Ayer TVC emitió el documental que ha ido ganando popularidad a cada dificultad que se le ha puesto para acercarlo al gran público. Se ha convertido en un éxito de audiencia (un 19% en un canal con un 1,4% de media) y ha generado un enorme buzz en las redes sociales. Incluso, una concentración a posteriori frente a las sedes de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona.
El documental retrata cómo, tras un desalojo policial de una fiesta okupa en el centro de Barcelona en 2005 donde un policía queda en estado vegetativo, 4 inocentes fueron torturados y acabaron en la cárcel. La tesis del documental es que hay todo un entramado corrupto que prefiere tener a antisistemas en la cárcel antes que reconocer un error. Y todo ello con el telón de fondo de la Barcelona “parque de atracciones” para turistas. Es como si detrás de las postales, la luz y el cosmopolitismo se escondiera una ciudad gris y corrupta.
El documental es sencillo en sus formas. Algo oscuro y tétrico. Sólo se concede luz cuando se trata de retratar esa ciudad para turistas, lo que la convierte en algo falso, artificial. Me recordo un poco al arranque de Blue Velvet de David Lynch, como si estos primeros minutos fueran una metáfora de las más de 2 horas de Ciutat Morta.
Siento que al documental le faltan voces del lado del “poder”. Falta el derecho a réplica. Pero eso no hace flaquear al documental. Su contenido es tan fuerte e incontestable, y está explicado tan en primera persona, que es imposible no conmoverse.
Algunas reflexiones:
1º/ Creo que la tesis no es acertada. Más que ver un sistema corrupto, lo que yo vi es un sistema incapaz de asumir el error. Frente a este, lo tapa amplificándolo y haciendo sus heridas aún más sangrantes.
2º/ Los más interesados en defender el contenido del documental es la gente que cree sinceramente en los cuerpos de seguridad. Son (somos) precisamente estos los que hemos de ser más exigentes. Mirar para otro lado sería terrible. Por eso, creo que el sistema ha de articular respuesta para este tipo de situaciones.
3º/ El documental profundiza poco en la persona que deja en estado vegetal al policía. Critica los silencios de la administración frente a los abusos policiales pero casi nada los de las más de 1000 personas que estaban en la fiesta okupa y que algunos de ellos seguro que vieron a quién lanzó el tiesto. Es evidente que el silencio de la administración es mucho más grave. Pero el mecanismo humano que lleva al silencio es el mismo; la autoprotección. Si como ciudadanos no somos exigentes con nosotros, difícilmente conseguiremos que las administraciones sean mejores que nosotros. Al fin y al cabo, esas personas también han permitido que 4 inocentes pasaran muchos años en la cárcel, que uno de ellos se suicidara y que un homicida esté en su casa.
4º/ Ha costado que TVC emitiera el documental a base de mucha presión cuidadana. Triste que haga falta eso. Pero no podemos perder de vista que, al final, no tenían ninguna obligación y lo han hecho. Preguntémonos si eso hubiera pasado en la otra televisión pública.
Si alguien no lo ha visto, puede verlo aquí;