Hoy el PSC perpetrará (o habrá perpetrado, en función de la hora a la que leas esto) uno de los mayores actos de cinismo político que he vivido en toda mi vida. Aunque son muchos los que han repasado declaraciones de Pere Navarro estos últimos meses, no puedo evitar recopilar algunos textos.
Podría empezar por el programa electoral:
«Nos comprometemos a promover las reformas necesarias para que los ciudadanos y las ciudadanas de Catalunya puedan ejercer su derecho a decidir a través de un referendum o consulta acordado en el marco de la legalidad.»
Y podría seguir por unas míticas declaraciones de inicio de legislatura:
«Nuestro partido pondrá palos en las ruedas. Ni uno solo. El PSC se abstendrá en todas y cada una de las votaciones que afecten a este tema [el derecho a decidir] durante toda la legislatura y permitiremos así que usted [Artur Mas] y su socio [ERC] lleven adelante su pacto. No nos opondremos. Nos abstendremos. Ahora le toca a usted [Mas] y al señor Junqueras hacerlo posible: legal y acordado.»
Yo me hago la misma pregunta que mucha gente: ¿Pedir que sea legal no incluye la posibilidad de hacer una petición de transferencia de las competencias a través del 150.2? ¿Y hay un sitio más adecuado para lograr un acuerdo que el parlamento español? ¿Dónde sería mejor que se produjera ese acuerdo? ¿Es esa la forma que tiene el PSC de «promover» reformas para que los catalanes puedan ser consultados?
Es verdad que el PSC no es el primer partido en incumplir el programa electoral. De hecho, es la costumbre. Ahora, en este caso, la excusa es sangrante: Como el proceso está condenado al fracaso, votarán en contra. ¿Y esa máxima la aplicarán siempre a partir de ahora?
Me imagino que, al menos los diputados del PSC no votarán en contra de la nueva ley del aborto. Votarán a favor porque votar en contra, cuando la ley es seguro que será aprobada, es absurdo. Supongo que no harán más propuestas parlamentarias en Catalunya porque tienen todas las votaciones clave perdidas.
Para evitar la fractura de forma pública, echarán a los diputados que no voten en contra. El problema es que servirá de poco. El propio PSC ha visualizado la fractura definitivamente con esta decisión. Yo respeto y comprendo que en el partido ha habido unos congresos en los que han ganado unos y no otros. También me parece razonable que, si alguno no se siente cómodo dentro del partido, debe marcharse. Ahora bien, cuando hoy voten en contra de solicitar la transferencia estarán incumpliendo su programa electoral. ¿Ese debe ser motivo para que se vayan los que cumplen o los otros?
¿Cómo pueden estar haciendo un cálculo tan incorrecto desde Nicaragua? La única explicación posible es que se conforman con recuperar las tres comarcas que son feudos fuertes: Barcelonés, Vallès Occidental y Baix Llobregat. Pero es incorrecto porque Pere Navarro no es creíble como el más español de los españoles. Y más si le haces competir con la demagogia españolista de Albert Rivera. Todo ello sin decir que es imposible gobernar Catalunya sólo desde 3 de las 41 comarcas, por mucha población que tengan.
A estas alturas, y como me decía hoy un amigo, cuesta creer que el PSC quiera presentar a las elecciones a un candidato tan desgastado. Tampoco en eso aciertan con la calculadora. Es posible que tardemos menos de 1 año en volver a votar. ¿Buscarán un perfil más netamente PSOE? ¿A qué esperan?
El tercer cálculo en el que se equivocan es en el valor de la marca PSOE. ¿No miran lo que dicen las encuestas? El PSOE es una marca lamentable en España. La marca Ciudadanos, en Catalunya, es mucho más potente. Por mucha historia que arrastren PSC y PSOE. Y si no, veremos qué pasa en las próximas elecciones.
El cuarto cálculo erróneo es entender todo esto como un complot anti-PSC. Se equivocan. Yo (y los que criticamos sus estrategias) no odiamos al PSC. Justo al revés. Es la estima que le siento la que hace que me duela que estén renunciando a sus valores fundacionales (entre los que se encuentra el catalanismo y la defensa del derecho a decidir). Además, deberían aprender una cosa del movimiento independentista: mientras fue victimista, nadie se sumaba al carro.
Algunos se quejan de lo mucho que se habla del PSC para criticarlo. ¿Tanto hay que hablar de un partido que tiene 20 diputados? He leído varios twitts de gente del partido en esta línea. Preferirían que les trataran como un partido irrelevante. ¡Deberían dar gracias porque es verdad que su peso electoral no merece tanto interés mediático!
A veces parece que algunos estarían mejor si el sector catalanista se marchara. Los viven como si fueran cálculos renales y que, lo mejor, sería expulsarlos (de forma directa o indirecta). En mi opinión, lo que les hará subir la fiebre y sangrar serán las malas estrategias. El PSC parece querer optar a la irrelevancia crónica. Todo un mal cálculo. Estratégico, por supuesto.