Parece que la nueva película de Spike Jonze está triunfando en USA. He podido leer que lidera la taquilla y que sólo en la primera semana pudo recoger cerca de 12 millones de dólares. A pesar de no haberla visto, a pesar de no saber hasta qué punto Jonze ha tenido que adaptarse a las leyes del mercado, a pesar de sólo poder basarme en la experiencia de dos títulos, estoy encantado con la noticia.
Spike Jonze sólo ha dirigido dos largos hasta el momento con guiones del cualquier-adjetivo-que-ponga-se-queda-corto Charlie Kaufman; Cómo ser John Malkovich (1999) y El ladrón de horquideas/Adaptation (2002) y un montón de vídeos musicales en general de música de vanguardia (como The Chemical Brothers o Björk) o grupos como REM.
En este caso ha coescrito también él el guión y ha contado con una plantilla de actores muy potente y popular; Mark Ruffalo (A ciegas), James Gandolfini (Los Soprano), Forest Whitaker (El último rey de Escocia) o Chris Cooper (American Beauty) son algunos ejemplos. La historia es la de un niño desobediente que recrea un mundo con criaturas fantásticas y que siguen las reglas que él marca.
No soy muy dado a preocuparme demasiado por lo que yo suelo llamar el «corazoneo» del cine y eso suele implicar que no me entero de los follones que algunos directores y actores/actrices tienen entre ellos y con la industria, ya sea por amoríos o por dinero. En este caso, me he enterado de que el bueno de Spike trabajaba con un presupuesto algo elevado (80 millones) y sus «locuras» creativas han puesto cardíaco a algunos directivos de la Paramount.
¿Es una buena noticia que uno de los estandartes que le quedan al cine indie se preste a hacer un film con un gran presupuesto? Vaya por delante que no soy un fanático de las historias de fantasía. Dicho lo cual, soy muy consciente de que, cuando un director que se ha dedicado a hacer independiente se pasa al lado de las grandes producciones, suele parecernos que se estanca a los que nos gusta más un cine de vanguardia.
Así, ¿estamos ante el peligro de perder a un talento engullido por la industria? Aunque no sé qué opinaré de las películas que haga a partir de ahora, 2 reflexiones;
1º/ Que un director que ha demostrado una enorme capacidad de jugar con los elementos narrativos haga un film que interese tanto al gran público es una enorme noticia. Por poco que le hayan dejado hacer, Jonze seguro que ha incluído elementos de su cine, de su forma de ver las cosas. Y eso ayudará a que el gran público «entienda» las claves de las nuevas narrativas de las que tanto Spike como su amigo Michel Gondry (Olvídate de mi) han aplicado con tanto criterio.
2º/ ¿Es que no se trata de eso? Hasta ahora siempre ha pasado lo mismo. Una serie de creadores reinterpretan los modelos narrativos, interesan sólo a un pequeño grupo de espectadores (porque son los únicos que les entienden), el mainstream acoge parte de esos valores y pasan a formar parte de lo que entendemos como narrativa clásica. ¿No son Los Simpson un ejemplo de eso? ¿Y Star Wars? ¿Alien: el 8º pasajero? ¿Los 400 golpes?
Las nuevas narrativas acaban siempre asumidas por parte de la gran masa y yo creo que, en cierto modo, eso es lo que da un nuevo espacio, a su vez, a nuevos creativos que vuelven a dar un paso adelante en la narración. Si hablamos de cine norteamericano, lo que se produce en los márgenes del sistema acaba siendo una cantera para futuras grandes producciones que, al ser asumidas como «normales», generan un nuevo espacio para crear.
¿Qué oportunidades deparará su movimiento a nuevos creativos que nos propongan nuevas formas de ver historias? Y sobre todo, ¿qué nuevas sorpresas nos deparará Spike Jonze? Desde luego, conmigo puede contar con mi entrada de Donde habitan los monstruos.