Los hombres que no amaban a las mujeres es la historia de un periodista en horas bajas y una hacker de pasado difícil, que investigan un asesinato cometido 40 años antes.
Se ha hablado mucho de esta película y del libro en el que está basada. Antes de verla tuve el libro en las manos y me pregunté si leerlo o ver directamente la película. Es cierto que, precisamente por la presión a leerlo, he sido algo reticente a hacerlo. Al final, dejé el libro en su estantería y fui al cine. Y me alegro.
Soy un apasionado del poco cine nórdico que nos llega y este es, probablemente, uno de los peores films suecos que he podido ver. Después de la emoción con películas como Déjame entrar o, de la película del danés Lars Von Trier Anticristo, está ha sido una experiencia más bien justita.
Para empezar, creo que a la película le sobra mucho metraje. Me parece evidente que, a la hora de adaptar el guión, no se han atrevido a recortar todo aquello que es innecesario. Asumo que la gente que adapta libros tiene un prejuicio colectivo en contra. Es típico oir a la gente comentar; «Estaba mejor el libro. Profundizaba más», sin que entiendan que la literatura y el cine usan lenguajes diferentes. Yo creo que los guionistas han tenido miedo de eliminar escenas del libro después de su éxito. Y eso juega en contra del film.
En muchos momentos la historia resulta previsible, y en algunos casos con diferencia de horas literalmente entre la intuición y la constatación. En la investigación hay momentos en los que se sostiene sobre cosas absurdas que rozan lo ridículo. Y es aquí donde me he alegrado de no haber leído el libro porque intuyo que estas deficiencias provienen de él.
En algo en lo que brilla la película es en el casting y en arte porque creo que todos los personajes y ambientes transmiten muy bien aquello que se supone han de transmitir. Destaca, sin duda, Noomi Rapace. Aunque hay que reconocer que es relativamente fácil por lo extremo de su personaje, transmite una especie de atractivo helado que encaja a la perfección con el personaje.
Eso no libra de graves cambios en los personajes que son incomprensibles. No puede ser, por ejemplo, tal y como se desarrolla la película, el final que tiene el personaje de Noomi Rapace (tranquilos, que no entraré en detalles). Pero ese es un problema de guión, no de casting ni de arte.
Personalmente, es una película que no recomiendo, aunque comprendo que la película es un fenómeno social y tiene un cierto interés.