Alberto Lacasa

Audiovisual, política y más allá

¿Cómo redactar la premisa?

(NOTA: Si has aterrizado aquí buscando en google, te recomiendo que antes leas la introducción al capítulo que encontrarás aquí)

En esencia; ¿qué elementos clave ha de tener la premisa?

1º/ Sobre papel; Hay que escribirla en papel. Nada de tenerla en la cabeza. El esfuerzo de ponerla negro sobre blanco no es en balde. Y descubrirás más de una vez que no la tenías tan clara. Si no, prueba a hacerlo y verás qué pasa.

2º/ Síntesis; Ha de ser corta, lo máximo posible. Cuanta mayor síntesis consigas, de mayor fuerza y sentido dotará a tu historia. Si te vas más allá de la línea y media, ya te has pasado. Recuerda que nuestra obsesión ahora es sintetizar al máximo. Lo ideal, una sola frase.

3º/ 3 actos; Yo creo que es necesario que la frase tenga tres partes, dando una idea del inicio (soldado torturado), de la trama (se aparta de su gente) y del final (descubre que les hace aún más daño). Con ello garantizas que tienes en cuenta todas aquellas partes clave de la historia.

Esto quedará mucho más claro cuando te cuente de qué va esto de los tres actos y los arcos de transformación de los personajes. Déjame apuntar algunas cosas.

Descubriremos que los protagonistas suelen ver las cosas de modo distinto cuando empieza la historia de cuando acaba. Por ello es importante que ese final que presentemos sea una consecuencia lógica de nuestro argumento, pero entrañe la contradicción con la que se enfrentará el personaje.

Puesto en la historia del ex militar. El hecho de que descubra que hace más daño a su gente cuando está lejos entra en contradicción con la idea que tiene al principio de apartarse. ¿Debe o no volver con su gente? ¿Se ha apartado de verdad pensando en ellos o quizás lo ha hecho por él mismo?

¿Ves lo que quiero decir? Déjame precisar. Más que contradicción, debe- ría haber utilizado la palabra conflicto. Quédate con esta palabra porque aparecerá mucho. Sin ella, la ficción no existiría.

Conflicto.

Es bonita, ¿verdad? Sí, bonita. Si lo tuyo es la ficción, la felicidad es muy poco fotogénica. Sin conflicto, no tendríamos cine. Eso sí que me parece terrible.

Si para el protagonista no es doloroso apartarse de su gente, ¿qué interés tendría la historia?

En la primera historia, la de los zombies, sólo tenemos a un matazombies. ¿Tiene eso interés? No. Pero quizás si tu amigo se hubiera parado a pensar, quizás hubiera llegado a la conclusión de que era mucho más interesante la historia de un tipo que descubre que su mujer ha desaparecido en un submundo y decide ir a buscarla para descubrir, al final, que en realidad ella es la líder de ese grupo.

Todo ello generará un conflicto muy serio en nuestro protagonista, que deberá decidir si la mata como ha hecho con los demás o, por el contrario,

perdonarle la vida. Y, de repente, todo ese montón de tiros sin orden ni concierto toma un sentido de unidad interesante.

Fíjate que ese descubrimiento de la mujer como líder sí puede explicarse en nuestra premisa. Y vaya si nos hubiera conmocionado.

4º/ Suficiente y autocontenida; La frase ha de ser autosuficiente y auto- contenida. Es decir, por ella sola ha de ser toda una historia, sin necesidad de más elementos. Has de poder contársela a un amigo. Si, cuando lo ha- ces, necesitas añadir detalles extra, es que eres igual que el de la historia de zombies; un pesado.5º/ Flexible; Por último, si tan importante es, una vez decidida, ¿es inamovible? Por supuesto que no. Todo es modificable. Pero pronto descubrirás que eso te va a pasar muy pocas veces. Y cuando eso suceda es porque tu historia se ha estancado o ya no te gusta. Es decir, sólo te pasará en momentos de grave crisis.

¿Te atreves a seguir? Sigue aprendiendo cómo evitar que la premisa te empuje hacia un tópico.