Alberto Lacasa

Audiovisual, política y más allá

guion y cine

El éxito y la autodestrucción

Kurt Cobain

 

El domingo pasado murió Philip Seymour Hoffman. Como comenté hace unos días , para mí , era uno de los mejores actores del momento. De hecho, con el que más he disfrutado últimamente. Teniendo en cuenta lo que me gusta el cine , es inevitable vivir su muerte como una gran pérdida.

También a raíz de su muerte , se abrió un debate en su muro del facebook de un amigo sobre los vínculos del arte , la creatividad y las conductas autodestructivas. Hasta qué punto la subversión que exige el Arte ( con mayúsculas ) implica actitudes que llevan al sufrimiento e, incluso, a la muerte.

Hay un hecho, y es que algunos de los personajes más creativos llevan una vida autodestructiva y caótica coherente con su arte; subversivo, rebelde, contradictorio, cargado de pulsiones… ¿Hubiéramos podido disfrutar del grunge , el rock progresivo o el postpunk sin el consumo de drogas ? Las mejores canciones de los Beatles son , esencialmente , psicodélicas . Sólo con Love me do nunca me hubieran interesado lo más mínimo.

Leyendo ” Moteros tranquilos , toros salvajes “, un libro que describe los años 70 ‘s en Hollywood, descubres las experiencias lisérgicas con las que evolucionaron sus estilos los mejores creadores de lo que se conoce como el New Hollywood. Algunos de los más talentosos terminaron muriendo, como Hal Ashby, o dañaron su carrera, como Dennis Hopper .

Estoy seguro de que una parte muy importante del placer que siento al escuchar Tom Waits tiene que ver con su sufrimiento. Supongo que no tengo más remedio que agradecérselo. ¿Pero esto justifica los excesos de toda la gente vinculada al mundo del arte? Si por arte , entendemos la industria que hay detrás, hay multitud de actores o músicos que no destacan por su creatividad . Entonces, ¿Por qué también llevan vidas tortuosas?

Hay un TED maravilloso de Elisabeth Gilbert, la autora de ” Come, reza, ama “, donde habla de esto . Ella explica que la causa de todo esto es el triunfo en el s. XVI del antropocentrismo. El ser humano pasó de poner a Dios en el centro de todo a ponerse a sí mismo. Siempre se hace una lectura positiva de esto: el ser humano necesitaba esto para ganarse la libertad que hoy tenemos.

Pero este desplazamiento del foco de un punto a otro fue completo. Dios abandona la responsabilidad y se la queda toda el hombre. También la responsabilidad de decidir. Y la de la calidad del arte. Los romanos, por ejemplo, pensaban que esta responsabilidad no recaía en el artista, sino en unos seres divinos a los que llamaban genios.

Que el genio estuviera no estuviera en el propio autor descargaba responsabilidad al artista. Pero desde el s. XVI se la ha quedado toda él: el éxito y el fracaso . Y todos sabemos que lo que hace que una pieza triunfe tiene que ver con elementos intangibles. Esto creo que explica la vida tortuosa de autores increíbles como Kurt Cobain.

Pero, ¿qué hace que Paul Walker , protagonista de Fast and Furious , se mate yendo en un coche como si estuviera haciendo una carrera? Por supuesto, no es su sentido del arte . ¿Y entonces? Un actor de este estilo ha triunfado: atractivo, rico, tiene las chicas que quiere, puede ser lo que quiera … ¿Por qué jugársela?

Pues por lo mismo: la responsabilidad. No la artística , por supuesto. Se trata de responder a ciertos estándares de vida. Y la exposición pública. Como has triunfado se espera de ti que sonrías, que hagas aquellas cosas que nos gustaría a todos hacer: vida intensa , relaciones explosivas aunque esto implicara que sean cortas …

A esto hay que añadir que nunca sabes por qué la gente se te acerca. ¿Gustas a las chicas porque eres en Walker o por tus atractivos intrínsecos (físicos, emocionales, intelectivos)? A la vez, todos le idolatraban, pero él tenía dolores de estómago , iba al váter y seguramente le caía la babilla cuando dormía . Y él lo sabía . Y también sabia que, después de una noche loca, al día siguiente se levantaba con mala cara y dolor de cabeza. El tópico de vivir en soledad rodeado de gente. Y dudo que esto sea satisfactorio.

No creo que haya demasiada gente preparada para tolerar presiones de este estilo. Difícil no volverse un egocéntrico. Difícil no querer apartarse de un mundo en el que no puedes confiar. Y las drogas se vuelven muy seductoras. Y si encima tienes una sensibilidad especial que nadie comprende (¡por eso es especial!), la insatisfacción se debe multiplicar hasta el infinito.

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