Empresarios, la CECOT y la soberanía de Artur Mas

 

El pasado viernes tuve la oportunidad de asistir a la cena de empresarios organizada por la CECOT todos los años en el Recinte Firal de Terrassa. Era la primera vez que asistía a una cena de estas características. A la cena han asistido muchos empresarios y muchas personalidades del país, además de algunos representantes de patronales españolas.

No es el mejor sitio para hacer networking. Demasiada gente como para establecer nuevos contactos de cero. Eso sí, es un buen momento para dejarse ver y reencontrar a algunas personas interesantes. Pero más allá de la cuestión personal que me ha llevado allí, haría las siguientes consideraciones que relacionan el evento con el contexto actual:

1º/ Acostumbra a decirse que el empresariado teme una independencia de Catalunya por lo imprevisible del final del proceso. Eso contrasta con la claridad con la que el presidente de la CECOT, una de las patronales más importantes de Catalunya, ha expresado el deseo de la patronal de dar apoyo a la aventura de Artur Mas.

Eso era algo que ya intuía en privado. Conozco a muchos emprendedores que la desean. Pero choca que alguien que representa también a grandes empresarios se atreva con tanto. Y más todavía que los aplausos en la sala costara que se silenciaran al acabar el discurso. Lo que supongo que le ha dado el ímpetu es la certeza de que (agárrense) más del 50% de los empresarios de la CECOT se manifiestan independentistas. Y casi la totalidad (97%) dicen que la relación ha de cambiar. Como decía, algo está cambiando…

2º/ Me ha chocado una cosa del discurso de Abad. En su speech ha recalcado la oportunidad que representa para Catalunya y su sociedad de hacer un estado más moderno y equilibrado que el actual. El español, al fin y al cabo, lleva centenares de años con inercias que son difíciles de cambiar. Aquí tendríamos la oportunidad de empezar de cero. Incluso ha citado empresarios españoles que, según él, le han dicho: «si lo hacéis bien, nos venimos». Y para ello ha interpelado a Mas con una pregunta: «¿Quin país volem?». ¿Qué país queremos?

Lo interesante del asunto es que los sectores de izquierdas independentistas dicen exactamente lo mismo: una nueva oportunidad para hacer un estado que tenga en cuenta lo importante.

3º/ Obviamente, la CECOT y los sectores de la izquierda divergirán en casi todo lo que consideran un estabo «bien hecho». Pero sí que demuestra lo que Artur Mas ha dicho cuando ha cogido la palabra: «tenemos un proyecto ilusionante». Catalunya está tan hecha polvo como el resto del sur de Europa (no sólo España). Es verdad. Pero hay un sueño colectivo que parece estar creciendo en gente día a día. Y ese sueño no consiste en la idea de separarse de España sino en el potencial que tiene un proceso constituyente.

Supongo que es por eso, por las oportunidades que presenta y por la componente de épica que tiene el reto de emanciparse, el proyecto gana adeptos día a día (ya veremos si suficientes el día que se formule la pregunta). Que los empresarios empiecen a expresar en público que se lo plantean es un cambio radical. Que transversalmente la sociedad esté viviendo el proceso como una oportunidad constituyente, también.