Joan Ferran y la «costra» en Cerdanyola

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No hace mucho, el PSC lanzó una campaña a la que ha llamado Causa Comuna; Catalunya con vocación de unir a gente de distintas sensibilidades con el objeto de generar debate y, de paso, aprovechar para conocer a pie de calle las necesidades de la gente. En el fondo, nace en respuesta a la Casa Gran del catalanisme que, a su vez, ha promovido CiU. En este caso se trata de unir en la formación a gente de diversos talantes nacionalistas, en la que se enmarca la presencia de Tremosa como candidato europeo.  En su día, Pujol supo vender muy bien este concepto y ahora Mas quiere recuperarlo.

En el caso de la Causa Comuna, han puesto a diversos dinamizadores locales y uno de los de Cerdanyola es un buen amigo mío. Para la puesta de largo, me preguntó si me apetecía ir y le dije que sí.

En este caso, invitaron a Joan Ferran, portavoz adjunto del PSC en el Parlament de Catalunya, para que hablara de su libro Maleïda costra y los medios públicos autonómicos. Para los que no estéis situados, Ferran hizo unas declaraciones que trajeron bastante cola donde dijo que debía arrancarse la costra nacionalista de los medios públicos catalanes. Y todo ello enmarcado en una reforma de la ley audiovisual, que ha tratado de reducir el control político sobre el ente.

Varias reflexiones al respecto;

Cuando en su día leí las declaraciones me parecieron una barbaridad y que, además, señalaban muy directamente a un comunicador muy concreto líder de audiencia en radio. Aunque hoy me ha quedado reforzada la idea de que señalaba en especial a un periodista, he de decir que la cosa ha quedado muy matizada. En el fondo, no es tanto una crítica a CiU como a la aceptación de que todos los gobiernos, en su afan de controlar los medios públicos, acaban por dejar un poso difícil de neutralizar.

Él ha hablado mucho de darles una gestión lo más profesionalizada posible. Y, sinceramente, estoy convencido que cree en ello. Comparto su criterio, como la mayoría de la gente supongo.

El problema, para mí, va más allá. En primer lugar, los medios siempre de una forma o de otra, dependerán de los políticos. Tampoco podría ser de otra manera. ¿O tendríamos que soportar a un «gestor» que hundiera las audiencias sólo porque los políticos no pueden tocarlo? No, los políticos son y serán sus jefes. Segundo, el hecho de tener la más mínima ascendencia sobre los medios es un caramelo tan dulce, que casi es inevitable caer en la tentación de las presiones.

Tercero, igual que a un gerente le exigen explicaciones con el cierre contable, a un político le sucede eso en las elecciones. Así, por el mismo motivo que un gerente hará todo lo posible por acabar con números verdes, un político hará todo lo posible por ganar las elecciones. Por eso nunca algo público mantendrá una buena relación calidad-precio. Siempre sobrepagaremos los servicios que la administración nos brinde. ¿Por qué? Porque esa no es la preocupación del político. Lo importante es ganar elecciones.02

Y conste que no estoy diciendo que los políticos no puedan tener buenas intenciones. En el fondo, los ciudadanos hemos de reconocer nuestra parte de culpa. Como ha salido hoy, a los políticos les pedimos que no sean tacticistas y que no piensen sólo en mañana, pero a la vez les exigimos los resultados cuanto antes. El día que Zapatero se atreva a tomar las medidas dolorosas que esta crisis exige, le van a caer los golpes de todas bandas, por mucho que sean positivas.

Todo eso lleva a que, en realidad, si TV3 critica las obras del tunel de Bracons, que es una semichapuza por querer unir las sensibilidades ecologistas de Iniciativa y las posibilistas del PSC, es por culpa de la costra. Si en al programa del Bassas cada mañana llamaba alguien diciendo que estaba encerrado en un tren de la RENFE durante 1 hora, es culpa de la costra. Pero la realidad es tozuda y, especialmente Catalunya Radio ha cambiado toda su parrilla. Y las críticas siguen. ¿Sigue la costra?

Cuidado, esto ni es culpa de Ferran, ni es nuevo. Un informe en tiempos de CiU era mucho más duro de lo que lo ha sido Joan, y hablaba de quintacolumnistas señalando, por ejemplo, a Àngels Barceló. Y eso que eran ellos los que montaron el cotarro… Es decir, que los políticos siempre se han visto y se verán maltratados. Desconozco el caso de la BBC, que han puesto varias veces como ejemplo de televisión estatal muy imparcial. Pero aquí me parece inconcebible.

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He de reconocer que la charla se me ha hecho cortísima. Me hubiera encantado alargarlo unas horas más. Joan Ferrán me ha parecido una persona muy interesante y bien se valía pagarle unos cuantos cafés para charlar con él. Creo que ha sido muy franco y ha contado algunas cosas off the record. Los políticos suelen mostrarse incapaces de reconcer errores. En cambio, hoy ha mostrado algunas debilidades ideológicas que más que alejarme de él, me han aproximado. Algunas veces pienso que si fueran capaces de hacerlo en el terreno de la política, ganarían votos. Otras, pienso que los destruirían. Y cuando habla la cabeza, me inclino por lo segundo.

Muchas gracias a Joan Ferran por su tiempo y felicidades a los organizadores. Estoy seguro que conseguirán que esto no quede como algo endogámico y pobre, y acabará por ser lo que pretende, una nueva vía de comunicación con la ciudadanía, que buena falta nos hace.

Street view y el stop motion

Esta semana, Arnau Sans me enseñó un video en el que alguien había utilizado el Street view de Google para hacer un stop motion. Poco después me propuso reproducirlo en una carretera que baja desde el Garraf hasta la playa de Castelldefels. Sin pensarlo, acepté. Y creo que el resultado vale la pena…

Mar y Montaña en Street View from Buceante Johnston on Vimeo.
Esto viene a demostrar que nuevas tecnologías acaban provocando respuestas que los propios creadores no buscaban. De hecho, no sé dónde he leído que, en el fondo, era la reconstrucción de una deconstrucción. Brillante razonamiento.

Presentación «cómo cocinar tu marca»

Gracias a la invitación que me llegó vía facebook, ayer pude ir a la presentación del libro de Joan Jiménez «Cómo cocinar tu marca».

El libro habla de branding pero siempre pensado en clave red. Todo ello lo ha sazonado (y nunca mejor dicho) con metáforas culinarias para clarificar al máximo los conceptos.

En la presentación, Joan ha hecho gala de su habitual optimismo. Ya ha hecho fortuna en el ecosistema twitter la frase matutina; «todo está por hacer y todo es posible».

Lo que a mi, un absoluto profano en el tema, me ha llamado más la atención de la presentación es la distinción tan clara que hace entre el branding y el marketing llegando incluso a contraponerlos. En base a que la marca es cada vez más unipersonal, el proceso de venta está más apoyado en la persona (brand) que en un mercado (mark) que te indique qué comprar y qué no.

Como siempre, asistir a estos eventos te permite reencontrarte con gente interesante, como Xavier Güell, Marc Cortés o Toni Mascaró, y conocer gente nueva, como Eva Sanagustín. Y todo ello ambientado con un pica pica que ha puesto el restaurante Santa y que estaba buenísimo.

Os dejo el libro por si queréis leerlo.

View more documents from Joan Jimenez.

El gustazo del voluntariado

Os he hablado varias veces en el blog que estoy metido en una entidad de mi ciudad, Cerdanyola del Vallés, que nos dedicamos a pasar películas los jueves. También que, años atrás, fui monitor de esplai (para los que no seáis catalanes, es un centro infantil y juvenil de educación en el tiempo libre).

Muchas veces me han preguntado, más antes cuando estudiaba con un montón de ingenieros que de lo único que entendían era de la previsión de tener un gran trabajo muy bien remunerado, para qué dedicar tiempo de forma voluntaria a algo que no tiene un retorno económico.

Podría decir que la respuesta es que, en el caso del XISC, me gusta el cine y así puedo pasar las películas que me apetezcan en pantalla grande. Pero eso no sería verdad. La respuesta es este video;

Lo que te hace feliz es ver semana a semana gente que viene sin mirar qué película hacemos. Que da igual que hagas un documental muy arriesgado como el que proyectábamos («Madres»). Que la gente a veces te pregunta alguna cosa relacionada con la presentación que has hecho de la película (señal de que les has aportado). Que hay gente que, a pesar de las horas, se quedan después un rato para comentar la película o que algunos, incluso, vienen de Barcelona. Que eres la entidad que atrae más gente semana a semana al centro cívico Ateneu de Cerdanyola.

El gustazo es ver una sala así de llena (tenéis que pensar que éramos más de 100 ya que en esta sala caben más de 400).

De la crisis y políticos apalancados

No soy muy dado a colgar posts de política en el blog, pero en realidad es un tema que me apasiona y, además, creo que la situación es tan compleja que se lo merece. Voy a intentar contarlo desde una óptica nada partidista, sólo descriptiva de la situación, si es que eso se puede hacer.

Está claro que la sensación global de inestabilidad económica mundial (y local) no ayuda a que los políticos transmitan tranquilidad y moderación. Pero creo que, sobre esa carga añadida, la situación política de nuestro país ya de por si, es más que delicada.

La economía española tiene, sobre todo, 3 patas; Madrid, Catalunya y Euskadi. Ellas solas representan más del 40% del PIB y, además, son junto con Navarra las que tienen las rentas más altas. Y en las 3 comunidades se está dando en paralelo, una situación, cuanto menos, difícil.

Madrid está claro que es una comunidad pujante. Durante la última década se ha convertido en un modelo de crecimiento exponencial. Pero la cosa se ha vuelto más opaca por los ya sabidos conflictos institucionales. No sólo hablo de los espionajes porque creo que el caso Tamayo ya fue una muestra de lo que ahora está pasando; una clase política por encima del bien y del mal. A eso hay que sumarle que la comunidad y, sobre todo,  el ayuntamiento, tienen un nivel de apalancamiento exageradísimo que no sé hasta qué punto limita su capacidad de luchar contra la crisis.

En Catalunya gobierna el tripartito que cada semana encuentran un motivo para enfrentarse. A todo eso, hay que sumarle una deuda también record y un partido con la importancia social de CiU encabronado porque se siente desplazada de la poltrona. Y eso no sería un problema para el estado, si el PSOE tuviera alguien con quien pactar en el parlamento estatal.

Y aquí viene lo que, para mí, es una victoria en falso en Euskadi. Además de lo incómodo de un gobierno en minoría en la comunidad vasca, implica un cabreo considerable del único socio que le quedaba a Zapatero en Madrid. Y toda esa inestabilidad se traslada por vasos comunicantes al gobierno central.

Con lo cual, ya no es que tengamos un problema porque la capital del Estado tiene una crisis política de dimensiones colosales, ni que en Catalunya la falta de acuerdos lleva a la parálisis, ni que en Euskadi Patxi López va a estar solo ante el peligro. No. Lo terrible es que el gobierno central también se va a paralizar porque en cada votación va a perder todo lo perdible.

Pero eso no es lo más divertido. Porque si «sólo» ese fuera el problema, la solución pasaría por echar a Zapatero y poner a Rajoy y listos. Pero no, porque el nivel de crispación al que el PP ha sometido este país supuestamente defiendiendo una idea de España concreta, le ha alejado mucho de sus posibles socios CiU y PNV. El PNV me queda más lejos, pero  yo me atrevo a decirlo categóricamente con el caso de CiU. Sobre todo porque sus votantes no entendenderían que pactaran con PP como si aquí no hubiera pasado nada. Y, en mi opinión, si alguien cree que el votante de CiU no tendría ningún problema, es porque no ha entendido la situación. Para la federación nacionalista, pactar con PSOE o PP sería un suicidio.

Dicho con otras palabras, el aislamiento entre partidos es tan grande en todas las direcciones, que veo muy complicada la consecución de gobiernos estables en cualquiera de los 4 gobiernos de los que he hablado, a no ser que alguien se lleve la mayoría absoluta (excepto en el país vasco donde la cosa pasaría por un pacto entre partidos nacionalistas vasquistas). Y esa es una noticia pésima para nuestro país, más en el entorno económico que estamos.

Hay una mirada positiva y es que, puede que esta crisis nos haga sentir tanto dolor, que las cosas vuelvan a llevarse por un camino racional. Donde los partidos se den cuenta de que, al menos en algunos aspectos, los pactos de Estado son necesarios. Donde el enfrentamiento político no debiera significar dejar al rival fuera de juego insinuando es poco demócrata, discurso del que han participado todos y cada uno de los partidos. Donde arrimar el hombro en lo estratégico sea normal, como ya sucede en la mayoría de países de tradición democrática.

Ojalá seamos capaces de aprovechar esta «oportunidad». Y aunque mi fe en ello es pequeña, si no es en estas circunstancias, no sé cuándo aprenderemos a hacerlo.

el aroma del café, dia 2

Con hoy se acaba el grueso del rodaje, ya que apenas quedarán resolver algunos planos y alguna secuencia muy corta. Pero para conseguirlo hemos trabajado desde las 9 de la mañana hasta casi las 2 de la madrugada. O sea, 17 horas. No está nada mal…

Al llegar a casa, necesitaba relajarme un rato mientras escuchaba buena música. En este caso le ha tocado el turno a Norah Jones. 🙂

Si contamos todas las horas que hemos compartido Esther, Sara y yo (muchas de ellas en solitario y las que compartíamos con más gente era con personas que estaban «poco» rato con nosotros comparativamente hablando) desde el viernes suman 46, es decir, casi 2 días enteros. O lo que es lo mismo, si le restamos las horas de sueño, le faltan 2 horas para los 3.

A pesar del buen clima con el que hemos trabajado, el cansancio ha hecho mella y hoy ha sido un día bastante más duro que el de ayer, tanto en el plano intelectual como en el emocional. Todos nos hemos enfadado en algún momento, hemos tenido que soportar críticas y la parálisis que produce el ver que no avanzas, mientras la aguja del reloj no hace un alto contigo.

En lo personal, he tenido momentos de parar el rodaje sine die. De hecho, en algún momento he llegado a compartirlo. En realidad, no me he sentido realmente cómodo hasta que no hemos empezado a rodar la última secuencia. ¡Y para entonces eran casi las 10 de la noche!

Aunque el corto no está, ni mucho menos terminado, ya puedo hacer una valoración del proceso de grabación;

La decisión que tomé de hacer el corto casi sin equipo técnico ha tenido un coste (demasiado) alto, porque las personas que debían estar a cargo del sonido y el script (que se ocupa de la continuidad) se han descabalgado a última hora y me he quedado «colgado». Pero a la vez el tener que tomar decisiones que, hasta ahora, otros habían tomado por mí, me ha hecho aprender muchísimo sobre el trabajo de estos. Aún así, no volveré a embarcarme tan solo en algo tan grande.

Valoro positivamente la comunicación con los actores. Hasta ahora no me sentía demasiado cómodo cuando me pedían cosas. Y llegar al matiz se me hacía difícil. Esta vez me planteé como un reto ser capaz de transmitir la intención que buscaba a cada una de las frases y gestos. Aún estoy lejos de llegar a tanto, pero he mejorado mucho. Eso en el trabajo previo, porque en el de acompañar al actor en la concentración previa en el momento de la grabación todavía estoy muy lejos de lo que aspiro a tener. En esta ocasión he sentido la impotencia de no saber cómo ayudar a las actrices en los momentos en los que el texto se les ha cruzado.

Es la última vez que planifico jornadas de rodaje de 10 horas, porque eso acaba por dilatarse hasta las 12 o 14 horas. Y eso me lleva a no poder emprender proyectos de corto más allá de los 6 minutos. 12 son demasiados para 2 días.

Nunca más volveré a producirme yo el corto. El productor es una pata en la que te apoyas cada vez que quieres. No tenerlo me ha hecho sentir «solo» en algunos momentos (antes y durante el rodaje).

Algo que hasta esta vez no había valorado suficientemente es el estar alineado en necesidades con el resto de imprescindibles del corto a la hora de diseñar el plan de rodaje. Porque una de las cosas que más me ha desorientado han sido los constantes cambio.

No puedo acabar sin dar las gracias a todos los que estos dos días han puesto su granito de arena; Lluis, un crack de la fotografía y que más que un granito ha puesto un buen puñado, sobre todo, en el desarrollo del proyecto; Maica que, como siempre, sólo he de decir su nombre para que venga corriendo a ayudar; a Borja y sus rarezas ;-); Puri y Toni por la escena del bar; a mi primo Óscar que, algún día, con toda la razón, me mandará a paseo; y a Xavi, por hacer de muerto y, encima, tener que cargar con la pértiga.

[ACTUALIZACIÓN: ¡Dios mío! Me he dejado a Sonia, mi prima, que en un claro acto de inconsciencia, me dejó su casa. ¡Gracias también a ti!]

Y, como no, a ellas. A las actrices; Sara y Esther. Esther ha sido una fuente de generosidad, aguantando anímicamente cuando los demás no estábamos bien, o repartiendo consejos para mejorar (y vaya si nos servirán). Y todo ello con una sinceridad, a veces dificil de soportar, pero que daban en el clavo y te permitían reenfocar tus planteamientos. Además, tiene una facilidad para plantarse delante de la cámara sobrehumana. Sara también seduce a la cámara como le viene en gana. Además, de trato es excelente y goza de una capacidad enorme de aprendizaje. En estos 5 días la he visto crecer una barbaridad. Ojalá ellas puedan decir algo parecido de mí.

Como ya dije, ahora me encierro en el despacho otra vez, así que vuelve el trabajo solitario. Pero estoy seguro que las voy a enontrar mucho a faltar. Y no lo digo por quedar bien, sino porque lo siento así. Hasta ahora, todas las veces que había conectado tanto con alguien acaba con un par de días terriblemente nostálgicos y unos cuantos más en «olvidarme».

Así que, desde aquí, un beso enorme a todos ellos. Y, ahora sí, me voy a la cama, que ya es hora.

el aroma del café, dia 1

Hoy ha empezado el rodaje. Han sido casi 15 horas intesísimas. Hemos quedado a las 9 y media y llegábamos a casa sobre las 12 de la noche. Desde los típicos problemas a la hora de coger el material (donde siempre acaban por surgir imprevistos), hasta el miedo a la lluvia, que por cierto, permanece.

Ahora mismo estoy descargando todo lo que hemos grabado y me muero de ganas de hacer un visionado y eso que son casi las 2 y media de la mañana. Y esto no se ha acabado, ni mucho menos porque mañana seguimos.

Como experiencia personal me está siendo muy útil, porque me estoy teniendo que enfrentar a ciertas decisiones que otras veces otros habían tomado por mi. Además, en lo personal, tengo que agradecer a toda la gente de mi alrededor que nos está echando un cable porque, literalmente, sin ellos, esto no sería posible.

Mención a parte las actrices, claro está. Es alucinante el nivel que están dando en el momento más delicado de todos, el de lanzar la toma definitiva pues, o porque no queda más memoria, la batería está fundida o el tiempo se nos está comiendo. Después de las ganas que le están echando confío en satisfacer las espectativas depositadas.

La verdad es que me doy cuenta cómo una serie de decisiones que tomé en su día y que me parecieron correctas, ahora están entorpeciendo las cosas. Es positivo darse cuenta, pero no me perdonaría desaprovechar el caudal de talento que tengo en mis manos.

Por cierto, cuando estábamos volviendo, las dos comentaban lo «tocado» que te deja tener que grabar según qué escenas. Y cómo eso te va mermando emocionalmente. En cierto modo, estaban diciendo que estaban algo «bajas» (no sé si ellas utilizarían esa palabra). En ese momento no he querido decir nada. Las escuchaba mientras pensaba que yo no estaba mucho más fuerte. Es curioso como algo que has parido tu (ya sea desde el guión o desde la creación de personaje que hacen los actores) de repente toma forma propia para acabar en el terreno de lo real. Es algo que intuyo  no dejará de sorprenderme.

Mañana más!

El aroma del café, día 0

Estos días han sido muy intensos de trabajo para el corto. Después de un buen baile de fechas, al final, vamos a grabarlo este principio de semana.
La verdad es que lo estoy disfrutando a tope y estoy recuperando unas sensaciones que hacía mucho no sentía.
Recuerdo que cuando era monitor, lo que más disfrutaba eran las salidas de fin de semana. Implicaba estar algo más de 24 horas seguidas con la misma gente compartiendo algo que te hacía feliz.
Solía suceder que, cuando se acababa, lo intenso de lo vivido me llevaba un par de días con una cierta nostalgia. Pero era señal de que había disfrutado mucho de aquellas horas.
Aunque ahora no estoy conviviendo con las actrices, sí que estamos pasando mucho tiempo juntos. Y como está siendo tan fácil, sobre todo en lo que se refiere al trato personal, estoy notando algo parecido a lo que me pasaba en aquellas salidas con los niños del esplai.
Ahora pasaremos muchas horas juntos durante los próximos dos días. Y supongo que esa sensación que tengo aumentará.
Por lo que se refiere al corto en si, creo que la cosa apunta maneras. Los ensayos están saliendo muy bien, pero ahora llega la hora de la verdad. La hora de decidir definitivamente si una toma es buena o no. Si la intesidad dramática de un plano está en continuidad a otro plano que se grabó horas atrás pero que, en cambio, los espectadores verán uno detrás de otro.
Ya os iré poniendo al día…

P.D.: Por cierto, en el video habéis podido ver a Esther y Sara metiendo cuchara en el guión mientras yo perdía el tiempo con la cámara. 😉