Sabéis que de tanto en tanto (muy de tanto en tanto) cuelgo algún post de política, que es una de esas pasiones reprimidas en mi vida virtual pero muy presente en real. Y a falta de un año para las elecciones de mi comunidad, me muero de ganas de explicar, desde el punto de vista más desafectado que puedo, cómo veo las futuras elecciones.
La pregunta clave de las próximas elecciones catalanas creo que está muy clara; ¿será el tripartit capaz de reeditar la mayoría absoluta? Sobre ese eje, trataré de sacar la bola de cristal e intuir qué es lo que puede suceder.
Montilla tenía dos grandes frentes; reducir los conflictos en el seno del govern y que el sector maragallista del PSC no se levantara en armas.
Pero sus socios están en plena crisis interna, haciendo que algunos afecten a la vida del gobierno. Tanto el independentismo de ERC como el ecocomunismo de Iniciativa son difíciles de realizar en la obra de 4 años de un gobierno. Sus discursos poco posibilistas les penalizan cuando toman las riendas porque frustra las expectativas de sus votantes.
IC cambia de candidato; Joan Herrera, un tipo joven, dinámico y muy inteligente. Pero la consellería de interior, una propuesta envenenada de Montilla, yo creo que les va a pasar factura. Y muy cara.
Esquerra además ha sufrido en su interior un cisma que acabó con la candidatura de Carod-Rovira. Pero cuidado, porque aunque en España trate de pintarse a Carod como un inútil, cometen un grave error. Confunden su fobia ideológica con el independentismo (le atacan por cosas tan peregrinas como que su padre era Guardia Civil) con la inteligencia del personaje. Yo creo que esto expone al fracaso a su rival Puigcercós. Es una jugada arriesgada pero puede que la única salida del tarraconense.
A todo ello se añade Reagrupament. Aquí me la juego, pero estoy seguro que Joan Laporta encabezará la lista. Parece obvio que Laporta tiene (legítimas) ambiciones políticas. Es independentista y no le veo de segundo en ningún partido. Tampoco veo ningún partido aceptando un advenedizo. Laporta en un partido grande creo que se estrellaría, pero en uno pequeño puede dar la sorpresa.
En cambio, Montilla parece haber tenido más éxito en el interior de su partido. Este parece estar controlado por el propio president y los capitanes (el sector más españolista). Los maragallistas (por llamarlos de algún modo, los más catalanistas y federalistas) no están muy por la labor de enfrentarse. Pero el éxito no es pleno. Antoni Castells, conseller de economía, no ha tenido problemas en decir claramente que está dispuesto a plantarse frente al gobierno central si este no cumple.
¿Por qué el conseller Castells se permite este lujo? En mi opinión por dos cosas; Tiene una imagen buena en todo el espectro político, lo que lo refuerza en la centralidad. Además, es uno de los fuertes del sector catalanista del partido. Aunque esto es especular, podría estar posicionándose para suceder a Montilla en caso de que este se estrelle en las próximas elecciones. Puede que Castells esté descontando que la crisis los va a hacer saltar del gobierno.
Todo ello creo que pasará factura al tripartit. ¿Garantiza eso la victoria de CiU? El partido catalanista de centro derecha corre el riesgo de volver a alzar el signo de la victoria a la vez que agacha la cabeza. La imagen de Mas no es buena, el PSC tratará de vender que pactarán con el PP (algo muy negativo para su imagen), y Unió da un regusto conservador que no ayuda. Además, tiene un problema latente y es que las nuevas hornadas están abandonando el posibilismo pujolista y se están abrazando al independentismo, lo que genera una crisis en el discurso.
Aún así, creo que ganarán, con opciones de gobernar y, sobre todo, sin posible reedición del tripartit. Sus posibles socios pueden ser 3; ERC, Reagrupament y, claro, el PP.
¿Estará el PP en condiciones de «ayudar» a CiU? CiU tiene que andar con mucho cuidado si pacta con ellos porque una excesiva dependencia puede ser un suicidio político.
Pero por escaños, no creo que el PP varíe mucho su número de representantes. Ciutadants tiene muchas tensiones internas y la cobertura que le dieron algunos medios (sobre todo El Mundo y la COPE) están amortizados; en mi opinión, acabar con Josep Piqué. Tampoco creo que el PP recupere los escaños y podrían ir a la pujante Rosa Díez y UPyD, con un discurso parecido al del partido de Ribera.
En el fondo, el riesgo es el mismo que el de hace 3 años; centrar el discurso sobre las relaciones Catalunya-España cuando les llega uno con un discurso más contundente que el suyo. Por eso creo que los resultados para el PP pueden ser similares.
¿Sobre qué girará el debate pre-electoral? No espero nada interesante en cuanto a propuestas. En eso ya ando desengañado. Yo creo que habrá dos grandes temas; el posible pacto CiU-PP y la corrupción.
El PSC tratará de inocular la semilla del miedo a la reedición del pacto entre los partidos de centro derecha, lo que obligará a CiU a garantizar o que no pactarán pase lo que pase, o a que no aceptará presiones «españolistas» por parte de nadie. Eso, a la práctica obligará a los convergents a recordar al PSC su dependencia del PSOE (cosa que no es costosa para estos) y dificultará el encuentro con los populares.
Sobre la corrupción algo me dice que vamos a hablar de Millet mucho durante el próximo año. El hecho que Millet estuviera dispuesto a financiar desde las FAES hasta al líder del PI me hace sospechar que todos los partidos (no todas las personas, ni siquiera la mayoría) pueden acabar encontrando muertos en sus armarios. Dudo que eso evite que, a cada nuevo escándalo, lo aprovechen para tirarse trastos a la cabeza.
Mucho me temo que el próximo año va a ser un cúmulo de melodías disonantes que alejarán un poco más a la sociedad de sus representantes. Pero esa melodía dará las claves para entender si Montilla es capaz de aguantar el chaparrón, si pasa a la oposición o si acaba con su carrera política. Entre sus acordes vislumbraremos si las sucesivas victorias insuficientes de Mas acaban por dar su fruto o si acaban por sepultarlo y si eso supondría la escalada del hijo del president Pujol. Alguno de sus arpegios responderán si cuando Carod dejó la candidatura envenenada a Puigcercós estaba o no haciendo gala a su (desconocida en España) capacidad estratégica.
La coda final de esta sinfonía es una de las más importantes y con mayores consecuencias de la historia moderna de Catalunya causando cambios de liderazgo y entradas y salidas de grupos del parlament. Dudo que tras ella llegue una melodía harmoniosa, pero lo que es seguro es que gane quien gane, será muy diferente a la que venimos oyendo desde hace 6 años.