Películas de Julio 2009

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Pues nada, vamos al repaso mensual de las películas que he visto y que recomiendo y, claro, aquellas con las que es mejor no perder demasiado tiempo.

El mes de Junio ya recomendé una película sueca como la comedia de la vida. Esta vez vuelve a tocarle a una película sueca mucho más conocida. Se trata de Déjame entrar y, sinceramente, creo que hace recuperar el interés por un género que, a nivel creativo, hacía años que no encontraba nada. Aquello que Anne Rice intentó con gran éxito cuantitativo pero escaso cualitativo, esta película lo dibuja con casi perfección; vampiros con conflictos. Y lo mejor es que lo consigue haciendo a niños protagonistas en una película para adultos, experiencia que suele acabar en drama. No la historia sino el resultado. Para todos los que quieran ver una película vampírica o de amor. Sirve a la perfección a los dos públicos.

En la inesperada voy a poner un clásico porque, he de reconocer, yo no la conocía. Se trata de un musical (veréis que este mes he visto un buen puñado de los mejores). Se trata de All that jazz. Es de Bob Fosse, el mismo director de Cabaret y, aunque sigue un tono parecido a esta, a mi me parece mucho más interesante. Los temas de fondo son muy parecidos, la superficialidad, el mundo del espectáculo, el no pensar en el mañana mal entendido… Una auténtica joya de la que nadie me había hablado pero que os recomiendo muchísimo.

Y el peñazo es para… ¡Sí! Happy, un cuento sobre la felicidad. ¡Valiente tostón! La protagonista es como Barbra Streisand, que continuamente hace chistes como riéndose de todo y como autocompadeciéndose de sus problemas. Acaba por hacerse odiosa. En algunos momentos piensas que eres muy listo porque aciertas todo lo que va a pasar, pero no. Es la película, que de mala es previsible.

Y el clásico, esta vez hay muchos, sobre todo musicales. Es muy difícil escoger uno en concreto porque, aunque las notas que voy poniendo puedan estar muy claras, están puestas en un momento en concreto y todas podrían bailar un punto arriba o un punto abajo. Y cuando las miras con perspectiva no es tan sencillo.

De todas formas, me quedo con un tranvía llamado deseo. Vivien Leigh hace una de las mejores interpretaciones que he tenido la oportunidad de ver. Destaca a pesar de que al lado tiene a auténticos monstruos como Marlon Brando o Karl Malden, que también están increíbles. Además, el título me encanta por lo sutíl que es. Es el retrato de una mujer enloquecida por tener un marido. Yo me quedo sin palabras, no soy capaz de explicar lo que sentí, así que mejor verla.