Cuántas veces nos parece que todo está contado y tantas otras salimos sorprendidos del cine. ¿Por qué llegamos a estas conclusiones contradictorias?
Nuestra forma de escuchar historias nace en Grecia y ya su mitología encierra todas las narraciones posibles. El relato explicado de padres a hijos ha quedado casi como parte de nuestro ADN. Jung, el afamado psicoanalista y discípulo de Freud, llamó a esto inconsciente colectivo. Este se compone de una serie de arquetipos, que vienen a ser representaciones de conceptos universales como Dios, la Vida o el Héroe.
En realidad son conceptos muy amplios que, en algunos casos, entendemos de forma restrictiva en nuestro consciente. La muerte es un ejemplo de esto. Cuando la gente sueña con ella, suele asustarse. Pero los sueño suelen vehicular mensajes de nuestro inconsciente y, en la mayoría de los casos, suele expresar que la persona está viviendo cambios importantes. Y no tienen por qué ser malos.
Los arquetipos suelen usarse en las películas para impactar en nuestro inconsciente. ¿Te asustan los espantapájaros en los films de terror? En Batman begins, Madhouse o El orfanato disfrazan de esta forma a personajes terroríficos. Responde a un arquetipo jungniano, también conocido como la sombra y despierta nuestros miedos porque nuestros ancestros los utilizaban los espantapájaros en sus rituales.
Queriendo o no, acabamos usándo los arquetipos porque, sin ellos, ni siquiera seríamos capaces de entender las historias. Todo lo que los griegos relataban en sus mitos, nosotros lo repetimos sin saberlo. En gran medida, responde a aquello que los teóricos llaman convenciones de género, es decir, cosas que esperamos en función de la temática del film. ¿Qué sería de Indiana Jones sin su látigo o de una película romántica sin un beso?
De entre todos los mitos, hay uno de especial importancia; Ulises. Muchos reconocen en la Odisea todas las narraciones posibles. La obra de Homero cuenta como,Ulises, rey de Ítaca, vuelve a casa después de 20 años tras la guerra de Troya. Pero por el camino le aparecen los temores de que el regreso no sea tan idílico. Quizás las cosas no sean como las recuerda y, lo que es peor, que su pueblo, su familia y su mujer ya no le esperen.
El libro es un relato episódico enorme. Cada uno de ellos es, en si mismo, toda una historia. Por el camino, el héroe se encuentra con diversas pruebas de valor, que le irán apartando de su objetivo.
Algunas de ellas son muy conocidas. Una ninfa, Calipso, le ofrece la inmortalidad a cambio de quedarse con ella. Más adelante, cae en una especie de crisis de los 40 cuando se enamora de una joven princesa, Nausícaa. Todavía más conocidos los encuentros con las sirenas, cíclopes, Polifemo…
A pesar de todas las aventuras, la verdad es que la historia de Ulises es muy introspectiva porque sus crisis son muy profundas, muy internas. Van más allá de blandir una espada y luchar contra monstruos y eso es lo que convierte a la Odisea en una narración única.
Las historias tienen elementos internos y ajenos al personaje protagonista. Ulises combina los los unos y los otros de tal forma que podríamos considerarlo el mito más completo. Así, si Homero ya contó todo, ¿para qué revisarlo? Y, sobre todo, ¿el resto somos unos copiones?