y en ser escuchados. Es cierto que Catalunya ha aumentado su participación una barbaridad, más de 10 puntos (de 36,9 a 47,6). Pero con dos “manchas”. Ni se ha superado el 50%, que era el reto, ni se ha sobrepasado a España de mucho (no llega a 2 puntos). ¿Creo que llamarán la atención? Creo que sí.

Eso sí, la lectura que se hará entre los poderes madrileños es que Mas ha perdido y, por tanto, el proceso. Desde hace unos meses tengo la impresión que estos poderes ya entienden de qué va esto. Ya entienden que es el pueblo quien empuja. Por eso atacan más a entidades que representan a la sociedad y no tanto a los partidos.

Pero de cara al pueblo español, de cara a las publicaciones, seguirán “vendiendo” que Mas nos ha abducido. Y que, por eso, el proceso ha entrado en un impasse. De nuevo será mentira. Que en ciudades como Terrassa, Sabadell, Tarragona, Lleida, Girona y… Barcelona haya ganado ERC-NeCat tiene un calado enorme, por muy elecciones europeas que sean. Incluso en Cerdanyola, mi ciudad, que es eminentemente castellano parlante y de familias emigradas del resto de España. Por muy baja participación que sea. Sergi Castañé ha colgado este mapa del área metropolitana (históricamente socialista y menos permeable al nacionalismo). Lo dice todo.

Area metropolitana

La sociedad catalana ha dado un nuevo paso hacia ser consultada. Cuando los pueblos claman, los poderes pueden retrasar los sucesos pero nunca pararlos definitivamente. El precio de la dilatación para el poder es ir perdiendo el control. Cada día que pasa sin oferta española y sin una solución que evite la consulta, es una pequeña victoria del soberanismo. Veremos si la breve calma hasta las próximas elecciones (en 1 año hay elecciones locales) permite a Rajoy alguna oferta.