Alberto Lacasa

Audiovisual, política y más allá

¿Qué pasa?

(NOTA: Si has aterrizado aquí buscando en un buscador, que sepas que este post es parte de una colección de artículos para aprender a escribir, que puedes encontrar aquí)

Es el momento de desarrollar un poco la historia. Pero vuelvo a necesitar que seas sintético. 3 o 4 líneas son suficiente. Más, serían demasiadas.

Hasta ahora, si te has fijado, las 3 primeras preguntas eran útiles para desarrollar el primer acto. No es casualidad que la mitad de las preguntas se centren en él. Como dice Syd Field, es el acto más importante de la historia.

En cambio, esta pregunta es clave para el segundo acto. La respuesta     a esta pregunta debería arrancar con el primer punto de giro. No te obsesiones. Lo harás sin querer. Empezarás, casi sin buscarlo, con alguna frase que será proactiva por parte del protagonista. Ya sea; “Lucas, de un tiempo para acá, no puede quitarse de la cabeza a Marta, así que decide recuperarla. Hace mucho que no la ve, así que investiga donde vive”. Así, como ves, esta frase ya incluye, sin quererlo, un primer punto de giro; el inicio de la investigación.

Recuerda que las claves que mueven este acto es la “aventura” y debemos tener “miedo” por el protagonista. Aquí es donde los intereses del protagonista y del antagonista irán encontrándose cada poco. Nos ha de servir para que, cada vez, el protagonista esté más en una evidente inferioridad de posibilidades respecto a su antagonista.

Dentro de pocas líneas hablaré de esto, pero prefiero apuntarlo ya. Intentar escribir “¿qué pasa?” a la primera y de una sola vez es un acto suicida. Luego doy más detalles, pero es una buena idea que aproveches algunas de las ideas que has ido pensando y has ido apuntando en esa libreta, sin olvidar que sólo necesitamos 3 o 4 líneas. Si con lo que tienes, no hay suficiente, reescribe esta respuesta varias veces en diferentes momentos. Si dejas pasar unos días, será más rico.

También trabajaremos con profundidad cómo convertir estas 4 líneas, que hemos dicho que, en esencia, es el segundo acto, en casi una hora de película o en una media hora si se trata de una serie. Aquí, de lo que se trata, es de fijar las bases del argumento.

¿Te atreves a seguir? Sigue descubriendo cómo definir el final del relato.