MOTEROS TRANQUILOS, TOROS SALVAJES de Peter Biskind

El día de Sant Jordi me regalaron un libro que hacía tiempo que tenía entre ceja y ceja; Moteros tranquilos, toros salvajes de Peter Biskind. Me lo recomendaron hace años y el tema me llamaba la atención. El libro relata las relaciones entre los directores y la industria de Hollywood en los años 70, una época clave en la construcción del lenguaje cinematográfico.

Lo que el libro explora es la aparición en los 70’s en lo que viene a llamarse New Hollywood, del que forman parte directores tan reconocidos como Steven Spielberg, George Lucas, Francis Ford Coppola o Martin Scorsese. Pero, además, también relata cómo directores con tanto talento como Peter Bogdanovich, Hal Ashby o Dennis Hopper no consiguieron aposentar sus carreras.

Hasta finales de los 60’s, la estructura de la industria giraba en torno a los productores. Pero dos hechos vinieron a concretarse en la revolución del New Hollywood.

Por un lado, en Francia llevaba años fraguándose el concepto autor, poniendo en el alma de la creación cinematográfica al director. Esa visión se concreta 10 años antes que el New Hollywood en la Nouvelle Vague. Los nuevos y talentosos directores americanos sintieron una profunda admiración por toda aquella generación de genios franceses (Godard, Truffaut, Chabrol…).

Por otro lado, hacía poco que en USA se habían creado las primeras universidades cinematográficas. Y aquellas fueron las primeras generaciones con formación «reglada» para dirigir films.

En ese punto empieza el ensayo del libro. Tras el éxito de Easy rider (1969) de Dennis Hopper y La última película (1969) de Peter Bogdanovich, la industria hizo un giro hacia el cine de autor. No es, ni mucho menos, que se abandonaran los títulos comerciales. También en aquella época se estrenaron films como El coloso en llamas (1974) de John Guillermin e Irwin Allen o Love story (1970) de Arthur Hiller. Pero sí que se prestó atención a una nueva forma de cine que cambiaría con los años, incluso, el cine popular.

A pesar de que el New Hollywood apenas duró, la lista de películas increíbles que dieron aquellos años no se acaba. El padrino I & II (1972 y 1974), La conversación (1974) o Apocalypse now (1979) de Coppola. Malas calles (1973), Taxi Driver (1976), El último vals (1978), o Toro salvaje (1980) de Martin Scorsese. THX 1138 (1971) o American Graffiti (1973) de George Lucas. M.A.S.H. (1970) o Los vividores (1971) de Robert Altman. Shampoo (1975) o Bienvenido Mr. Chance (1979) de Hal Ashby. Mi vida es mi vida (1970) de Bob Rafelson. En fin, que no acabo…

Aunque en realidad el fin de esta época lo marcaron por diferentes motivos El padrino, Tiburón (1975) de Steven Spielberg y La guerra de las galaxias (1977) de George Lucas entre otras, se ha querido señalar como culpable de la caída de ese movimiento cultural La puerta del cielo (1980) de Michael Cimino por la ruina que supuso a la productora United Artist.

En mi opinión, el libro es casi imprescindible para comprender los resortes que aquella época movieron y cómo un grupo de talentosos artistas acabaron (la mayoría) tan mal. Drogas, alcohol, creatividad, narcisismo… Un cocktel terrible para sus vidas pero delicoso para nosotros, los espectadores.

«Socialisme» de Jean-Luc Godard

Jean-Luc Godard no es sólo una de esas grandes personalidades del cine. Tampoco es sólo un teórico del cine que se aventura a intuir, con bastante tino, los cambios que el séptimo arte va a sufrir con el tiempo. El cine se le queda corto a Godard.

Godard es un monstruo de la narrativa visual, un auténtico emprendedor de la imagen. Abriendo nuevos caminos. Tanto da que sea octogenario, es mucho más disruptivo que la mayoría de nosotros. Y eso dando la dudosa concesión de que alguno sea más vanguardista que él.

Y ahora, cuando lleva a sus espaldas más de 90 realizaciones, aún es capaz de dar una vuelta de tuerca a su cine. A la mayoría se nos hubieran agotado los recursos discursivos, sobre todo en lo que a montaje se refiere, con una décima parte de su trabajo.

Pero no. Él llega y sorprende de nuevo. O, al menos, eso es lo que promete con su nueva propuesta; Film Socialisme que se ha estrenado hoy en Cannes y… ¡En internet! Hasta en eso se avanza a la mayoría de sus compañeros de profesión.

Por lo visto el documental arriesga en las formas. Las cosas que he leído me dan una idea muy oscura sobre las claves del film; Por lo que parece el autor se ha atrevido a lanzar el discurso a diferentes niveles que acaban por yuxtaponerse. Lo consciente se mezcla con lo inconsciente, imágenes de unas vacaciones en un crucero barato con retazos de films pepblum y secuencias de El acorazado Potemkin (1925), imágenes solarizadas (igual no te suena la palabra pero has visto montones de imágenes solarizadas como la del ejemplo) o pixeladas. Música de Joan Baez y Paco Ibáñez. Un filósofo, un embajador palestino y una cantante…

Cuando leo las previas al estreno acabo siempre con la misma conclusión; el periodista no ha entendido nada de lo que le han explicado (ya sea en una nota de prensa o literalmente viéndola). Y, la verdad, no me sorprende demasiado. Así que para llegar a una conclusión interesante habrá que verla. Y será pronto, os lo aseguro.

Mientras pensáis si la veis o no, os dejo con el primer experimento formal que Jean-Luc Godard nos regaló de Film Socialisme. Un trailer en el que nos enseña… ¡Toda la película! Como siempre, juguetón con las formas, se permite el lujo de ofrecernos todas las imágenes de la película aceleradas. ¿Y qué suelen ser sino los trailers? Normalmente destripan las películas de principio a final. Entonces, ¿por qué no mostrarlo todo? ¿Qué diferencia hay?

Pero esa no es la única ironía. De hecho, podríamos hacer una lectura relacionada con la red. Mientras muchos de sus compañeros temen a la red y hacen lo imposible por evitar que sus películas estén en esparcidas por ahí, Godard (repito, con sus 80 años) no la teme y la distribuye por la red sin miedo.

Os dejo con el trailer y el link para ver la película en francés.