Como ya comenté en el post sobre “olvídate de mí”, no es fácil encontrar un título clasificable como “comedia o melodrama romántico” interesante. Aún así, este título me parece que también podemos tomarlo como tal.
“Expiación” es la historia de un amor imposible, donde una niña rica y el jardinero de su familia, luchan por un amor difícil. La hermana pequeña de la chica malinterpreta dos escenas de la pareja, llevándola a pensar que, en realidad, su hermana está siendo asediada por él. Una amiga de la pequeña es violada y aprovecha para acusarle sin pruebas, lo que lleva a unas fatales consecuencias.
La película está estructura sobre tres actos, que se corresponden con los del paradigma aristotélico. Cada uno de ellos está planteado de una forma algo distinta, llevando para mi gusto a una cierta falta de continuidad en el punto de vista.
El primer acto lo protagoniza la hermana pequeña. En primer lugar vemos cada una de las escenas que ella malinterpreta, para luego verlas desde el punto de vista de la pareja. El uso que se hace del tiempo cinematográfico me parece muy interesante, aunque un poco antidramático.
La violación marcará un punto de inflexión, que nos lleva a la acusación de él. Además conlleva también una variación en el ritmo de la historia. El primer acto, que dura aproximadamente 45 minutos, transcurre todo el mismo día.
Cuando entramos en el segundo acto, el tiempo corre mucho más rápido, ya que serán semanas, e incluso años, las que podremos ver en aproximadamente 1 hora. A partir de este punto, la narración pasa a ser relativamente objetiva y con un montaje paralelo de la historia de cada uno de ellos dos. La estructura, en este caso, es mucho más clásica, parecida a lo que pudieramos ver en “cold montain”.
Es entonces cuando podemos disfrutar del momento más brillante de todo el film. Un plano secuencia, que se alarga alrededor de 5 minutos. Los desplazamientos de la cámara, que fluye con suavidad, acompañan el bailoteo de los personajes. Y lo digo en el sentido más amplio, es decir, no sólo de los seres humanos, sino de los objetos que dan densidad dramática a la historia. El sonido no diegético remueve nuestras sensaciones y parece bailar con el sonido real de la escena sin caer nunca en contradicciones.
El segundo acto acaba de manera algo trágica. Y me encanta la forma sutil en la que saltamos al tercer acto. Aunque no lo sepamos desde un primer momento, la narración vuelve, no sólo a la subjetividad de la hermana pequeña años después, sino que a su imaginación. Como propuesta me parece muy interesante, aunque creo que los cambios de criterio no son positivos para el desarrollo dramático de la historia.
A pesar de este invonveniente, recomiendo este film por todas las cosas nuevas que aporta, porque no se hace nada pesada, lo cual ya es mucho, y por la belleza de ese plano secuencia, que no podéis perderos.