¿Te has parado a pensar cuáles son las principales compañías españolas? Telefónica, Endesa, Ferrovial, FCC, Repsol… Todas de sectores hiper regulados. Todas viven de las decisiones que se toman en el parlamento español. ¿No te da qué pensar?
En España es difícil hacerse grande si tu negocio no está relacionado con estos sectores clave. Para triunfar, el amiguismo también es fundamental. Para más inri, muchos de los políticos que se «retiran», acaban trabajando para estas empresas.
Rodrigo Rato, Zaplana, Ángel Acebes, Pedro Solbes, Narcís Serra, Isabel Tocino, Abel Matutes, Pío Cabanillas, Miquel Roca, Jose María Aznar, Felipe González, Pepe Borrell, Elena Salgado, Ana Palacio, Javier Solana, Josep Piqué, Carlos Solchaga… La lista no se acaba. Todos han acabado de una forma u otra en alguna empresa de estos sectores. Sólo en el sector de la energía, he contado 38. Puedes consultarlos en puertasgiratorias.org.
¿La independencia acabará con las puertas giratorias? No. Harán falta muchas más cosas. Pero sí hay un aspecto importante que nos afecta y que las puertas giratorias demuestra. En España se legisla para las grandes empresas. Las leyes se hacen para beneficiarlas.
Como catalanes, esto nos perjudica enormemente porque Catalunya tiene una estructura económica basada en pequeñas y medianas empresas. Es decir, en PYMEs. Sin duda, un estado catalán, por puro interés, legislará más pensando en este tipo de empresa. No apelo a la bondad de los políticos sino a su propio interés. Si quieren tener a la gente contenta, deberán enfocar las cosas de una forma distinta a como se hace ahora.
Es fundamental que nuestro gobierno se preocupe por el tipo de empresa en el que trabajamos. Hoy el gobierno de Madrid no lo hace porque se preocupa por el tipo de empresa que domina el escenario español. La independencia abre una oportunidad a legislar en favor de nuestro modelo económico.
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