Tu consola como Set Top Box


Cuando por fin nos libramos de acumular diferentes tipos de aparatos de vídeo, DVD y similares, nos amenazaron con llenar las proximidades de nuestras televisiones con decodificadores de satélite, TDT’s, consolas…

Estos aparatos son conocidos como Set Top Box, que la traducción más directa que se me ocurre es caja que se pone encima. De la televisión, se entiende. Hemos tenido y aún tenemos algunos de estos aparatos. Pero el hecho cierto es que generan incomodidades y hacen difícil la gestión del espacio.

Igual que en otras áreas de la tecnología, se hace evidente que la convergencia de aparatos señala el futuro. Aún así, empresas tan relevantes como Apple o Google lanzaron sus Set Top Box con el objeto de ocupar ese mercado.

Sin embargo, leo en Web TV Wire que, según un estudio de Strategy Analytics, el pastel se lo están llevando las consolas. Tanto la Xbox 360, como la PS3, o la Wii permiten ver contenido bajo demanda. En USA, el 15% del consumo que se hace de VOD (Video On Demand, vídeo bajo demanda) se hace desde consolas, que es una cifra superior a cualquier otro aparato.

Web Wire TV señala como significativo que el 65% de los usuarios de consolas que ven vídeos con su aparato tienen menos de 25 años. Sinceramente, a mi me soprende poco.

Siempre me ha dado la sensación que tener una cajita para poder ver unos cuantos canales te lleva necesariamente a la indeseable situación de tener miles de aparatos y mandos acumulados en la sala de estar. En cambio, tiene mucho sentido que aparatos que ya ofrecen un valor añadido real incluyan la posibilidad de consumir VOD.

La fuerza del vídeo preroll

Veo en reportarte una entrevista a Eduardo Madinaveitia y a Mapi Merchante, Director General Técnicoy Directora de Investigación  de Zenith Media, donde exponen algunos datos interesantes sobre la fuerza del vídeo online y de la publicidad preroll.

Como sabéis, los anuncios preroll son aquellos vídeos publicitarios que aparecen antes de que veamos el vídeo que, de verdad, deseamos ver. Zenith ha hecho un estudio para ver el impacto real que tiene sobre nosotros este y otros formatos.

El estudio tiene dos patas: una cuantitativa y otra cualitativa. Respecto a  la cuantitativa, han hecho un eye-tracking. Esta tecnología permite saber qué lugar de la pantalla estamos mirando. Así, saben qué vemos y qué no. La cualitativa ha consistido en una encuesta para ver qué recordamos de lo que hemos visto.


Las conclusiones más importantes son dos: los vídeos preroll tienen un impacto visual del 100% (es decir, los vemos siempre) y un recuerdo del 47%, que es altísimo. A este respecto, algunas reflexiones:

– Las cifras son espectaculares. Tan altas que, incluso, cuestan de creer. Creo que todos hemos cambiado de página o pestaña del navegador mientras esperábamos que el anuncio se acabara para ver el vídeo que, de verdad, nos interesaba. Es posible que, en el marco del estudio, el patrón de navegación de los usuarios sea algo diferente. En todo caso, si las comparamos con las que da su hermana la televisión son mucho mejores aunque pueda haber un cierto sesgo.

– Si comparamos la fuerza del vídeo con otros soportes publicitarios del propio internet, este sigue teniendo unos datos infinitamente mejores. Por tanto, es lógico pensar que el futuro pasa por aquí (más visto su crecimiento). Las marcas han de estar y querrán estar aquí.

– La publicidad en vídeo está ya muy consolidada en televisión. Tiene un lenguaje definido que entra en contradicción con la publicidad tal y como se entiende en internet. Los publishers suelen utilizar en su argumentario cosas muy «medibles» como el CTR. Pero la televisión vende sensaciones, emociones. En una palabra: marca. El sector creo que tendrá que entender que es importante dejar de vender clicks.

– Estos datos tan buenos que sólo se pueden entender desde la perspectiva de que la saturación hoy es poca. Es evidente que estos datos empeorarán con el tiempo. Esto marca una ventaja competitiva para el que empiece a hacerlo primero. Ganar cuota de mercado es muy caro. Cuando la publicidad en vídeo online sea más común el efecto será menor, por lo que, como en televisión, será más un juego de suma cero. Pero hoy sí que es una ventaja competitiva.

– Aunque hablo de que la saturación se incrementará con el tiempo, sostengo que su efectividad será mayor de lo que es hoy la televisiva. La explicación reside en el hecho de que la publicidad en internet es y será más «vertical», más «sectorial». Más cercana a los intereses del espectador. Los hombres, dejaremos de ver anuncios de compresas. Las agencias de publicidad tienen por delante el atractivo reto de transformar el clásico anuncio de televisión en algo más adaptado al medio.

El futuro de España

Montones de gobiernos en el mundo están sufriendo las consecuencias de la descomunal crisis internacional, que parece vuelve a agravarse. La situación del gobierno de España es aún peor, porque la crisis interna causada por la pésima gestión de Zapatero y Aznar, está barriendo cualquier rastro de poder en el partido de los socialistas españoles.

Digo muchas veces que yo no tengo bola de cristal, así que mi capacidad de predecir el futuro es nula. Pero eso no persuade de disfrutar intentando imaginar el futuro. Y ya sabéis que una de mis pasiones es la política, así que me aventuro a explicar cómo veo la próxima legislatura con plena conciencia de que 4 años son muchos para aventurarse a acertar las cosas que pasarán.

Asumo casi como un hecho que Rajoy ganará las elecciones con mayoría absoluta o con una amplísima mayoría. Las encuestas son muy categóricas. Aun creo factible que algunos votantes del PSOE no se atrevan a decir la orientación de su voto después del desastre de estos últimos años de Zapatero. No les culpo. Eso haría mejorar algo los resultados de Rubalcaba. Pero no parece que vaya a ser suficiente.

Una vez gobierne Rajoy, la pregunta más importante que ha de hacerse un político es si el entorno va a ayudarle, como hizo con Aznar o con los primeros 4 años de Zapatero, o si va a perjudicarle. Todo apunta a que 2012 será un año difícil. Respecto a los siguientes está por ver. Pero, en todo caso, los expertos dicen que los salarios españoles están entre un 20% y un 30% sobrevalorados. Esto implica casi con total seguridad o altas tasas de paro o grandes reducciones de poder adquisitivo o las dos a la vez. Y no parece que un gap tan enorme pueda reducirse en poco tiempo.

Además sigo con la sensación de que los pisos están demasiado caros. Si a eso le añadimos la reducción de poder adquisitivo, el reajuste en el precio de la vivienda debería ser aún mayor al 20% que ya llevamos. Además, no creo que proceso no sea rápido. Como es lógico, a las personas y los bancos les cuesta asumir que son mucho menos ricos de lo que decían sus cuentas hace apenas 4 años.

De todo ello, deduzco que el futuro presidente no lo va a tener fácil en ninguno de sus 4 años. Así que esta victoria tiene algo de envenenado. Además, intuyo que Rajoy va a tener dos problemas a añadir en la lista:

Rajoy es un tipo moderado. No hace falta ser españolista y de derechas para ver eso aunque esos sean los ejes que mueven su discurso. Pero esa no es una ventaja para él. En realidad, le plantea dos problemas graves: uno de orden ideológico y otro identitario.

Rajoy va a tomar las riendas de un país con un déficid enorme. Se va a ver obligado, como Artur Mas, a recortar mucho y muy rápido. Esto es impopular y, además, las prisas llevan a cometer errores graves (como de hecho le ha pasado a Mas). Los sindicatos durante estos 4 años han estado entre la espada y la pared. No podían quedarse en casa porque la situación era lo suficientemente grave como para convocar huelgas pero eso significaba facilitar el camino a la Moncloa de la derecha. Pero una vez la derecha manda, es mucho más sencillo realizar paros. E intuyo que tendrán un enorme éxito.

En lo identitario, Rajoy se va a ver obligado a optar por un camino moderado que creo que le dicta su forma de ser o por las directrices del ala dura de su partido (Mayor Oreja, Aznar, Aguirre…). Es evidente que este sector pretende aprovechar la crisis para recortar competencias autonómicas.

Si Rajoy opta por hacerles caso, puede que sume votos en Castilla pero el independentismo, al menos en Catalunya, crecerá exponencialmente. Y eso le generará dos problemas: la eliminación de un posible socio en el futuro (CiU) y un serio conflicto secesionista. Y me cuesta creer que Rajoy se sienta cómodo con ello. Atentos al crecimiento y consolidación del independentismo en Catalunya.

Si opta por no hacerles caso, que intuyo que es lo que le pide el cuerpo, la prensa madrileña de derechas (quitada La Razón, dirigida por Paco Marhuenda, con el que colaboró en el ministerio de interior) va a atacarlo con violencia. Y algunos de esos poderosos «amigos» pretenden moverle la silla.

Rajoy es inteligente y astuto, pero el entorno con el que va a tener que lidiar es tremendamente complejo. Los golpes le van a llegar desde la izquierda con montañas de demagogia y desde la derecha con españolismo rancio. Los sindicatos van a salir a la calle de forma constante. Y la crisis se le alargará casi toda su legislatura.

Por ello, mi apuesta es que Rajoy va a ser el primer presidente en ganar la mayoría absoluta en su primer gobierno y en perder las elecciones en las siguientes votaciones. El que venga detrás lo tendrá mucho más fácil. Tocará crecer. Guardo la bola de cristal y de aquí a 4 años vemos lo mucho o poco equivocado que estoy.

La pésima gestión económica del PP

Llegan las elecciones y los resultados parecen cantados antes de empezar. No sólo el PP va a ganar las elecciones sino que lo hará de forma abrumadora. Y es curioso porque nuestro país es un país de pocos consensos. Nos peleamos por casi todo: el terrorismo, la articulación nacional del estado, las políticas sociales… En cambio, hay un cierto consenso en que el gobierno del PP, liderado por el inefable Don Jose María Aznar, hizo un buen trabajo en lo económico.

En 8 años, redujo el paro del 25% a casi un 10%, a pesar de que el número de afiliados creció a un ritmo enorme: de unos 13 millones de afiliados a casi 18 millones. Además, entramos en el euro reduciendo el déficid público por debajo del 50% del PIB y el crecimiento medio anual fue siempre alrededor de 1 punto superior al del resto de Europa. La renta per capita creció hasta los 23.300 €. Nada mal, ¿no?

Pero, ¿de verdad esos datos eran tan buenos? Yo tengo serias dudas, que es una forma de decir que tengo enormes certezas.

Dejadme que antes cuente una pequeña historia: Un joven guapo y simpático consigue superar un casting para presentar el nuevo programa franquicia de TVE. De malvivir de casting en casting, cobra un sueldazo anual que la mayoría de los mortales ni siquieran pueden imaginar.

Nuestro guaperas se mete en el ritmo de vida que su nuevo salario le permite. Se compra un coche caro y una casa con un jardín enorme. Pero un día, las audiencias espectaculares caen. Es algo normal y hasta previsible. El guaperas lo asume sin problemas seguro que a un crack como él lo ficharán para potenciar un nuevo proyecto.

Los nuevos proyectos que inicia no cuajan y se granjea una fama de cenizo. Se convierte en un cadáver televisivo. No cuento algo que no haya pasado. Hay montones de ejemplos. Y el guaperas ahora tiene un problema: con lo que gana no puede pagar las reparaciones y la gasolina de su coche, por no hablar de que su jardín se convierte en un museo botánico de malas hierbas.

La pregunta es: ¿Cuándo tomó las decisiones equivocadas? Sin duda, cuando no comprendió que lo que cobraba eran ingresos extras y que sus gastos no podían fijarse en función de lo que estaba ganando en ese periodo de tiempo. Después ya era tarde…

Si volvemos a España, ¿Cuál es la raiz del problema económico de España? Yo señalaría tres: una productividad muy baja combinada con una burbuja enorme en la construcción e inversiones públicas desmesuradas e inútiles.

Pensar que la culpa de la burbuja es cosa de Zapatero sólo puede pensarlo un sectario. Los datos hablan muy claro. Durante el gobierno de Aznar el precio de la vivienda subió más de un 200%. Los datos dan a entender que las desgravaciones fiscales fueron a parar directamente a los bolsillos de los promotores y constructores.

Incluso, en 2002, el presidente del Banco de España, Caruana, ya dio avisos de los peligros de las políticas que estaba llevando a cabo el gobierno. No sólo eso, sino que Montoro, ministro de economía en aquel momento, le contestó que el endeudamiento de los españoles era bueno para la economía.

No estoy seguro pero, quizás, si las plusvalías se hubieran reinvertido bien, el problema se hubiera minimizado. Pero lo que se hizo fue crear aeropuertos donde no hacían falta (tenemos más aeropuertos de pasajeros que Alemania o Francia), fiestas varias que han acabado en campos de asfalto desiertos (expos de Sevilla y Zaragoza, el Forum de Barcelona, la caja mágica de Madrid). Y en la red de alta velocidad radial  más larga del mundo después de China. Y sin una base económica.

Estas dos primeras causas alimentan la tercera. Durante los años previos a la crisis, la productividad neta de España quitada la construcción ha sido cero. Has leído bien. Cero.

Como sé cómo se leen estas cosas en este país diré algo que en un sitio serio no haría falta: Esto NO es una defensa a la política del PSOE ni de Zapatero. El precio de la vivienda con Zapatero siguió tan disparado como con Aznar. Las desgravaciones no se eliminaron y las inversiones no sólo se han mantenido sino que se han aumentado los kilómetros de AVE. Es decir, la misma política lamentable.

Lo que intento señalar es que es falso que los años de Aznar fueran buenos desde lo económico (algo en lo yo creí). Que Rato y Solves no fueron tan diferentes como ministros de economía. Y que ahora, como ese presentador que no puede mantener ni su jardín ni su coche, estamos pagando las consecuencias de sus políticas. Y me temo que así seguirá por mucho tiempo…

Estrenos simultáneos en cines y VOD

Puede que no te suenen las siglas VOD. Es un acrónimo en inglés que significa Video On Demand, es decir, vídeo bajo demanda. Aunque no necesariamente ha de ser de pago, suele serlo. Es lo que aquí asociamos al Pay-per-View.

El VOD es un concepto asociado a la red y a los servicios de streaming. Es algo que la industria del cine ha temido siempre, en esencia por dos motivos:

– El VOD implica contenidos digitalizados que son fáciles de replicar y, por tanto, difíciles de controlar. En consecuencia, difíciles de monetizar.

– La sensación es que el pastel económico se les hará más pequeña. Los costes de hacer una producción y distribuírla (las conocidas barreras de entrada) son hoy tan pequeños que cualquiera puede producir, por lo que les tocará repartirse el dinero entre más.

Pero si hay un player que teme esta situación es el de la exhibición, o sea, las salas. Y tienen motivos porque su lugar en la cadena de valor no está muy claro cuando a la gente ya no sólo no ve un valor en la sala oscura siempre en modo forward sino que prefiere el sofá de casa y el botón de pause.

La realidad es demasiado tozuda para no imponerse casi siempre. Y Comcast ha anunciado que va a estrenar en internet sólo 21 días después de las salas Un golpe de altura (Tower Heist), su nueva película protagonizada por Ben Stiller, Matthew Broderick, Eddie Murphy y Casey Affleck.

No sólo es evidente que esto marca el camino hacia el estreno simultáneo en salas y en internet en VOD sino que ya hay experiencias en este sentido como en filmin. Lo que me parece relevante es que esta película ya no se trata de un producto minoritario. Se trata de una gran producción con estrellas y con un director que ha producido y dirigido películas y series de éxito (como Prison Break).

Hace unos días, la prensa publicaba que el índice de ocupación de las salas está sobre el 10%. Más allá de que en España hay un exceso de salas, cosa que se sabe desde hace muchos años, su posición en el tablero es muy próxima al jaque. Para evitar que se convierta en mate, las salas se están diversificando. No es raro ir al cine y encontrar publicidad de óperas o de partidos de fútbol del siglo.

En todo caso, el VOD pasa por ser el futuro de la distribución de los contenidos audiovisuales. Su mayor virtud es que és el único capacitado para competir con la piratería, gracias a su inmediatez y por la facilidad consumo si se compara con tener que buscar el fichero en un torrent.

NOTA: Siento no poner los links. Cada vez que lo intento, wordpress me genera un error.

El crecimiento del vídeo en el móvil

El vídeo está sufriendo en el móvil lo mismo que ya le pasó cuando los ordenadores empezaron a conectarse en la red. El ancho de banda de los dispositivos es demasiado pequeño o demasiado caro (que casi son sinónimos) como para que el consumo de vídeo sea masivo.

Pero en los ordenadores llegó un momento que esa barrera se rompió con la irrupción de los ADSL. Con el móvil se está dando una situación muy parecida. Al vídeo le ha costado arrancar pero su futuro estará, sin duda, unido a la movilidad.

Leo (y veo) en TechCrunch una nueva revisión de los datos de crecimiento del mercado móvil realizado por emarketer. Si miras los datos de vídeo, los datos pasan de menos de 3o millones de dólares en 2011 a casi 400 millones en 2015. Es decir, una tasa de crecimiento anual media de casi el 70%.

Es cierto que el vídeo seguirá sin representar la parte del pastel más grande. Pero el crecimiento es increíble. Y demuestra la importancia que está tomando.

El vídeo y el ecommerce

10 años después de la crisis de las punto com se habla con naturalidad de una nueva burbuja en el sector. En este caso el problema lo están generando las altas valoraciones de las redes sociales.

No tengo ni idea de si estallará ni de si, de producirse, afectaría a todo el sector o al resto de la economía. Pero hay una diferencia sustancial: la mayoría de las empresas hoy sí que venden cosas.

Los ecommerce toman hoy diversas caras. Empezamos comprando nuestros billetes de avión y las entradas del teatro pero hoy ya compramos de todo: ropa, ocio con importantes descuentos e, incluso, nuestra compra diaria.

Consolidado el ecommerce como canal de venta, llega la competencia y la necesidad de diferenciarse. En mi opinión, igual que la publicidad televisiva ha servido para marcar los diferentes valores de las distintas marcas, el vídeo en la red y la forma en que se relacionen con los productos del propio portal, servirá para definir cuáles son los nuevos mensajes que quieren hacer llegar a los consumidores.

Salen contínuamente estudios que demuestran la fuerza que tiene el vídeo de cara a las ventas. Resumiendo, podríamos decir que las claves son 3:

– El comprador quiere información lo más cómoda y rápida de recibir. Quiere poder inteactuar cómodamente con ella. Y el sooporte más adecuado para esto es, sin duda, el vídeo. Tanto más si la compra tiene componentes compulsivas.

– Los vídeos no pueden ser componentes estancos. Tienen que relacionarse entre ellos con una cierta naturalidad y con los valores de la marca. Estar orientado a ventas es importante, pero el retorno a largo plazo pasa por la consolidación de la imagen de marca.

– Los costes de «anunciarse» mediante vídeo se han reducido a cantidades irrisorias. Antes, la tecnología necesaria para grabar era muy elevada. Pero, sobre todo, hoy no hace falta aparecer en televisión para que tu «anuncio» se haga público.  Y eso sí que era caro.

La posibilidad de acercarse más a la gente gracias al vídeo se convierte en una amenaza si una empresa decide dilatar su entrada a esta forma de comunicarse dando tiempo a su competencia. Es hora de tomar cartas en el asunto.

FOX demuestra que no hay marcha atrás

No hace demasiado, Rupert Murdoch anunció que la FOX esperaría un tiempo entre la emisión de una serie y su publicación online en Hulu y en Fox.com. En concreto 8 días. Las series sólo estarían disponibles para aquellos que paguen. ¿Y cuáles han sido las consecuencias? Subida inminente del tráfico en los torrents llegando a duplicarse las descargas según torrentfreak.

Mucha gente me sigue diciendo que internet le está dando un arma muy poderosa a las empresas para saber de nosotros. Y tienen razón. Pero muchos de ellos no se dan cuenta de la fuerza que nosotros estamos tomando, hasta el punto de que algunos ya nos llaman prosumidores.

Intentar cobrar por unos contenidos que hasta hace poco ofrecías gratis y que (lo más importante) los espectadores pueden conseguir al margen de ti, es sólo un esfuerzo por generar un valor añadido artificial. Y, claro, lo que es artificial acaba por desaparecer (nuestra época está llena de ejemplos en los que cosas infladas pierden volumen a base de dolor).

Por conseguir unos duros más (imagino que contaban con que fueran importantes) han cometido el mayor pecado que un propietario y generador de contenido puede sufrir: perder el control sobre el reproductor.

Hoy el contenido es digital y, por naturaleza, replicable hasta el infinito sin apenas coste. Por lo tanto, los esfuerzos que la industria haga por evitarlo tendrán para ellos un coste frente al coste cero que tienen sus clientes.

No hay vuelta atrás. Las grandes productoras tienen que cuidar al espectador/usuario más que nunca. Las reglas del juego han cambiado. Mejor que lo acepten cuanto antes o las consecuencias para ellos pueden ser fatales.

Ecología liberal

Leí la semana pasada en La Vanguardia impresa (no lo encuentro en la versión digital) que el PP no está de acuerdo con contener las emisiones de CO2 al aire. No he llegado a leer la noticia en profundidad, pero estas posiciones suelen articularse en base a tres argumentos:

– No hay una demostración científica de en qué grado está modificando la contaminación humana el clima de la Tierra. Ni si esto es de verdad tan malo como nos explican. Nadie riguroso os dirá que hay pruebas concluyentes, por mucho que tenemos muchos indicios que señalan en la dirección de que tenemos un grado de responsabilidad importante y que las consecuencias podrían ser fatales (para nosotros, no para el planeta).

– Los costes de proyectos como el protocolo de Kyoto es altísimo. Con su presupuesto podríamos acabar varias veces con el hambre. Y parece ser que la incidencia prevista por su aplicación es más bien pequeña (sobre esto no tengo una seguridad plena).

– Por último, y el verdadero motivo que se esconde detrás de los dos primeros, reducir las emisiones de CO2 resta competitividad a quien lo hace.

Las tres cosas son ciertas. El drama es que las contraargumentaciones ecologistas, y siento mucho decir esto, me suelen parecer un tanto infantiloides. Suelen poner el acento en que las empresas son malas y sólo miran sus intereses. El capital y los neoliberales (salvajes) controlan el «mercado» y hacen y deshacen a su gusto. Y ahí acaba (casi) todo. Salvo (muy) honrosas excepciones.

Ante todo quiero dejar claro que la contaminación ilimitada no tiene nada de liberal. Otra cosa es que los liberales (y sobre todo los que se jactan de ello porque les suena mejor que conservadores) tienden a priorizar el crecimiento económico sobre todo lo demás.

Leyendo el libro de Xavier Sala-i-Martín sobre economía liberal, hace una disgresión a cuáles son las funciones del estado según los postulados liberales. Uno de ellos es la protección de los bienes comunales. Se consideran bienes comunales todas aquellas cosas que pertenecen a todos y a nadie en concreto y que, por tanto, están sujetos a que alguno de los miembros quiera aprovecharse de ellos en detrimento de los demás.

El aire es algo que nos pertenece a todos. Y cuando una empresa contamina, lo que está haciendo es obtener un beneficio a base de explotar algo que es de todos: el aire. Eso tiene un coste colectivo en forma de peor salud, además de entrañar un posible riesgo futuro enorme para la humanidad.

Es decir, la producción de ese bien que la empresa produce tiene un coste real que no estamos computando en su precio y que pagamos todos (los que compran el producto y los que no). Y ahí reside la clave. Lo que propone la teoría liberal (más que los liberales) es que, en estos casos, el Estado debe buscar una solución porque en eso, el mercado, falla.

Puede que haya otras, pero la única que yo conozco es una tasa. Hay que computar qué coste real tiene esa contaminación y, en consecuencia, incluir ese coste en el precio. Y puede que, de repente, descubramos que algunas cosas que resultaban muy competitivas en precio, en realidad, son carísimas.

Conste que el objetivo no es recaudar más ni esperar mejores servicios sociales. Siento no confiar nada en la capacidad de la administración pública de reinvertir el dinero con tino.

Por último, si bien es verdad que no está demostrado que el cambio climático por causas humanas sea un hecho, lo que sí que es seguro es que, de ser verdad, el riesgo es enorme. Con tantos indicios, lo que aconseja el sentido común cuando desconoces las consecuencias reales de algo es ser conservador. Quizás no sea malo que la temperatura suba mucho, pero la gravedad de una supuesta extinción es tan alta que mejor mantener el clima actual que sabemos que sí es propicio a nuestra biología.

Dicho esto, también hay que ser realista. ¿Aplicaría de hoy para mañana un montón de tasas que fijaran un precio real de las cosas? No, ni en broma.

– Esto no lo puedes hacer sólo en tu país a no ser que estés dispuesto a provocar una fuga de empresas y, por tanto, un incremento del paro. Y no creo que estemos para estas alegrías. Es un objetivo poco realista a corto plazo. Pero precisamente por eso, hay que ponerse a trabajar ya.

– El poder adquisitivo de la gente bajaría de golpe. De hacerlo de forma repentina, al comprar productos que detrás tienen procesos contaminantes (la mayoría de productos) subirían de forma repentina.

– Con la derecha no podemos contar. Así que la izquierda debería abandonar la demagogia fácil. No puede defenderse una cosa y su contrario a la vez. Debería ser consciente de que la defensa del medio no es coherente con estar en contra a, por ejemplo, la subida de la luz. Imaginad ese incremento aplicado a todos los productos. La única alternativa para no esquilmar a la clase baja y media es subir poco a poco.

La articulación del discurso ecologista puede y debe tener su respuesta en el lenguaje propio de las empresas: el dinero. Pero la solución requiere cesiones por parte de la derecha defensora más de los lobbies que de los mercados y coherencia por parte de la izquierda. Las soluciones requieren tiempo. Cuanto antes empecemos, mejor.