El éxito y la autodestrucción

Kurt Cobain

 

El domingo pasado murió Philip Seymour Hoffman. Como comenté hace unos días , para mí , era uno de los mejores actores del momento. De hecho, con el que más he disfrutado últimamente. Teniendo en cuenta lo que me gusta el cine , es inevitable vivir su muerte como una gran pérdida.

También a raíz de su muerte , se abrió un debate en su muro del facebook de un amigo sobre los vínculos del arte , la creatividad y las conductas autodestructivas. Hasta qué punto la subversión que exige el Arte ( con mayúsculas ) implica actitudes que llevan al sufrimiento e, incluso, a la muerte.

Hay un hecho, y es que algunos de los personajes más creativos llevan una vida autodestructiva y caótica coherente con su arte; subversivo, rebelde, contradictorio, cargado de pulsiones… ¿Hubiéramos podido disfrutar del grunge , el rock progresivo o el postpunk sin el consumo de drogas ? Las mejores canciones de los Beatles son , esencialmente , psicodélicas . Sólo con Love me do nunca me hubieran interesado lo más mínimo.

Leyendo » Moteros tranquilos , toros salvajes «, un libro que describe los años 70 ‘s en Hollywood, descubres las experiencias lisérgicas con las que evolucionaron sus estilos los mejores creadores de lo que se conoce como el New Hollywood. Algunos de los más talentosos terminaron muriendo, como Hal Ashby, o dañaron su carrera, como Dennis Hopper .

Estoy seguro de que una parte muy importante del placer que siento al escuchar Tom Waits tiene que ver con su sufrimiento. Supongo que no tengo más remedio que agradecérselo. ¿Pero esto justifica los excesos de toda la gente vinculada al mundo del arte? Si por arte , entendemos la industria que hay detrás, hay multitud de actores o músicos que no destacan por su creatividad . Entonces, ¿Por qué también llevan vidas tortuosas?

Hay un TED maravilloso de Elisabeth Gilbert, la autora de » Come, reza, ama «, donde habla de esto . Ella explica que la causa de todo esto es el triunfo en el s. XVI del antropocentrismo. El ser humano pasó de poner a Dios en el centro de todo a ponerse a sí mismo. Siempre se hace una lectura positiva de esto: el ser humano necesitaba esto para ganarse la libertad que hoy tenemos.

Pero este desplazamiento del foco de un punto a otro fue completo. Dios abandona la responsabilidad y se la queda toda el hombre. También la responsabilidad de decidir. Y la de la calidad del arte. Los romanos, por ejemplo, pensaban que esta responsabilidad no recaía en el artista, sino en unos seres divinos a los que llamaban genios.

Que el genio estuviera no estuviera en el propio autor descargaba responsabilidad al artista. Pero desde el s. XVI se la ha quedado toda él: el éxito y el fracaso . Y todos sabemos que lo que hace que una pieza triunfe tiene que ver con elementos intangibles. Esto creo que explica la vida tortuosa de autores increíbles como Kurt Cobain.

Pero, ¿qué hace que Paul Walker , protagonista de Fast and Furious , se mate yendo en un coche como si estuviera haciendo una carrera? Por supuesto, no es su sentido del arte . ¿Y entonces? Un actor de este estilo ha triunfado: atractivo, rico, tiene las chicas que quiere, puede ser lo que quiera … ¿Por qué jugársela?

Pues por lo mismo: la responsabilidad. No la artística , por supuesto. Se trata de responder a ciertos estándares de vida. Y la exposición pública. Como has triunfado se espera de ti que sonrías, que hagas aquellas cosas que nos gustaría a todos hacer: vida intensa , relaciones explosivas aunque esto implicara que sean cortas …

A esto hay que añadir que nunca sabes por qué la gente se te acerca. ¿Gustas a las chicas porque eres en Walker o por tus atractivos intrínsecos (físicos, emocionales, intelectivos)? A la vez, todos le idolatraban, pero él tenía dolores de estómago , iba al váter y seguramente le caía la babilla cuando dormía . Y él lo sabía . Y también sabia que, después de una noche loca, al día siguiente se levantaba con mala cara y dolor de cabeza. El tópico de vivir en soledad rodeado de gente. Y dudo que esto sea satisfactorio.

No creo que haya demasiada gente preparada para tolerar presiones de este estilo. Difícil no volverse un egocéntrico. Difícil no querer apartarse de un mundo en el que no puedes confiar. Y las drogas se vuelven muy seductoras. Y si encima tienes una sensibilidad especial que nadie comprende (¡por eso es especial!), la insatisfacción se debe multiplicar hasta el infinito.

Y Philip Seymour Hoffman murió

Philip Seymour Hoffman

Cuando la gente me pide que haga listas de preferencias me ponen en un serio aprieto. Me cuesta mucho decidirme entre las 3 películas de acción que más me han gustado. Me pasa lo mismo con los libros, la comida, momentos de la vida… Los actores no son una excepción.

¿Actores que me gustan porque destacan? Sí, claro. Podría decir nombres que a todos nos vienen a la cabeza: Leo DiCaprio, Sean Penn, Johnny Depp, Ryan Gosling, Christoph Waltz… Y me dejo muchos. Hacer un ranking entre ellos me parece harto difícil. En cambio, y sin saber muy bien por qué, llevo años diciendo que mi actor favorito es Philip Seymour Hoffman.

No sé con seguridad cómo llegué a esa conclusión. Algo parecido me pasa con las actrices. No soy capaz de construir una lista, pero sé que Meryl Streep me entusiasma. Es la número uno en mis preferencias. Le doy vueltas a por qué se han vuelto tan importantes dentro de mi filias cinematográficas.

En el caso de Seymour Hoffman, puede que sea porque me ha llegó poco a poco. No sé con seguridad cuándo reparé en el talento del actor norteamericano. La gente se volvió loca con él en «Capote». Yo no la vi. Sigo sin haberla vista. Antes de esta película, ya había trabajado unas cuantas veces con un director que confiaba plenamente en él, Paul Thomas Anderson. Dos de esos films son «Happiness» y «Magnolia». Las dos las descubrí muchos años después.

Quizás sea porque era capaz de tocar registros muy diferentes. Interpretaba muchos tipos de personaje  y tenía una capacidad enorme para transformarse de un film a otro. Algunas veces gracias al maquillaje. Pero eso es algo que está al alcance de cualquier actor. En su caso, era una transformación real. Trascendia.

Creo que lo que más me apasiona de un actor es su capacidad de expresar mucho con muy poco. Creo que es una virtud de algunos cineastas en general: actores, directores, guionistas… Una simple mirada y te llegaban sus emociones. Perdedor, ganador, mente inquieta, brillante… Tanto da.

Justamente dos dias antes, en una cena familiar, defendí a Philip poniéndolo en mi altar particular. El día de su muerte, yo estaba dirigiendo un corto. Los rodajes son situaciones muy intensas de trabajo y de emociones. Estableces unos lazos afectivos con el equipo muy fuertes.

Hacía mucho que no me ponía a hacer un proyecto personal. Me enteré a través de un mensaje de mi hermana. «¿Te has enterado de lo de Philip Seymour Hoffman?». Primero el impacto. Después el «me sorprende sólo a medias». Finalmente una pequeña punzada de dolor. Pequeña, pero real. Y a seguir rodando, con una emoción especial.

Mi forma ir al cine es algo particular. No suelo informarme sobre lo que se estrena. Las noticias suelen explicar demasiado de las historias, cosa que aborrezco. Tampoco me relaciono con demasiados cinéfilos como para que me pongan al día. Así que prefiero ir a la sala y dejarme llevar por la sorpresa. Desde el domingo sé que, quizás tras un par de títulos, nunca más entraré en una sala empujado por su nombre en el cartel. Lo echaré de menos.

Nueva York en escena

Valoración: 5,5/10

Argumento. Un hipocondríaco director de teatro decide representar su vida (y todo NY) en un almacén.

Breve crítica. Explora una de las obsesiones de Kaufman, la veracidad. Me gusta el sentido del humor que transpira el texto. Todo y así, la obra se vuelve confusa, pierde el norte y con él el interés. Las interpretaciones son brillantes.

Género. Drama.

Director.Charlie Kaufman.

Guión. Charlie Kaufman.

Actores/Actrices. Philip Seymour Hoffman, Catherine Keener, Michelle Williams, Dianne Wiest, Emily Watson, Samantha Morton, Hope Davis, Jennifer Jason Leigh, Rebecca Merle, Barbara Haas, Tim Guinee.

Título original. Synecdoche, New York.

Año de estreno. 2008.

País. USA.

Magnolia

magnolia

Valoración: 9/10

Género. Drama.

Director. Paul Thomas Anderson.

Guión. Paul Thomas Anderson.

Intérpretes. Julianne Moore, William H. Macy, John C. Reilly, Tom Cruise, Philip Baker Hall, Philip Seymour Hoffman, Jason Robards, Alfred Molina, Melora Walters, Jeremy Blackman, Melinda Dillon, Ricky Jay, Michael Bowen, April Grace, Eileen Ryan, Genevieve Zweig, Thomas Jane, Luis Guzmán, Michael Murphy, Robert Downey Sr., Miriam Margolyes, Cory Buck, Henry Gibson

Tag line. Una serie de personajes, que arrastran cargas del pasado, veran cómo sus vidas se cruzan casi por azar. (crítica de Magnolia)

Lo mejor. La brillantez del relato.

Lo peor. Siendo muy puntilloso, lo que menos me gustó fue cuando suena el tema Wise up.

Título original. Magnolia.

Año de estreno. 1999

País. USA.

La duda

doubtValoración: 7/10

Género. Drama.

Director. John Patrick Shanley.

Guión. John Patrick Shanley.

Intérpretes. Meryl Streep, Philip Seymour Hoffman, Amy Adams, Viola Davis, Lloyd Clay Brown, Joseph Foster, Bridget Megan Clark, Lydia Jordan, Paulie Litt, Matthew Marvin, Evan Lewis, Dennis Albanese, Timothy J. Cox, Amanda Marie Florian.

Tag line. Una monja directora de una escuela desconfía de las intenciones del cura con uno de los alumnos.

Lo mejor. Las interpretaciones.

Lo peor. En algunos puntos, es demasiado teatral.

Título original. Doubt.

Año de estreno. 2009

País. USA.