Cuando una sociedad tiene el nivel de tensión en el que vive España es casi comprensible que las posiciones se muevan en extremos. La gente exige claridad de posturas. Aquel que no tiene una posición definida al 100% acostumbra a recibir respuestas con un velo de maniqueísmo. Lo vivimos en Cataluña respecto a la independencia y lo vive España respecto a la regeneración y, más en concreto, respecto a Podemos.
Es difícil hacer entender a la gente que entiendes perfectamente por qué está recogiendo tantas esperanzas Podemos y que, en cambio, estés frontalmente en contra de las soluciones que proponen. Es casi como estar a favor de los banqueros, de los desahucios y hasta de los corruptos de PP, PSOE y CiU.
¿Por qué creo que una victoria de Podemos es mala para España? Podemos parte de argumentos que son ciertos: primero, el sistema está montado para favorecer a grandes grupos de poder. Segundo, los partidos de toda la vida están absolutamente corrompidos. Y tercero, no hay una verdadera división de poderes que garantice un sistema democrático.
¿Cuáles son sus recetas? Primero, auditar la deuda e impagar aquella parte que se considere ilegítima. Segundo, subir los impuestos a los ricos. Tercero, nacionalizar sectores estratégicos o, cuanto menos, amenazar a estos sectores con hacerlo si no cumplen con ciertas exigencias. Cuarto, aplicar una Renta Básica Universal (es decir, el estado paga un salario a todo el mundo). Hablan de una opción menos costosa; en vez de una renta fija sería variable en función del salario de cada uno. ¿Su modelo? Algunos países de Latinoamérica, que han aplicado fórmulas parecidas. ¿Dónde está el problema de todo esto?
El año pasado, el estado generó un 6’62% de déficit. O sea, unos 60.000 millones de euros. ¿De dónde sale este dinero? Básicamente de los bancos (sobre todo los de aquí), y también inversores de todo el mundo. ¿Qué pasará si les decimos que parte de la deuda no la pagaremos? Que o no nos prestarán en una buena temporada o nos lo prestarán a un precio inaceptable. Luego, el gobierno sólo tendrá 2 opciones: o recortar esos 60.000 millones de un día para otro (lo cual dejaría en cosquillas los recortes que hemos hecho) o recaudar más.
La respuesta no puede ser (sólo) su segundo punto: «subir los impuestos a los ricos». En 2013, los ricos españoles mejoraron su patrimonio en bolsa en 7.000 millones de euros. Fue un buen año para ellos porque en 2012, en su conjunto, perdieron dinero. Supongamos que nos quedamos con ABSOLUTAMENTE TODO el dinero que han ganado ese año en bolsa. Es evidente que eso provocaría una huída de inversiones. Así que el dinero que hubiéramos ganado en 2013 ya no lo ganaríamos en 2014. Pero supongamos que no es así. Si el déficit actual es de 60.000 millones y nos apropiamos de todas sus ganancias en bolsa, nos siguen faltando 53.000 millones.
Es verdad que las grandes empresas tienen una capacidad enorme de bajar su impuesto de sociedades (es como el IRPF de las empresas). Podemos dicen que es a causa de la falta de regulación. Yo creo que por un exceso (leyes que les permiten bajarse el impuesto a ellos y al resto no). Los beneficios de las empresas del IBEX35 en 2013 fue de 17.770 millones. De nuevo, si nos quedamos con ABSOLUTAMENTE TODO (olvidando que en 2012 perdieron dinero y que, después de cobrarlo todo, huirían corriendo del país), nos siguen faltando algo más de 35.000 millones. Es el equivalente a todo lo que pagaremos en intereses en 2015. Es decir, que deberíamos quedarnos con TODOS los beneficios de los súper ricos y, además, impagar TODOS los intereses de la deuda.
Pero es que ese no es el verdadero problema. El problema es que son multinacionales y tienen mecanismos para «perder» dinero en el país que quieran. Tal como hacen Google o Apple. ¿Evitar eso? No depende de un sólo país. ¿Convenceremos, al menos, a Europa, para que busque una solución a esto tan a corto plazo como para que podamos financiar los 35.000 millones de euros que nos faltan para ESTE año?
La tercera columna es la nacionalización de sectores estratégicos (energía, comunicaciones…). ¡Cuántas veces he escuchado que es una pena no tener las plusvalías que hoy genera Telefónica! ¡O Endesa! Lo que no dicen es que esas empresas, cuando eran públicas, ¡perdían dinero! Si la conclusión es que es estratégico y que el dinero no es lo primero, lo acepto (aunque no lo comparto). Ahora bien, eso no reducirá el déficit. Al contrario, lo ampliará.
Por último, la Renta Básica Universal en su versión más light dicen que supondría 30.700 millones, por lo que deberíamos sumarlos a los que ya hoy generamos. Hoy por hoy, inviable.
A mi todas las propuestas de Podemos me parecen inviables y muy poco deseables. No para los ricos (que buscarán fórmulas para salvar su capital) sino para el pueblo. Yo no odio a Podemos ni desmerezco a los que creen que es la solución. Sólo discrepo de sus recetas. Espero que alguno lo entienda.