En el anterior post sobre el panel de webTV comenté que no me gustaba la idea de llamar espectadores a los usuarios de nuestras webs. No me gusta porque un espectador está expectante, a la espera. Es pasivo. Y no creo que sea eso lo que define a los “espectadores” de mobuzz, que ya tiene una comunidad importante detrás. Mediante su newsroom, son los propios usuarios los que proponen los contenidos. Es por ello que no me parece buena idea ponerles ese nombre. Y lo hago sin ningún ánimo de despreciar una actitud espectante. De hecho, adoro el cine y es, con toda probabilidad, el arte en el que el receptor es más pasivo.
Este espectador-creador es alguien interesado en cocrear aquello de “consume”. Es alguien que se ríe con los resbalones de otros en youtube y luego cuelga los suyos propios. Estoy de acuerdo con Güell en que hay un evidente paso del espectador-pasivo al espectador-activo. Que decide qué ve, cuándo lo ve, dónde lo ve y que, incluso, propone los contenidos. Me ha gustado la forma en que Martorell ha expresado este concepto, al decir que será la mejor tele de toda la historia, por la libertad que esta aportará a sus usuarios.
Como dice Munyoki, es el paso de las élites al pueblo. Los costes se han abaratado tanto el proceso que cualquiera tiene una videocámara y un editor. Por eso, en un futuro deberemos ser capaces de integrar mucho mejor la voluntad del espectador-creador en nuestros propios contenidos.
Por supuesto, nosotros tendremos que aportar un valor añadido, porque para fusilar lo que hacen los usuarios ya existe el tubo. Pero no es menos cierto que estos tendrán que verse reflejados en lo que les ofrezcamos.
Hay un debate que me parece muy interesante. Para Güell, tendremos que ir educando al espectador-creador para que pase de consumir productos de baja calidad (los más vistos en youtube; caídas, y otro tipo de cosas tipo “videos de primera”, como lo define Gina) a productos mejor hechos. En cambio, Martorell, Munyoki discrepan y creen que el video-on-line-basura existirá siempre. Yo me alíneo con esta segunda opinión. En realidad, me parece que si la tv 1.0 ha sido una constante caída de calidad, no creo que suceda lo contrario en internet. Otra cosa diferente es que ahora mismo el público de calidad aún no conoce las posibilidades que le ofrece la red en lo audiovisual más allá del caca-culo-pedo-pis. Pero, aunque lleguen, la gran masa siempre irá a contenidos fáciles y “comerciales”. Y no está mal que sea así. Al fin y al cabo, no podemos aspirar a interesar a todo el mundo.
En definitiva, la clave estará en lo capaces que seamos de hacer partícipe al espectador-creador en la gama más variada de plataformas para permitir que se sienta lo más identificado posible.