Alberto Lacasa

Audiovisual, política y más allá

La sombra

(NOTA: Si has aterrizado aquí buscando en un buscador, que sepas que este post es parte de una colección de artículos para aprender a escribir, que puedes encontrar aquí)

Función psicológica

Este arquetipo representa todo aquello oscuro, reprimido, no conseguido, y que, además, tratamos de silenciar. Son aquellas cosas que enterramos en el inconsciente porque nos duelen. Aquello de que la memoria es selectiva… Pues eso.

Desde el punto de vista psicológico representa los sentimientos reprimidos. Todo aquello que vamos almacenando y que tratamos de esconder porque nos duele. Un surgimiento repentino de todos estos horrores personales son los que llevan a la psicosis, es decir, a la pérdida de contacto con la realidad. Así, cuando la sombra surge con toda su fuerza y su mal- dad, funciona como un brote psicótico.

Situaciones que guardamos en el inconsciente hay muchas. Las peleas con la pareja, aquel día que alguien te cazó criticándole. Llevado al ex- tremo (y, de hecho, muy utilizado en el cine), unos malos tratos o abusos sexuales a un menor que éste ya no recuerda.

Función narrativa

Desde el punto de vista narrativo, es el antagonista. Su objetivo es poner- le las cosas difíciles al protagonista. Éstas deben estar por encima de las posibilidades del héroe para que el reto sea tan potente como sea posible.

En muchos casos, el villano actúa como contrapunto de las características del protagonista. Es decir, allí donde el protagonista o héroe tiene una virtud, el villano tiene un defecto. Y a la inversa; donde el protagonista tiene una sombra, el villano un punto de heroicidad.

Suele representar al antagonista, aunque no siempre es así. También puede representar las cosas no tan positivas que tiene nuestro héroe (o cualquier otro personaje). Incluso te diría que es muy interesante y casi imprescindible incluir elementos de la sombra al héroe para darle densidad.

Así, donde decimos que el héroe debe tener algún aspecto de la sombra que lo humanice, es bueno que el villano tenga características heroicas que lo hagan más interesante. Es bueno que tenga un buen motivo para causar tanto dolor. Y puede, incluso, vehicular un cambio en la actitud final del protagonista.

En el momento en que el protagonista consigue que el antagonista esté a punto de caer en el vacío, descubre un punto de humanidad en su mirada, que le lleva a tenderle la mano, lo que acaba con las veleidades del malo.

Sombras conocidas del cine: Joker, de Batman; Lord Voldemort, de Harry Poter; Scar, de El Rey León; Freddy Krueger, de Pesadilla en Elm Street; Davy Jones, de Piratas del Caribe…

Algunos personajes sombra más interesantes serían los casos de:

Hanibal Lecter, de El silencio de los corderos. Cumple con todos los requesitos de una sombra. Pero no es el “malo” de la película. Más bien, un colaborador.

Alex DeLarge, de La Naranja Mecánica, es un villano convertido en protagonista. La película nos obliga a simpatizar con su maldad.

Más interesante es la vuelta de tuerca que se produce en el final de Blade runner, donde es la sombra quien sale de esta salvando la del protagonista convirtiéndole a él en sombra. Brillante perversión del mito…

¿Te atreves a seguir? Descubre las características del embaucador.