Este es un post protesta. No es que yo tenga un montón de amigos en facebook. Soy consciente que, por el camino, he aceptado como amistades a mucha gente que se me han agregado sólo por los amigos que, a su vez, tengo. No saben quién soy, pero si tengo a esa gente, ya está bien tenerme como contacto.
Otras veces han sido proyectos que, constituídos como «personas» en facebook lo utilizan para publicitar sus servicios y también los he aceptado. Al fin y al cabo, no pongo en la red nada que me no me interese hacer público. Por tanto, tanto me da quién lea lo que comparto.
Y para poder leer lo que escriben los contactos que me interesan tengo varios grupos de amistades que me garantizan que, cuando un contacto mío poco activo escribe algo, no caiga en seguida en el pozo de las actualizaciones. Así que tampoco me afecta que actualicen más de la cuenta.
Pero hay contactos que te envían constantemente nuevas amistades que ni tú conoces ni ellos te conocen. Otros te machacan a diario con grupos que no sabes muy bien ni a qué vienen. Y otros te piden que te hagas fan de cosas de lo más curiosas.
Incluso eso, que a veces me molesta, llego a tolerarlo. Pero lo que es el colmo es gente que te invitan a algo, tú lo ignoras y al día siguiente (e incluso escasas horas después) te vuelven a invitar al mismo grupo. De hecho, el cabreo ahora me viene porque un tipo se ha empecinado en que me haga fan suyo. De lo más cómico e irritante a la vez. Pues no me da la gana.
Me parece bien que las empresas y gente particular quieran utilizar las redes sociales para generar negocio. Pero es evidente que alguien les ha explicado mal en qué consiste esto del 2.0. Lo importante no tiene nada que ver ni con alimentar tu ego personal a toda costa, ni en tener el máximo número de contactos posible. Tiene que ver con conversación, con contactos de calidad y con ser capaz de transformar toda la información que «escuchas» en la red a tu favor fuera de lo que ahora llamamos el online.
Valdría la pena que, de tanto en tanto, aprovecharan parte de su tiempo en leer qué dicen a este respecto los que de verdad saben sobre el tema. Hay varios y con opiniones en algunos casos divergentes. Pero todos entienden que el spam no lleva a ninguna parte.
Esos amigos acaban por caer de la lista (ayer borré a 2 por ese motivo y uno de ellos, por cierto, experto en branding personal). Y, lo que es peor. Quizás son gente interesante, con cosas que merecería la pena escuchar. Pero la imagen que tengo de ellos ahora mismo es muy negativa. Y les costará (mucho) que cambie de opinión.