El árbol de la vida

El árbol de la vida es una de esas películas con vocación de trascendencia de la que es imposible que se te escape un spoiler explicando de qué va porque lo importante es cómo va. El relato se centra en una familia y, en especial, en la relación de un padre y un hijo en la América de los años 50.

La propuesta de Terrence Malick es un interesante viaje por el yo del espectador, impriéndolo de multitud de subjetividades personales que hacen la interpretación del film un esfuerzo de buscar entre los rincones de tus vivencias. Personales. Algunas de ellas (las más) dolorosas. Y con voluntad de trascender.

Transposiciones, metáforas, escatología, relación con Dios… Todo ello de forma suave. Olvidando la relación causa-efecto típica del cine, dando pie a que el espectador rellene con sus vivencias los espacios vacíos. Sin hacer obligatorio una interpretación única y unívoca. Más bien provocando que el espectador se plante frente a un abismo que debe explorar en su intimidad. Fuera del marco propio del film. Más trascendencia…

El film se compone de una serie de episodios no necesariamente cronológicos en el tiempo. En primer lugar nos muestra el dolor de una familia tras la muerte de uno de los hijos. Un dolor penetrante, agudo. Las voces en off casi a susurros nos invitan a oir el silencio que deja la pérdida.

Enlazado de una forma tan sutil que casi escapa a la comprensión del espectador, enlaza con el capítulo más trascendente. En una secuencia que inevitablemente recuerda a 2001: Una odisea en el espacio, Malick se permite una disgresión profunda, casi diría mítica, de la creación del universo. Y la aparición de la vida.

El despliegue de artificio es considerable. La plasticidad y la belleza de cada plano es indudable. Por unos minutos nos recuerda nuestra pequeñez, casi ridícula. En mi opinión, surge una pregunta ineludible para la que jamás tendremos respuesta: ¿Qué sentido tiene tanto dolor por la pérdida de algo tan insignificante como una vida humana comparada con el Universo? Y, sin embargo, es inevitable. Terrible paradoja.

Las referencias a un Ser Superior (aunque la visión cristianas es evidente, me atrevería a decir que va más allá) palpitan en cada imagen. Los planetas se convierten en un vientre maternal dispuesto a cobijar nuestras insignificantes y, a la vez, preciadas vidas.

Y este capítulo lo cambia todo. Cuando la película recupera la historia de la familia siendo los hijos unos niños y cuando todavía no ha ocurrido la desgracia, todo pasa a ser algo más. La Tierra, brutal al principio, se amansa para criarnos. Tiene su propio líquido amiótico en el agua. El agua, como Dios, se convierte en fuente de vida. Y de muerte. Es la figura de algo Superior tan terrible y tan manso como la propia Tierra la que recorre todo el fluído. Y se transpone con Él.

Un niño, no directamente relacionado con la historia, muere ahogado en el agua. Y el protagonista, el hijo mayor que se acerca a la adolescencia con multitud de dudas, se pregunta por qué servir a un Dios que permite cosas tan terribles.

No es lo único que nos ofrece la Tierra maternal. Nos da herramientas para trascender: los árboles que, en su magnífico crecimiento, nos acercan a la casa de los dioses, el cielo. La Tierra, como Dios, principio y fin de todo. En ella fluye el agua. En ella crecen los árboles y sobre ella descansa el cielo.

Y entonces el protagonismo lo toma la relación del padre y el hijo. Tan amoroso como cruel, esclavo de sus propias aseveraciones. El niño tiene preguntas para las que no tiene respuesta. Y el padre, como Dios, le exige el cumplimiento de unas normas con las que él no es coherente. Y Dios vuelve a hacerse verbo, materializado en ese padre que no cumple con lo que pide. Que le ama, pero que también le maltrata.

Por último, un desenlace cargado de simbolismo. Liberador. En la actualidad, ese niño que perdió a su hermano, es mayor. Tan perdido como cuando era un inberbe. Un ascensor le acerca al cielo. Un cielo que le da la oportunidad de superar la muerte de su hermano. De mirar al futuro con otros ojos. Sus padres, su familia… Multitud de personas le reclaman que se dé una nueva oportunidad.

La película prácticamente cierra con el plano de Sean Penn (el hijo adulto) bajando por ese ascensor. Ya puede bajar a la Tierra. Por fin consigue escapar. Trascender de la muerte de su hermano y recuperar su vida propia.

Ni siquiera he hablado de los actores. Tanto Sean Penn como Brad Pitt están muy bien. La mujer, los hijos… Todos ellos hacen un enorme trabajo. Pero es tal la talla del trabajo de dirección que quedan como el mero acompañamiento de un trabajo brillante.

Si el film acabará trascendiendo su época o no es algo que sólo podrá decidir el tiempo. Historias tan intrincadas suelen dar la nota final pasados años. El trazo de su guión y la perspectiva de su fotografía, afinada con el montaje, me han seducido tanto que estoy seguro de que, cuando revisemos la nota, lo haremos al alza.

Google TV y el contenido de Hulu

 

Desde hace algún tiempo el futuro de Hulu ha ido en varias direcciones. Hemos hablado de un posible cierre sin más a una venta a la que algunas veces cuesta encontrarle el sentido. En este proceso estaban implicadas hasta ahora Amazon, Yahoo, y Dish Network con unas cifras entre los 1500 y los 2000 millones de dólares. Y ahora a esta lista, se ha sumado Google.

Casi sin que podamos saber cómo Google acaba metido en todas las guerras, desde el móvil hasta las redes sociales. En el vídeo ya andaba inmerso desde hacía tiempo. Ahora ya hace bastante tiempo compró youtube y con google TV se lanzó a la caza del contenido premium.

Google TV pretendía ser un inmenso agregador de contenido de calidad. Pero la experiencia fracasó por problemas, precisamente, con los contenidos. A su vez, youtube hizo un giro y comenzó a ofrecer contenido premium: desde eventos deportivos a conciertos de interés internacional. También sabíamos que Google TV iba a ser relanzado a finales de este año en USA y a principios de 2012 en UK.

El problema de Google TV es (o quizás era) la falta de ese contenido tan deseado por todos. Y sin contenido, no tiene sentido. Pero Google, que si de algo no tiene problemas es de cash, pretende con esta posible compra conseguir ese contenido por la vía rápida.

Siempre digo que a mi me genera muchas dudas la venta de Hulu. Si los actuales propietarios son los propios generadores de contenido, ¿qué garantiza que estos no venderán su contenido a otros? De todas maneras, parece que uno de los elementos del acuerdo es la exclusiva durante al menos 2 años.

Hay que reconocer que la suma es explosiva, o mortal, como la definen en webTV wire. No hay que olvidar las espectaculares cifras de audiencia que agrega Google en vídeo ya hoy. La guerra entre los distintos distribuidores de contenido se está tornando cada vez más fuerte y cada vez más global. No sé en qué lugar quedarán los players locales, pero su papel se hace cada vez más difícil de imaginar en el futuro. Seguramente acabará siendo residual.

Sería interesante debatir hasta qué punto es bueno que Google sea capaz de controlar todo el contenido que consumimos, sea del tipo que sea. Lo que es seguro es que busca su lugar y suele hacerlo con buen tino. El tiempo dirá cuál es el futuro de los contenidos.

El porqué de la inmersión lingüística en Catalunya

Hoy el TSJC ha dado el que puede ser el estoque final a la inmersión lingüística en Catalunya. Desde España y muy esporádicamente en Catalunya (creo recordar que hay 5 demandas en todo el territorio) se ha apelado al derecho de los padres a decidir el idioma en el que quieren escolarizar a sus hijos en base a una teórica libertad de elección. Eso y un supuesto riesgo de que los niños crezcan sin aprender el castellano.

¿De qué libertad de elección hablan? ¿Cuándo han tenido los padres libertad de elección en la escuela? Un padre en España no escoge qué estudia su hijo. Ni cuántas horas dedica a cada tema. Si yo fuera padre, no tendría ningún interés en que mi hijo estudiara latín, y ocuparía más horas con asignaturas de carácter técnico que facilitaran una teórica inserción laboral posterior.

¿Sabéis por qué no les damos libertad de elección? Porque sabemos que estudiar historia, sintaxis, o biología, quizás no les será útil a la mayoría a nivel laboral (a no ser que se dediquen a esas áreas en concreto), pero les ayudará a algo superior: vivir. Les dará herramientas.

Pero obviamente, alguien podría decir: entonces, ¿por qué no hacerlas mixtas, o directamente en castellano? Me justificaré.
Alguien realmente patriota, alguien que realmente quisiera toda aquella riqueza cultural que hay en España debería estar encantado con la idea de que en España haya el multilingüismo que tenemos. Y debería protegerlo.

La clave reside en dos preguntas de calado: ¿Cuál es la función de los colegios? y ¿dónde aprenden los niños?

La respuesta a la primera pregunta es que los colegios educan a los niños de forma integral. Es decir, todos las dimensiones de su persona. Pero obvian (o sólo los refuerzan) algunos temas porque se da por hecho que ya hay otros ámbitos donde aprenden esas cosas, como por ejemplo a coger los cubiertos o a comer con la boca cerrada. Es decir, que los niños no sólo aprenden en el colegio, lo que contesta a la segunda pregunta.

Los niños no sólo aprenden a leer en el colegio. Cuando se compran un libro o cuando cazan un diario en casa también están aprendiendo a leer. Y esa es la primera clave de la inmersión lingüísitica.

En Catalunya la inmensa mayoría de diarios que se publican son en castellano (hoy, gracias a la aparición del diario ARA y la versión en catalán de La Vanguardia se ha practicamente equilibrado los diarios que se leen en los 2 idiomas, no los que se publican). De unos 50 canales de televisión, no llegan a 10 los que son en catalán. En los cines, el 95% de las proyecciones son en castellano. Hay muchos más libros editados en castellano y, encima, leer en catalán es más caro.

Es decir, la inmensísima mayoría de los contenidos disponibles en Catalunya son en castellano. Además, hay poblaciones (enormes) catalanas en las que escuchar catalán en la calle no es fácil a causa de la enorme inmigración llegada de otras regiones de España. Y no hablo de poblaciones pequeñas, sino de algunas de las más grandes.

Ese es un aspecto que no puede descuidarse cuando se habla de educación. Mucha gente de mi edad (alrededor de los 30) no habla nunca en catalán porque los catalanoparlantes tienden a pasarse al castellano cuando están con alguien no catalanoparlante, por lo que no necesitan usarlo.

La presión del castellano, con 400 millones de parlantes en el mundo, es enorme, por lo que un trato idéntico en el colegio no es un trato igualitario. Comprender la diferencia entre idéntico y igualitario es esencial (y su contrario muy obtuso).
Pero, ¿qué pasaría si ello implicara que los niños sólo supieran castellano de una manera «no formal» tal como estuvo el catalán en la dictadura? La experiencia demuestra que esto es radicalmente falso.

Las calificaciones en castellano de Catalunya no son inferiores a la del resto de los españoles. De hecho, muchas veces son superiores. ¿Gente que se expresa mejor en catalán que en castellano? Por supuesto que la hay. ¿Y qué? Hay mucha más a la inversa. Incluso me atrevería a decir que muchos serían incapaces de construir una frase en catalán, cosa que a la inversa no conozco absolutamente a nadie.

La inmersión lingüística es, también, un modelo convivencial. Los niños nunca se han visto separados entre los «españoles» y los «catalanes». Eso entraña ciertos riesgos.

¿Intento decir que no hay nada de político en la decisión de la inmersión lingüística? Por supuesto que la hay. Como en el caso de su contrario, el modelo que ahora pretenden imponernos. El modelo actual defiende una Catalunya con identidad propia, con un idioma diferenciado, con una cultura que debería ser vista como una riqueza.

La inmersión lingüística es absolutamente imprescindible para salvaguardar un idioma que debería ser visto por todos como una riqueza forma parte de la riqueza cultura ya no española sino del mundo. España parece preferir la uniformización. Conste que un castellanoparlante nieto de inmigrantes confía en que no lo consigan.

Por qué el transmedia se impone

Gracias a un estado en de Héctor Milla en Google+ he descubierto una pequeña joya sobre transmedia en Tribecafilms más que interesante. El autor, Nick DeMartino, nos ofrece una serie de 3 posts en inglés que os invito a leer y que yo os resumo (como puedo) aquí.

La serie de post se titula Why transmedia is caching on (¿Por qué el transmedia se impone?) y expone los motivos por los que el autor está seguro que el transmedia será este mismo año mainstream.

Antes de nada, hago una pequeña acotación de a qué nos estamos refiriendo cuando hablamos de transmedia. Cada vez más las ficciones no vienen por un solo canal (cine, cómic, televisión, revistas…) sino que vienen con una estrategia global y con presencia en todos estos soportes.

Ya no se trata de hacer una película sobre Harry Potter sino que «disfrutamos» del mago por tierra, mar y aire. Eso es lo que conocemos por transmedia. Este proceso alienta una ficción mucho más «envolvente» y, además, más participativa por parte de los «espectadores».

Lance Weiler, que dirigió The last broadcast, una de las primeras películas rodadas en digital, está en un proyecto que define como storytelling sin límites. No hay fronteras entre las diferentes expresiones narrativas de una misma historia.

El autor expone 4 tendencias que alimentan este proceso imparable:

Cada vez los consumidores de ficción demandan más su papel en todo esto. Unas veces con participación de forma directa. El mínimo lo marca poder compartir con sus amistades opiniones y gustos, lo que condiciona el soporte.

Los creativos se ven obligados a crear productos que generen una mayor relación emocional entre aquello que ofrecen y el espectador. Las estrategias transmedia alimentan ese engagement. Brian Seth Hurst, CEO de Opportunity Management Company, sostiene que «la audiencia va a participar, no importa qué hagas. Así que, ¿por qué no construir la participación en la experiencia desde el principio?»

– A cada hora que pasa, el concepto trasmedia está más de moda. En el sector todo el mundo está hablando de ello (yo añado que ellos están pensando en USA, aquí sería más dudoso). Y eso hace que los ejecutivos hagan esfuerzos para no quedarse fuera de las nuevas tendencias.

El dinero está llegando. Y con él, los proyectos de éxito.

La cosa ha llegado al punto de que la PGA (Producers Guild of America, el gremio de productores de América) ha aceptado un nuevo crédito: Transmedia producer. Más allá de una cierta controversia que ha despertado, lo que demuestra es la importancia que está tomando el concepto.

Todo ello conforma la realidad en la que ahora vivimos. Algunos autores ya han hecho interesantes experimentos en esta línea. Grandes del cine como David Lynch o Peter Greenaway (casi todos ellos los calificaríamos como indis) ya han hecho o están a punto de hacer proyectos que trabajan en esta dirección.

Guillermo del Toro ha creado Mirada Studios con el objeto de unir el cine con los videojuegos. Y Christopher Nolan ha anunciado que tiene intención de hacer una versión de su película Origen en videojuego mucho más próxima a la experiencia de una película.

Susan Bonds, CEO de 42 Entertainment, cree que estamos dejando atrás la época de los earlyadopters. Pero eso no significa que todo esté en el punto adecuado. Como señala el productor y guionista de Lost y Heroes, Jesse Alexander, «no hay infraestructuras para hacer transmedia«. Eso obliga a «pedir prestado para obtener las herramientas».

De ahí surge una interesante reflexión: «Están surgiendo montones de experiencias excitantes y efímeras de transmedia en el mundo del cine, la televisión, videojuegos… Pero, ¿cuántos tienen un modelo sostenible más allá de 6 semanas?»

Es tan evidente que el transmedia plantea algunos retos difíciles como que acabarán por superarse en menos tiempo del que pueda parecernos. La industria camina a marchas forzadas en esa dirección. La inversión marcará el ritmo del proceso.

El vídeo online y la desintermediación

El otro día leía un interesante post de Gonzalo Martín sobre desintermediación. Os recomiendo su lectura porque profundiza en el concepto. Yo hago una pequeña definición del asunto y abro una reflexión.

Hasta ahora, si querías emitir contenido de vídeo tenías muy pocas opciones: o negociabas con una de las pocas televisiones que tenían licencia para emitir o te quedabas con las ganas. Con internet esa barrera ha desaparecido.

Aunque esto tiene algún  pero económico (no es fácil monetizar los contenidos ni es tan sencillo como subir el vídeo a un youtube), el hecho cierto es que ha cambiado muchas cosas. La más importante es que una cierta censura y condiciones draconianas mueren en este proceso.

En teoría, los 4 que ahora mandaban pierden control y capacidad de decidir. Y los procesos creativos, o las ideas poco representadas, las imágenes que, por escabrosa o por el motivo que sea, acababan en un cajón, ahora han cobrado nueva vida.

El elemento clave, desde mi punto de vista, es que se ha roto lo que se conoce como barrera de entrada. Hasta ahora, colar tus contenidos era carísimo y muy pocos podían hacerlo. Hoy, todo el mundo puede colgar su vídeo en internet.

Abro un pero que pocas veces he visto cuestionado. La enjundia del asunto es: antes mandaban 4 (tve, las 3 privadas y las autonómicas). ¿Y ahora? En realidad, hoy también tenemos un pequeño grupo de empresas, con intereses mediáticos, políticos y económicos que «controlan» de facto que vemos y hacemos en la red y que, por tanto, tienen un potencial censurador muy grande.

Los separaría en dos grupos: proveedores de streaming y proveedores isp.

Los proveedores de streaming son los servicios que permiten subir vídeos a la red y que luego los espectadores puedan verlos (youtube, vimeo, blip…). En realidad, tienen una capacidad enorme de censura. He vivido algún caso de cerca de algún canal honesto que ha sufrido el cierre y lo difícil que es reactivarlo (sin contactos diría que imposible).

En teoría las normas están claras. Y la inmensa mayoría de estos contenidos no son un problema para ellos. Pero eso no evita que hay un embudo. Como la mayoría de las personas buscan los vídeos en los mismos sitios, es imprescindible estar en ellos. Así, en España, no estar en youtube es no estar. Intermediación monopolística.

Por otra parte, estos mismos proveedores tienen también un buscador que te hace estar o no estar. Aquí es donde volverán a aparecer (y donde, de hecho, han aparecido ya) las nuevas barreras de entrada. O pagas mejorando las búsquedas de forma natural con SEO, o pagas por aparecer primero con SEM. O estás fuera. Nuevas barreras de entrada en los nuevos espacios.

Los proveedores de isp son los que nos dan conexión a internet (Telefónica, Orange, Jazztel…). Ellos saben exactamente el tipo de contenido y el contenido concreto que estamos consumiendo. Sobre esto sí que se ha hablado mucho: la neutralidad de la red (que el proveedor isp no pueda condicionar la velocidad o el acceso de nuestra conexión en función de los usos que hagamos).

Sabemos que estos ya han practicado una cierta censura, en especial con los sistemas P2P (contra los que tienen algunos intereses). Y, en este caso, volvemos a tener un nuevo embudo por el que hemos de pasar. ¿Qué pasa si un contenido afecta frontalmente sus intereses? Y una pregunta casi más interesante: ¿y si un contenido les interesa mucho?

No es que tema una censura a la antigua, pero sí con nuevas fórmulas: por ejemplo enterrándolos en los resultados haciéndolos inaccesibles y haciendo la conectividad a esos contenidos incómoda (reduciendo la velocidad y cosas similares).

¿Realmente estamos desintermediando o estamos colocando nuevos intermediarios con intereses distintos? ¿Qué tipo de contenidos encontrarán problemas para ser emitidos por la red? Hoy, todos aprendemos. Pero cuando estos players tengan claro de qué va esto, ¿cómo llevarán el agua a su molino? Preguntas que no sé cómo contestar…

 

Campañas antipirateo en vídeo

El IPR Center, que es un ente estatal norteamericano que centra sus esfuerzos en proteger los derechos intelectuales, ha hecho una campaña de vídeo muy interesante.

En mi opinión, la propuesta es utilizar los códigos de la red para evitar, precisamente, aquello que la red provoca.

A mi me parece que la solución a todo esto va a llegar por la vía de la mejora  de la oferta de los creadores de contenido. Pero que, mientras tanto, imaginen cómo llegar a los corazones de los internautas, me gusta.

 

Incognitas sobre la venta de Hulu

La vida de Hulu ha sido muy especial desde el primer día. Cuando youtube aún estaba buscando su modelo de negocio, Hulu hizo una apuesta que pronto dio resultados muy pronto.

La virtud y el defecto de Hulu ha sido el mismo: la voluntad expresa de sus creadores de convertirlo en un experimento. Haciendo un poco de memoria, recordemos que la FOX y la NBC (dos de los canales más importantes de USA) se cansaron de perder audiencia por el P2P y youtube y decidieron colgar ellos mismos el contenido.

Pronto aquello fue un éxito. El modelo era publicitario y ahora mixto (puedes verlo gratis con publicidad o pagando 7,95$ y sin ella). De alguna manera, dieron con la fórmula para que otros como Netflix supieran de qué forma iban a conseguir sus recursos.

Pero el propio modelo experimental de Hulu ha hecho que su historia haya sido muy heterodoxa. Las noticias han sido, casi siempre, sorprendentes. Y esto parece que esto está volviendo a suceder.

Ya en un principio sus propios creadores hablaban que, tarde o temprano, desaparecería. Pero hace unos meses sorprendieron con una salida a bolsa con la que pretendían generar 2 mil millones de dólares. Llamó la atención porque no respondía a lo que se esperaba.

Pero ahora la sorpresa es aún mayor. Hay rumores de que Hulu busca una salida y podría ser comprada por yahoo. Sinceramente, a mi me parece algo raro.

Hulu, como empresa, es algo especial. Sus proveedores son las propias empresas que lo crearon. De manera que el valor lo tiene el proveedor y no el canal (la propia Hulu). Si un día, sus proveedores decidieran dejar de servirle los contenidos (para hacer su propio portal, por ejemplo), ¿qué valor tendría el canal?

La pregunta clave es, ¿Comprarías una empresa en la que el proveedor el propio vendedor? ¿Por qué se lo quiere vender? ¿Te puede dejar sin contenidos en poco tiempo?

Si yo fuera yahoo todas estas cosas me preocuparían mucho. Es verdad que lo más probable es que a ellos también, así que con seguridad tienen respuesta a todas estas preguntas.

En todo caso, llama la atención el riesgo que parece estar dispuesto a asumir yahoo. Hasta ahora, tampoco es seguro que la operación se cierre. Veremos qué sucede finalmente y cómo yahoo resuelve todas estas amenazas.

La campaña de vídeo de Mango

Hace casi un mes Mango lanzó una campaña de vídeo marketing online. La propuesta es muy original. Promocionan la campaña Mango for Mango que consiste en que, si vas a una de sus tiendas con ropa usada de Mango, te ahorras el 20% de lo que te costó en tus siguientes compras.

Para promocionar la campaña han hecho, entre otras cosas, unos vídeo muy original e interactivo. Echadle un vistazo:

 

A mi me parece brillante. Es entretenido y te tiene un buen rato «jugando» con la modelo. Pero una campaña tan inteligente quedaría en nada si no cumpliera algunos requesitos:

– En primer lugar, es evidente que hacer la parte más importante de la campaña en vídeo es un acierto. No sólo estás jugando sino que, a la vez, te están enseñando los modelos de temporada. Además, con este vídeo, la marca se asegura que el mensaje llega con claridad y sin esfuerzo al consumidor.

Los vídeos tienen un segundo nivel narrativo. En una primera visualización te dedicas a jugar con los cambios de ropa. Pero, además, han añadido otros elementos al estilo ¿Dónde está Wally?, que también pueden buscarse. Cuando han intuído que todo el mundo había visto ya los vídeos, han anunciado en facebook y en el blog que pueden buscarse secretos y dan una segunda oportunidad al contenido.

– La duración del vídeo es la adecuada para atraer el siguiente click y, así, ver el siguiente vídeo. Todo ello aumenta el tiempo en el que tenemos a la marca presente. En pastillas de 1 minuto acabas por estar mucho más tiempo que con un solo vídeo más largo que no acabaría nadie.

– No es la primera vez que la marca hace cosas en vídeo. Sus seguidores de facebook han podido ver los últimos desfiles o, incluso, el agradecimiento por seguirles. Mango entiende que no hay mejor manera de comunicar que mediante la imagen.

– La campaña en si no la vería nadie si no hubiera detrás una campaña global. No se trata sólo de grabar unos buenos vídeos sino de acompañarlos de contenido, de contextualizarlos, de darles profundidad gracias a otros canales de comunicación que complementan el mensaje. No sólo los han subido a youtube sino que han creado una web donde darse de alta, han ido publicando los vídeos en su perfil de facebook o han colgado posts en el blog que complementan al vídeo.

– El objetivo es llevar a la gente a la web del alta. Este enlace es importante que aparezca en todos los vídeos. Como comenta Genis Roca, la base de datos de clientes no puede externalizarse.

La prueba del buen ejercicio de trabajo que Mango está haciendo es que tienen más de 2 millones de fans. El vídeo no puede ser una realidad independiente del resto de la estrategia de comunicación, no sólo de la online sino de la integral. El éxito de la campaña depende de ello.

Cultura(s) digital(es)

Ayer tuve la oportunidad de pasarme por el primer evento que se organizó en Barcelona de la innosfera. El tema eran las culturas digitales. Da mucho de si, ya que el contexto actual ha obligado a la mayoría de la sociedad a descubrir que esto de las redes sociales es más de lo que  puede parecer a primera vista.

Los ponentes fueron Dolors Reig, profesora de redes sociales y consultora CTIC en la UOC, Adolfo Estalella, que trabaja como antropólogo en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC, y Miguel del Fresno, doctor en sociología por la UNED.

Me sería muy difícil hacer un resumen y además creo que twitter lo hace mejor que yo. En todo caso, hubo bastantes perlas como puede verse en el enlace. Y si las contextualizamos, son aún más sobresalientes (vale la pena desvirtualizar).

Como ellos ya lo hicieron muy bien, prefiero dar mi punto de vista. Como a Miguel, a mi a veces me da la sensación que redescubrimos el perejil cada día. Y también me genera una cierta dificultad entender qué significa la expresión cultura digital.

Tengo la tendencia a percibir que la gente del sector, comprometida como está con las herramientas, tiende a sobrevalorar sus potenciales. ¡Cuidado! Eso no significa que sean pocos.

¿Cuáles son las grandes virtudes de las herramientas sociales y de internet más en genérico? Para mi dos:

Acerca muchísimo el conocimiento. Lo pone al alcance de la mano. Si quieres aprender de algo, es mucho más fácil conseguir la información. Una mente inquieta encuentra en internet material con el que alimentar su espíritu.

Conecta a las personas. Hace más fácil comunicarse con los que ya se comunicaba antes y aproxima a otros con los que nunca hubíeramos tenido relación. Obvio que tiene mucho que ver con el primer punto, pero tiene una significación emocional propia muy relevante. Por eso las separo.

En definitiva, conectividad.

Aunque estas cosas se han de decir con perspectiva, sí que parece que estamos viviendo un cambio de paradigma muy relevante. Una evolución que, en España, seguramente se hace presente con famoso SMS de «pásalo» y que tiene su versión actual con los indignados. Nuevas tecnologías pero reacciones similares.

Pero estas maravillas no pueden hacer suponer lo que no es. Tengo la sensación de que hay un discurso muy asumido de que el consumo y la televisión han enagenado al ser humano. Y que, por eso, la gente no piensa. Y que, gracias a las nuevas tecnologías, ahora la gente sí va a poder tomar decisiones. Yo creo que eso es hacerse trampas al solitario.

Mi opinión es que el ser humano tiende a alienarse porque la vida real conlleva preocupaciones. La forma de expresarse de esa alienación hoy es el consumo. Antes fueron otras cosas.

El conocimiento siempre ha sido una pastilla difícil de tragar. Conlleva esfuerzo, es lento y, los frutos tardan en llegar. No nos engañemos: la gente seguirá consumiendo los Sálvame del futuro porque la mayoría siempre optará por el escapismo.

Tomando una cerveza post evento, Javier Velilla me decía que él ahora puede leer el The economist y que antes no. Pero antes leer The economist era arduo. Y ahora… también. Lo que me lleva a pensar que Javier se está aprovechando de estos cambios. Pero no conozco demasiada gente que haga ese esfuerzo.

También hablando con Adolfo le decía que las propuestas de los indignados son las de siempre. Lo único que ha cambiado es el modelo relacional (que es muchísimo). Hasta el punto que quizás también cambie cómo nos relacionamos políticamente (algunos partidos, incluso de la derecha, están asumiendo parte del discurso e incluso, en Catalunya se está planteando la nueva ley electoral con aspectos propios de las plazas).

Lo que yo discuto es que el debate tenga más matices, más profundidad. El discurso no es ni más «inteligente» ni más «documentado». He ido varias veces a Plaza Catalunya a charlar con la gente. Y, más allá de que me encanta que la gente se movilice por cosas, no he tenido la impresión de que fuera un debate más maduro, menos maniqueo.

Esta revolución de acercar el conocimiento y a las personas las unas con las otras está cambiando muchas cosas. Lo que no va a cambiar es la naturaleza humana. Sus angustias persistirán. Y la actitud vital que eso conlleva, también.