Hace ya unas semanas, enmarcado en la party lancelona, se convocó un panel de expertos en tv 2.0. Este panel lo formaban Xavier Güell, productor de tendencias, Carlos Mantero, experto en web 2.0 y vlogger, Gina Tost, vlogger y presentadora de balzac, Joan Carles Martorell, realizador, y Xavier Munyoki, vlogger.
Hace muchos días quería iniciar una serie de posts a raiz de lo que he podido escuchar que dicen en el vídeo resumen. Un poco tarde, pero ahí va.
El primero quería centrarlo en el modelo de negocio. De hecho, es la gran preocupación de todos los que nos dedicamos a esto. Como dice Güell, sabemos dónde queremos ir pero aún no tenemos claro cómo llegar. Sobre todo teniendo en cuenta que el líder de mercado no ha encontrado aún la fórmula para monetizar todo su tráfico. En mi opinión, la vía será parecida a la del propio buscador de google, con publicidad contextual insertada antes del video o de texto sobre la pantalla.
Mientras este cambio no se produzca, como dice Gina, somos «los raros» y eso dificulta que los anunciantes nos tomen en serio. Hay un aspecto que para mí es un valor, que ahora juega en nuestra contra. El anunciante, como comentan Mantero y Güell nos ve «demasiado» libres. Y les preocupa lo que podamos hacer con su imagen. Es un mal que afecta a todo internet, pero que con el video se agraba por ser algo muy nuevo.
Para acabar de poner las cosas difíciles, también los creadores de contenidos tenemos miedo de que, por culpa de la publicidad, los «espectadores» (no me gusta nada expresar con esta palabra a la gente que participa de nuestros contenidos) pierdan el interés por perder la «pureza». En realidad, yo no creo que sea un problema real. Si no somos intrusivos, los «espectadores» no dejarán de ver flashmotor o lingus porque haya un anuncio de 7 segundos antes del programa. Más si tenemos en cuenta que ahora toleran 15 minutos a mitad de su serie favorita.
A medio plazo no creo que descubramos las sopas de ajo. Aplicaremos todo aquello que la tv 1.0 ya funciona. Es decir, anuncios, eso sí, adaptados al medio, y product placement, y patrocinios, que creo que a la larga será el core business de la TVip.
En cuanto seamos capaces de romper esa barrera de «raros», estoy seguro que las empresas perderán el miedo y se lanzarán. Si hacemos bien nuestro trabajo, es evidente que una publicidad tan segmentada será muy efectiva. Y eso retroalimentará el círculo.
Y ahí viene la paradoja. Tendremos que esperar a que youtube encuentre su modelo de negocio cuando, los demás tendremos que seguir un camino muy distinto al suyo. Por la sencilla razón de que él es muy horizontal y nosotros muy vertical.
Eso sí, mientras el tubo busca su modelo, nosotros hemos de cocompetir. Es evidente que necesitamos tener mucho más tráfico. Y cada «espectador» que acabe viendo cualquiera de nuestros canales es un éxito para todos, porque ayudará a cambiar hábitos. Así, por tanto, nos necesitamos y no será sino entre todos que «crearemos» este nuevo formato. Por cierto, que desconocía que fuéramos líderes en europa en vloggs (Güell dixit). La verdad es que no sé si alegrarme o preocuparme 😉
No me atrevo a decir cuándo se producirá el cambio, a partir de qué momento los videos pasarán a ser un negocio como otras áreas de la red, pero no parece que vaya a ser pronto. Así que tendremos que aguantar lo propio, y a eso sumarle la crisis que a cada día que pasa, se agraba.