Os he hablado varias veces en el blog que estoy metido en una entidad de mi ciudad, Cerdanyola del Vallés, que nos dedicamos a pasar películas los jueves. También que, años atrás, fui monitor de esplai (para los que no seáis catalanes, es un centro infantil y juvenil de educación en el tiempo libre).
Muchas veces me han preguntado, más antes cuando estudiaba con un montón de ingenieros que de lo único que entendían era de la previsión de tener un gran trabajo muy bien remunerado, para qué dedicar tiempo de forma voluntaria a algo que no tiene un retorno económico.
Podría decir que la respuesta es que, en el caso del XISC, me gusta el cine y así puedo pasar las películas que me apetezcan en pantalla grande. Pero eso no sería verdad. La respuesta es este video;
Lo que te hace feliz es ver semana a semana gente que viene sin mirar qué película hacemos. Que da igual que hagas un documental muy arriesgado como el que proyectábamos (“Madres”). Que la gente a veces te pregunta alguna cosa relacionada con la presentación que has hecho de la película (señal de que les has aportado). Que hay gente que, a pesar de las horas, se quedan después un rato para comentar la película o que algunos, incluso, vienen de Barcelona. Que eres la entidad que atrae más gente semana a semana al centro cívico Ateneu de Cerdanyola.
El gustazo es ver una sala así de llena (tenéis que pensar que éramos más de 100 ya que en esta sala caben más de 400).