El Secretario de Estado británico para el desarrollo internacional, Simon Foster, está en contra de su país y Estados Unidos hagan una alianza con el fin de atacar a un país de oriente medio. Sin quererlo, hace unas declaraciones que se interpretan como favorables, cosa que agrada al primer ministro británico y al presidente de USA. Así, unos y otros, harán todo lo posible por aprovechar esta posibilidad que les ha abierto.
No llevaba ni un minuto de película que In the loop me transportó a aquellos magníficos thrillers políticos de Otto Preminger. Con un ritmo trepidante te lleva a una crisis política de las de verdad, donde hay en juego muchas cosas. Donde los intereses de muchos confluyen y chocan con tal virulencia que te salpican en la cara. Donde no siempre queda claro qué postura es la más adecuada.
No recuerdo en los últimos años más que un film con ciertos aires similares; Spy Games y, eso sí, una gran serie; El ala oeste de la Casa Blanca. Son películas donde la tensión se vehicula a través de un diálogo sagaz y rápido. Donde se trata al espectador como una persona adulta capaz de ir más allá de los diálogos sacando conclusiones no necesariamente obvias.
Pero todo ello viene acompañado de un sentido del humor mordaz, que da dentelladas de tiburón a la política globalizada que, unas veces gozamos y otras nos somete. El público se ríe, disfruta viendo a unos políticos que, más allá de estar caricaturizados, resultan cómicos por lo creíble de su descripción.
El director, Armando Iannucci es un desconocido en nuestro país, aunque toda una celebridad en el Reino Unido. Por eso vale la pena dar algunos detalles de su forma de trabajar. El gran reto que se propone el director es que los actores aporten a la obra gran parte de su talento. Para ello casi les exige la inclusión de morcillas (frases improvisadas) e, incluso, propone réplicas a un actor sin avisar a su partener del cambio, de manera que el segundo queda sorprendido y no tiene más remedio que buscar una respuesta adecuada al personaje.
Todo ello, que al principio parece impresionar a los intérpretes, ha dotado a la narración de una velocidad y un verismo muy difíciles de ver en la gran pantalla. Iannucci ha conseguido que sus actores y actrices (James Gandolfini, el protagonista de Los Soprano, Peter Capaldi, haciendo las veces de un malhablado asesor presidencial, Mimi Kennedy o Anna Chlumsky, la niña de aquellos enormes ojos verdes de Mi chica ahora ya con casi 30 años, entre muchos otros) hagan un trabajo excelente.
In the loop es, por tanto, una película ante todo de actores. Por ello, os recomiendo que vayáis a verla en versión original o perderéis buena parte de la esencia de su trabajo. Ya expliqué los por qués de esta decisión. Aunque es cierto que, si no entiendes el idioma, hablan muy rápido y, en varios momentos de la película, se pisan. Los subtítulos corren y hay que estar muy atento.
Aunque la historia tiene inspiración evidente en el inicio de la guerra de Irak, no habla de ninguna guerra en concreto y tampoco hace aparecer los presidentes ni habla de su partido político. De manera que nadie puede sentirse ofendido por lo que está viendo a la vez que los critica a todos. Ese es, para mi, uno de los mayores aciertos del film.
En definitiva, In the loop es una de las mejores opciones, más inteligentes y divertidas de cuantas hay en nuestras salas. No dejéis pasar la oportunidad de verla u os arrepentiréis con el tiempo.