Hace varios meses que no hago el repaso a las películas que he visto ese mes, así que incluiré en esta las de abril, mayo y junio. No he visto tanto cine como otros meses y en nivel no ha sido demasiado alto. Pero alguna pequeña joya ha relucido, así que procedamos a hacer la lista.
La recomendación, sin lugar a dudas, es una película sueca; La comedia de la vida es un montón de historias que retratan la condición humana con un notable sentido del humor. Como ya dije en la crítica que publiqué, es una comedia muy diferente a lo que estamos acostumbrados, con un ritmo lento, toques surrealistas y comedia física. Si tenéis ganas de encontrar una buena comedia que se aparte de lo convencional, no dudéis en verla.
La inesperada tiene algo de tramposo. En realidad ya la había visto y me gustó. Pero tuve que volver a verla para presentarla en el XISC y casi la redescubrí. Eso me hizo incluírla en la lista. Se trata de Yo serví al rey de Inglaterra, una comedia erótica que explica la historia de un trepa dispuesto a todo por el éxito. Vale la pena.
El peñazo sólo se lo podía llevar una película. Mira que he visto películas malas en mi vida, y estos meses he batido records de tragar bodrios. Pero es que Mentiras y gordas, por cierto con Ángeles González-Sinde entre los guionistas, es un tostón difícil de digerir. Yo tuve que hacerme una limpieza gastroduodenal. Básicamente vienen a ser unos niños con cara de rozar los cuarenta algunos de ellos, dispuestos a todo por sexo, drogas y…¿rock&roll? Qué va, estos sólo escuchan esa cosa electrónica que ponen en las discotecas.
Y la película del XISC, el cineclub del que soy socio, podrían ser muchas. De hecho, la comedia de la vida y yo serví al rey de Inglaterra forman parte de la lista. Pero me quedo con California Dreamin’, una especie de coktel de Bienvenido mr. Marshall y el Castillo de Kafka. El argumento gira en torno a un batallón de la ONU en plena guerra de los balcanes, sobre un tren cargado de material de alto secreto, que se queda bloqueado en una estación de un pequeño pueblo.
Estos meses no he recuperado títulos muy antiguos que merecieran la pena, así que poca cosa. De todas maneras, aprovecho el apartado para destacar Ciudad de Dios, que me parece una película más que digna y dibuja cómo se crea la corrupción en una fabela brasileña.
Así que, con esto y un bizcocho, hasta el mes que viene 🙂