Revista e iPad

Interesante combinación de formatos clásicos de papel con formatos digitales que resultan muy expresivos y potentes. El vídeo me lo pasó Irina hace un par de semanas y me gustó mucho.

Realmente demuestra que con imaginación pueden hacerse cosas increíbles y llamativas. Establecer diálogos entre diferentes soportes (en este caso papel, tablet y vídeo) es, sin duda, uno de los terrenos más atractivos del transmedia storytelling.

Por qué el transmedia se impone

Gracias a un estado en de Héctor Milla en Google+ he descubierto una pequeña joya sobre transmedia en Tribecafilms más que interesante. El autor, Nick DeMartino, nos ofrece una serie de 3 posts en inglés que os invito a leer y que yo os resumo (como puedo) aquí.

La serie de post se titula Why transmedia is caching on (¿Por qué el transmedia se impone?) y expone los motivos por los que el autor está seguro que el transmedia será este mismo año mainstream.

Antes de nada, hago una pequeña acotación de a qué nos estamos refiriendo cuando hablamos de transmedia. Cada vez más las ficciones no vienen por un solo canal (cine, cómic, televisión, revistas…) sino que vienen con una estrategia global y con presencia en todos estos soportes.

Ya no se trata de hacer una película sobre Harry Potter sino que «disfrutamos» del mago por tierra, mar y aire. Eso es lo que conocemos por transmedia. Este proceso alienta una ficción mucho más «envolvente» y, además, más participativa por parte de los «espectadores».

Lance Weiler, que dirigió The last broadcast, una de las primeras películas rodadas en digital, está en un proyecto que define como storytelling sin límites. No hay fronteras entre las diferentes expresiones narrativas de una misma historia.

El autor expone 4 tendencias que alimentan este proceso imparable:

Cada vez los consumidores de ficción demandan más su papel en todo esto. Unas veces con participación de forma directa. El mínimo lo marca poder compartir con sus amistades opiniones y gustos, lo que condiciona el soporte.

Los creativos se ven obligados a crear productos que generen una mayor relación emocional entre aquello que ofrecen y el espectador. Las estrategias transmedia alimentan ese engagement. Brian Seth Hurst, CEO de Opportunity Management Company, sostiene que «la audiencia va a participar, no importa qué hagas. Así que, ¿por qué no construir la participación en la experiencia desde el principio?»

– A cada hora que pasa, el concepto trasmedia está más de moda. En el sector todo el mundo está hablando de ello (yo añado que ellos están pensando en USA, aquí sería más dudoso). Y eso hace que los ejecutivos hagan esfuerzos para no quedarse fuera de las nuevas tendencias.

El dinero está llegando. Y con él, los proyectos de éxito.

La cosa ha llegado al punto de que la PGA (Producers Guild of America, el gremio de productores de América) ha aceptado un nuevo crédito: Transmedia producer. Más allá de una cierta controversia que ha despertado, lo que demuestra es la importancia que está tomando el concepto.

Todo ello conforma la realidad en la que ahora vivimos. Algunos autores ya han hecho interesantes experimentos en esta línea. Grandes del cine como David Lynch o Peter Greenaway (casi todos ellos los calificaríamos como indis) ya han hecho o están a punto de hacer proyectos que trabajan en esta dirección.

Guillermo del Toro ha creado Mirada Studios con el objeto de unir el cine con los videojuegos. Y Christopher Nolan ha anunciado que tiene intención de hacer una versión de su película Origen en videojuego mucho más próxima a la experiencia de una película.

Susan Bonds, CEO de 42 Entertainment, cree que estamos dejando atrás la época de los earlyadopters. Pero eso no significa que todo esté en el punto adecuado. Como señala el productor y guionista de Lost y Heroes, Jesse Alexander, «no hay infraestructuras para hacer transmedia«. Eso obliga a «pedir prestado para obtener las herramientas».

De ahí surge una interesante reflexión: «Están surgiendo montones de experiencias excitantes y efímeras de transmedia en el mundo del cine, la televisión, videojuegos… Pero, ¿cuántos tienen un modelo sostenible más allá de 6 semanas?»

Es tan evidente que el transmedia plantea algunos retos difíciles como que acabarán por superarse en menos tiempo del que pueda parecernos. La industria camina a marchas forzadas en esa dirección. La inversión marcará el ritmo del proceso.

Video respuestas y las experiencias meme

Como todo esto va muy rápido, ya ni me acuerdo cuánto hace que youtube empezó a permitir hacer video respuestas. Es (o debería ser) cosustancial a la televisión por internet el elemento social. Los que no os hayáis fijado, veréis que muchas veces ves un vídeo y tiene un aviso de que es una respuesta a otro o que tiene respuestas. Viene a ser los memes que ahora quizás han caído en desuso.

Eso ha generado modas en torno a ciertos tipos de vídeos. El ejemplo más claro son los que aprovechan canciones muy conocidas para hacer algún tipo coreografía o, sencillamente, alguien haciendo un playback. Ni que decir que esto da la razón a Gonzalo cuando habla de que el futuro de la narrativa pasa por el transmedia. En síntesis, cada unidad narrativa (una novela, una película o una serie…) era independiente. Pero cada vez más, parece que las experiencias narrativas se encaminan a una relación muy intensa entre formatos. Salen los libros de Harry Potter, con las películas, obras de teatro, juguetes… Y dar la posibilidad a los «usuarios»/oyentes de música la posibilidad de reinterpretarlas a su manera creo que camina en esa dirección. Y no olvidemos que, además, ¡ahora las discográficas ya pueden monetizar ese trabajo de los usuarios!

Pero yendo más allá. ¿Y si esos fenómenos se producen en hechos especiales pero relativamente cotidianos? ¿Recordáis la entrada a la boda de JK wedding entrance? Aquel vídeo fue un bombazo, ahora ya tiene más de 32 millones de visualizaciones e, incluso, están aprovechando el tirón para hacer una campaña en contra de la violencia doméstica con la que han recogido más de 20 mil dólares.

Era bastante obvio que habría respuestas. Yo esperaba que las canciones fueran variadas pero la mayoría son con la misma canción. Así que, de alguna manera, la han convertido en la nueva versión de la Marcha Nupcial de Mendelssohn. Al menos una pareja española ya lo ha hecho.

¿Es trivial? Quizás sí. Quizás no. Me tengo que ir un poco pero pronto vuelvo al hilo. Hay dos aspectos muy importantes a tener en cuenta;

– Todo es semiótica, todo lo que hacemos y decimos nos retrata en cierta medida. Cuando alguien decide poner esta canción, hacer todo el bailoteo, y colgarlo en la red, está transmitiendo cosas.

– Hay algunos pasos que nos dan mucho miedo hacer y, por eso, las hemos dotado de liturgia y las hemos ritualizado. Las religiones, en general, han tendido a apropiarse del monopolio de esos procesos; nacer mediante el bautismo o juntarnos con alguien mediante la boda, son dos ejemplos. Ahora el estado les disputa ese papel pero, en todo caso, no pasa de oligopolio. De forma inconsciente, esos rituales nos hacen sentir ciertas garantías de que las cosas saldrán como queremos.

Con todo ello, este vídeo ha sido capaz de dar un salto importante; una cosa es que modifiquemos nuestra forma de vivir las canciones de nuestros cantantes favoritos. Otra es que alguien, sin siquiera buscarlo, modifique algo tan sagrado (no en sentido religioso, sino de inmodificable por su importancia) como nuestra boda.

Es evidente que las nuevas tecnologías modifican nuestra forma de compartir información acelerando todos los procesos. Y está llegando a impactar a algunas de las áreas más importantes de nuestra vida. ¿Tiene esto límite? Creo que no, y cuando las fronteras entre offline y online estén más difusas, cuando se acepte que el 2.0 no es propiedad sólo de la red, aún tendrá mayor impacto.