Fish tank

Argumento. Una adolescente con un caracter agrio, se enamora del nuevo novio de su madre.

Breve crítica. Me ha gustado mucho. Creo que la decision que toma en cuanto al punto de vista es muy acertada y coherente a lo largo de todo el metraje. Muy interesante como el tercer acto esta contado casi en planos secuencia. La relacion entre personajes es sutil e inteligente.

Valoración. 6,5/10

Género. Drama.

Director. Andrea Arnold.

Guión. Andrea Arnold.

Actores/Actrices. Katie Jarvies, Kierston Wareing, Michael Fassbender, Harry Treadaway, Jason Maza, Jack Gordon, Charlotte Collins, Brooke Hobby, Chelsea Chase.

Título original. Surveillance.

Año de estreno. 2010.

País. Inglaterra.

Taxi Driver

Argumento. Un conductor de taxis tiene una curiosa perspectiva de cómo acabar con los problemas de NY.

Breve crítica. Obra maestra, aunque diciendo esto no descubro nada. Lo cierto es que hacía mucho (demasiado) que no la veia. Me ha encantado recuperar sensaciones de hace tiempo. Está muy bien contada. Me gustaría añadir una cosa que he oído poco respecto al film; Se ha hablado poco de la crítica implícita a la política y a los medios de comunicación. Cómo un energúmeno es capaz de ser visto como un héroe por el conjunto de la sociedad.

Valoración. 8,5/10

Género. Drama.

Director. Martin Scorsese.

Guión. Paul Schrader.

Actores/Actrices. Robert De Niro, Jodie Foster, Albert Brooks, Cybill Shepherd, Harvey Keitel, Peter Boyle, Leonard Harris, Martin Scorsese.

Título original. Contracorriente.

Año de estreno. 1974.

País. USA.

Contracorriente

Argumento. Un joven casado y que espera un hijo en un pequeño pueblo de Perú tiene una relación con otro hombre venido de la ciudad.

Breve crítica. Me costó un poco entrar en la historia pero en el momento en el que me atrapó el juego, ya no me solté. La historia me parece que está bien contada y que los actores están bastante bien. Es interesante el uso amenazador que la fotografía hace del mal.

Valoración. 5,5/10

Género. Drama.

Director. Javier Fuentes-León.

Guión. Javier Fuentes-León.

Actores/Actrices. Tatiana Astengo, Manolo Cardona, Cristian Mercado.

Título original. Contracorriente.

Año de estreno. 1974.

País. USA.

Cataluña Espanya

Argumento. Documental sobre el conflicto entre el nacionalismo catalán y el nacionalismo español.

Breve crítica. Creo que no es nada del otro jueves. Es muy tendencioso y, a ratos, facilón. Eso sí, desde el punto de vista ideológico, y desde lo más ideológico de la creación audiovisual (el montaje), está bastante bien trenado. No creo que dé demasiadas claves fundamentales para entender el conflicto.

Valoración: 5,5/10

Género. Documental.

Director. Issona Passola.

Título original. Cataluña Espanya.

Año de estreno. 2009.

País. España.

La conversación

Argumento. Un investigador privado recibe el encargo de grabar una conversación entre una pareja en un parque.

Breve crítica. La verdad es que me gustó mucho aunque diría que no ha envejecido tan bien como otros films de Coppola. La resolución es demasiado explicativa (cosa que imagino que era necesaria en aquella época).

Valoración. 6/10

Género. Thriller.

Director. Francis Ford Coppola.

Guión. Francis Ford Coppola.

Actores/Actrices. Gene Hackman, John Cazale, Allen Garfield, Cindy Williams, Frederic Forrest, Teri Garr, Robert Duvall, Harrison Ford.

Título original. The conversation.

Año de estreno. 1974.

País. USA.

Semiótica nacional

Por lo general, miro de evitar hacer posts relacionados con temas políticos y, cuando lo hago, prefiero no mojarme mucho. Espero ser capaz de expresar lo que quiero decir sin herir sensibilidades.

He tenido que oir muchas veces que fútbol y política no deberían unirse nunca. Y suelen criticar al Barça por mezclar naranjas con melones. Pero, paradójicamente, la competición futbolística más importante del mundo tiene su fundamento en la identificación nacional. Y es divertido ver cómo gente que se llena la boca de «no hay que mezclar deporte con política», en cambio, defienden a Alonso, a Nadal, a Pedrosa o Lorenzo y a la selección con vehemencia.

Parto de la base que a mi me parece fantástico. Quede claro que no lo critico como ya lo expliqué con más detalle en otro post. Pero me sorprende el poder cegador que tiene lo que los sociólogos llaman nacionalismo banal.

Si acaso queda alguna duda que esto que expongo, os propongo que os miréis dos portadas de diario que se han publicado hoy después de la victoria española frente a los alemanes:

La razón no ha podido evitar hacer una portada que dijera «España vence unida». No creo que nadie pueda dudar ni un segundo de su fuerte contenido político-deportivo. Y como, sutilmente, pretende dejar a cierta gente fuera y aleccionar a aquellos que no quieren estar «unidos» tal y como ellos lo entienden.

Las construcciones nacionales, como los idiomas, se hacen en torno a una cierta concepción que la sociedad tiene de si misma. De aquello que valora y de aquello que desprecia, de las virtudes que exalta y de los defectos que trata de esconder. Palabras o expresiones como la roja, podemos, raza, furia, a por ellos, o toreros se relacionan a menudo con los buenos resultados del equipo nacional. Y conectar la «unidad» con la selección genera ciertas construcciones de identidad.

Unido a todo ello un ruído de fondo que surge cuando la furia entró en entredicho; ¿exceso de catalanes en la selección? Yo estoy seguro de que no es una opinión generalizada. Pero algunos de los medios a los que les entraron las dudas van más allá de los que ya proscribimos por radicales; intereconomías, libertades digitales y similares subproductos pseudofascistoides.

Los mismos periodistas que cuando España perdió contra suiza decían que había demasiados catalanes y que se han pasado la liga diciendo que el Barça ha ganado la liga gracias al villarato, se alegran ahora de su estético juego. No dudo que ellos mismos volverán a atacarnos en septiembre…

También forma parte del relato (o del no-relato) el hablar de los (poquísimos) disturbios que hubo ayer en Barcelona y, en cambio, sí hacerlo cuando el Barça (ligado sutilmente al nacionalismo) gana un título. El hecho de publicar algo y el espacio que se le presta modifica profundamente la huella que deja en nosotros esa información.

Más interesante y sutil es la portada de hoy del AS ha hecho una portada que dice «Visca España», donde se evidencia que hubo un debate (y cómo se ha resuelto). Por cierto, estoy gratísimamente sorprendido. Lo digo con sinceridad.

Parte de ese discurso también se genera a traves de las radios y también representan parte de cómo nos expresamos colectivamente cuando identificamos ciertos símbolos nacionales, en especial aquellas de marcado carácter nacionalista español.

Por ejemplo, la COPE hoy decía: «Un tío como, pongamos por caso, Montilla. Se nos antoja una reliquia de otra época. O tal vez sólo un señor pelmazo con problemas de estreñimiento. Pero, ¡hombre de Dios! Celebre usted las victorias de España dándose un abrazo con la parienta o con la vecina, o con la muchacha.»

Pero no sólo un medio de constrastado desprestigio como la COPE ha aprovechado la ocasión para atacar lo que ellos interpretan como nacionalismo. En Punto Radio, Luis del Olmo decía: «Un alcalde de un pueblo vasco, que esta mañana o ayer por la noche decía: ‘a ver si nos da una alegría Alemania’. ¿Qué cara…? ¡Bah!» «¿Quién ha dicho eso?» «Pues nada, un tío…» «En el camino yo también me he encontrado gente que no tienen el nombre del padre en el carné». Sólo pensad por un momento qué pasaría si un nacionalista llamara hijo de puta a algún «no nacionalista».

Y, lo que más me interesa porque es mucho más sutil. Digo sutil porque no insulta sino que ensalza elementos que forman parte del imaginario colectivo. En la Cadena SER decían: «Va a presionar arriba. ¡Qué pelotas tiene este Busquets! Yo te juro que el otro día le vi de espaldas, y te juro que el caballo de Espartero no las tiene como este». Y en otro momento, enfadados por un supuesto penalty decían: «¡Alonso la pone! Llega Ramos… ¡Penalty! ¡Penalty mamón!»

He cogido ejemplos muy extremos para que se entienda lo que trato de explicar. La identidad nacional de (todos) los países se construye en torno a ciertas formas de expresarse mediante signos iconográficos y verbales. Y parte del proceso de identificación supone asumir como propio ese discurso.

En lo personal, me cuesta mucho no ponerme de los nervios cuando escucho a J. o Camacho en Tele 5, por no hablar del comentario (supuestamente inocente) de Luis del Olmo explicando, como quien no quiere la cosa, que un nacionalista le ha dicho que prefiere que España pierda encendiendo, con cierta lógica, los ánimos de los españoles.

Así, mientras los titulares de los medios de comunicación cada vez que abren la boca me distancian emocionalmente del equipo (y de paso del pais), el equipo me genera muchísimas simpatías. España, desde la Eurocopa, es la única selección que me ha hecho disfrutar. Y me refiero a única de TODAS las selecciones actuales y pasadas. Me identifico con su forma de jugar y con muchos de sus jugadores. Pero va más allá…

Cuando la selección la lideraba tipos que me dan tanta rabia como Raul o Hierro, también sentía una cierta identificación. Y ese es mi drama personal: Cada gol de España me produce unas alegrías enormes y el miedo (después casi siempre confirmado) que será utilizado como elemento de agresión contra nosotros. Así que nunca sé realmente lo que quiero.

Dicho esto, no sólo estoy seguro que España ganará el mundial sino que me alegraré cuando eso suceda. Eso sí, me meteré pronto en la cama para que no me lo estropeen. ¡Mucha suerte!

La chica del tren

Basada en un hecho real, La chica del tren nos cuenta la historia de una joven que, en la búsqueda de la aceptación de su entorno, se inventa una agresión. El problema es que saltará a los medios de comunicación y se le escapará de las manos.

Muchas películas, cuando abordan un tema, cometen el error de focalizarse demasiado en el conflicto. Eso les arrastra a dar una visión superficial de aquello que abordan. Y cubren el interés propio del tema de un paralizante maniqueísmo.la chica del tren

El caso de la chica del tren no es ese. Los personajes tienen vidas muy definidas, con muchos elementos enriquecedores en torno al conflicto. Y esa es justamente su debilidad. Son tantas las cuestiones que aborda y tan fuertes que el núcleo de su narración queda diluído casi a una mera anécdota.

La historia arranca con el encuentro patinando entre la joven protagonista y un atractivo atleta de lucha griega. Es ahí justamente donde el director, André Téchiné, da con su mejor arma. La resolución visual de ese primer encuentro es de una enorme belleza.

Ese saber hacer se extiende a lo largo de todo el film pero nunca llegará a los niveles de los primeros minutos. Pero todo ello se verá compensado por un enorme trabajo de Catherine Deneuve y Michel Blanc. Sus interpretaciones y la elaboración de sus personajes es de lo más interesante.

Como decía, el gran problema llega con el guion. Advierto que no me estoy refiriendo a los diálogos (que son sólo una parte pequeña de ese trabajo) sino a la evidente dispersión que padecen sus algo mas de 100 minutos.

Cada uno de los conflictos que el film aborda dan para una nueva película. De tal forma que el interés se diluye e impide profundizar en ninguno de ellos hasta las cotas que, como espectadores, esperamos de él.

Advierto que a partir de este momento voy a explicar cosas que quizás no quieras saber.

Yendo un poco más al fondo de la cuestión, expongamos cuántas subtramas aborda el film a un nivel parecido; la relación amorosa entre la chica y el atleta, la relación entre el abogado y la madre, el intento de asesinato que padece el deportista e, incluso, la relación entre la chica y el niño.

Son demasiados temas a abordar, demasiado interesantes todos ellos, que centrifugan nuestra atención y el tiempo que el director le presta a lo que, de verdad, debería de ser sustancial: una joven que quiere encontrar la estima en la compasión.

Es evidente que la cuestión central del film (la falsa paliza a una joven en el metro por un grupo de nazis y el antisemitismo de Francia) dan para muchas horas del película. Es también cuestión central que los personajes no sean meros arquetipos si nuestro objetivo es abordar tal temática.

Pero, ¿de verdad había necesidad de afrontar una historia de mafiosos para llegar al corazón de la trama? ¿De verdad ayuda a comprender mejor los motivos de la protagonista a pesar de intentar mantenerlos velados a través de una cortina que sólo nos deja entrar en parte en su psicología? Me atrevería a decir que no.

Por otro lado, el film pasa de puntillas sobre la reacción de los medios de comunicación y el interés que tiene que, incluso un presidente de la república pueda llegar a presentar su solidaridad sin apenas pruebas. Toda esa hipocresía y esa concepción simplista del mundo no es abordada.

Asumiendo estos problemas que tiene el guion, el casting, aunque bien hecho, acaba por demoler las bases narrativas. La fuerza interpretativa de Catherine y Michel es tan fuerte que su verdadera protagonista (Emilie Dequenne) queda totalmente eclipsada.

En fin, diría que La chica del tren abre una puerta a una temática poco tratada en el cine y que no ha sido capaz de cerrar. Me deja con las ganas de ir más allá. Veremos si, con el tiempo, alguien tomará sus elementos y los combinará con más acierto.

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Un hombre soltero

Argumento. Un hombre de mediana edad busca motivos para vivir tras la muerte de su pareja.

Breve crítica. Un evidente juego dialectico entre el eros y el tanatos. La historia esta bastante vacia y es, a ratos, algo manierista. De todas formas, la parte de la pulsion sexual esta muy bien resuelta.

Valoración. 6/10

Género. Drama.

Director. Tom Ford.

Guión. Tom Ford, David Scearce.

Actores/Actrices. Colin Firth, Julianne Moore, Matthew Goode, Ginnifer Goodwin, Nicholas Hoult, Paulette Lamori, Jon Kortajarena.

Título original. A single man.

Año de estreno. 2009.

País. USA.

MGM quiebra

De hecho, ya no es noticia que la MGM ha quebrado. Parece que la empresa debía 3500 millones de dólares y que era impagable. Así que su stock de películas (alrededor de 4000) y sus proyectos en fase de producción, como El hobbit, se han quedado huérfanos.

Durante casi 100 años, MGM ha producido películas como Mago de Oz, la serie de James Bond, las películas de la Garbo o las de los hermanos Marx. Puede dar lástima pensar en todo lo que queda atrás. De hecho, yo no puedo evitar ponerme algo nostálgico. Y reconozco que no sé muy bien por qué motivo.

Lo que sé seguro es que no hay que preocuparse. Otro se ocupará de su stock de films y, en el futuro, otro ocupará su lugar en la industria. Si eso no sucede será porque, en realidad, no había lugar para él. Duele pensarlo, pero es de sentido común.

Pero este post no es informativo. Otros ya lo hacen bien y mucho más rápido. No os lo voy a negar, nace con un puntito de indignación. ¿Por qué? Pues porque la mayor parte de las cosas que leo por la red dan a entender que esta quiebra se produce por una profunda incomprensión de internet. Y aunque es uno de sus factores, me parece que la gente de «internet» nos estamos mirando demasiado el ombligo. La quiebra de MGM, desde mi punto de vista, es algo más compleja.

Mucho antes de que internet empezara a ser de uso masivo y mucho antes de que descargarse películas de internet tuviera sentido, la industria del cine ya estaba en crisis. ¿Y desde cuando eso es así? En realidad, el cine sufrió mucho durante más o menos, 30 años: de los años 40 con la aparición de la tele hasta los 70 en los que el sector se refunda. O sea, que se reencuentra con el público.

Es a partir de ese punto que tomo interés en la cuestión. Tras este reencuentro popular, la industria topa con nuevas estrategias para llegar a él. Yo me atrevería a decir que, en esencia, el cine descubrió en su enemigo a su mejor aliado; la televisión. Campañas de marketing para dar a conocer sus nuevas propuestas.

Pero la parte más interesante de esta nueva relación con la televisión es que encontraron una vía de negocio; los vídeos VHS. Los ingresos se multiplicaron y, aquí llega la clave, las pocas estrellas de la industria se cobraron su parte del pastel. Los ingresos se estabilizaron pero las demandas de los actores no.

Los economistas saben que cuando un mercado es «muy estrecho» (es decir, cuando hay poco donde elegir) el cliente acaba pagando un precio por encima del valor que aporta. Pero no puedes renunciar a el «producto» porque eso es garantía de fracaso. Así, las productoras pagaban cantidades irrecuperables para fichar a las Julia Roberts y Mel Gibson de turno y garantizar así el éxito. Éxito de público que no económico.

Ese proceso de gastos desmesurados no acaba aquí. La entrada en la era digital provocó una locura por generar los efectos especiales más increíbles. Recuerdo que cuando se estrenó Parque jurásico y Titanic se creaban empresas de FX que, para estar a la última, debían cambiar sus equipos informáticos ultramodernos cada 6 meses. Y quebraban una tras otra.

Y todo ello conlleva una consecuencia casi más escondida (y más debastadora) que las 2 ya comentadas. El público que la industria encontró en los 70’s era joven. Y se especializaron en cine para ellos. Pero la oferta de ocio, en especial para esta generación, aumentó exponencialmente. Sobre todo, las videoconsolas.

Existen más factores que me llevarían a extenderme más; modelos de producción, exceso de exhibidores y el consecuente exceso de copias, partners que están focalizados en otras áreas de negocio que intervienen demasiado en las decisiones estratégicas del sector, estructura de la cadena de valor…

Y es cierto que, en este entorno, llega internet que permite algo perverso: la industria genera algo de valor para el público que puede conseguir… ¡gratis! Y lo terrible es que no saben de qué manera ganar con todo esto.

La industria acabará encontrando de nuevo el camino porque la gente seguirá demandando ficciones. De eso no tengo ninguna duda. Cómo se consumirá ya no lo sé. Pero aunque internet pueda ser la estocada final a una industria en crisis, no es el único factor ni necesariamente el más importante. Dicho con otras palabras, la industria ya venía con la crisis de casa.

No reduzcamos las causas y los efectos de las cosas al ámbito que nosotros, como individuos, tocamos. Internet lo está cambiando todo, eso es verdad. Pero no convirtamos esto en una cosmovisión exclusiva y excluyente de otras realidades. Dejemos de simplificar o nuestras abuelas no entenderán de qué les estamos hablando.

Cometas en el cielo

Argumento. Dos niños amigos en una Kabul a punto de ser atacada por los comunistas acabarán por distanciarse a causa de una traición.

Breve crítica. La película es muy correcta. Visualmente es muy bonita, sobre todo el juego con las cometas. La historia está bien contada y llega a emocionar.

Valoración. 6/10

Género. Drama.

Director. Marc Forster.

Guión. David Benioff.

Actores/Actrices. Khalid Abdalla, Ahmad Khan Mahmidzada, Zekeria Ebrahimi, Saïd Taghmaoui, Atossa Leoni, Homayon Ershadi.

Título original. The kite runner.

Año de estreno. 2007.

País. USA.