La maldición culer

Dicen que Sísifo quiso burlar a los dioses en la hora de su muerte porque quería vivir eternamente. Pero como castigo se vio obligado a intentar subir una piedra siempre a la cima de una montaña que, justo cuando está a punto de llegar, vuelve a caer rodando obligándole así a volver a empezar su camino.

Los culers, como Sísifo, somos incapaces de acabar con las guerras internas. Pero recuerdo la sensación de alegría que tuvimos todos cuando la junta de Laporta tomó las riendas del Barça. Parecía que podríamos dejar la piedra sobre la montaña. Eran gente atrevida pero honesta y capaces de superar la clásica fractura social entre nuñistas y cruyfistas. Pero no, volvió a caer. Y siete años después estamos donde estamos: con dos presidentes enfrentados.

El sábado pasado, antes del partido, los socios compromisarios decidieron, en base a las informaciones que sacaban a la luz la due diligence, querellarse contra la directiva (saliente) de Laporta por la gestión económica (si los medios están reflejando bien este asunto, no es por cosas oscuras). Y mi pregunta es, ¿pero qué informaciones?

A mi me parece perfecto que se emprendan medidas legales contra la anterior directiva si la Due diligence «demuestra» cosas oscuras. Pero, ¿qué es lo que sabe el socio compromisario de lo que hay en ese documento? Lo que han dicho el trío Laporta-Sala i Martín-Oliver y la nueva directiva, sobre todo Xavier Faus. Es decir, nada.

Mientras unos ven agua cristalina, los otros ven lodos. ¿Qué información tengo como aficionado/socio? Pues ninguna. Lo que tengo son simpatías y antipatías. Y ese es el problema. Que mi impresión es que la gente que votó y la gente que opina por la calle vota a favor o en contra en función de sus simpatías o antipatías.

Como muestra, dos días despues, hoy lunes unos dicen que Laporta no fue a defender sus cuentas porque no le dio la gana. Laporta dice tener mails que demuestran que no le dejaron ir. ¿Qué información tengo yo? Ninguna. Me creeré a quien me apetezca, pero no en base a algo lógico. Sólo a mis preferencias personales.

Ahora bien, hay algunos aspectos que no acaban de encajarme. Repito que no tengo certezas, sólo opiniones:

En primer lugar la directiva actual dice que el Barça está obligado a cerrar las cuentas tal y como dice la auditoria. Eso es mentira. El Barça, como entidad deportiva, está obligada a estar auditada pero las decisiones del auditor no son vinculantes.

A mi, si me dicen que la junta de Laporta ha tocado dinero de la caja, me parece una obligación de la nueva junta ir a por ellos. Pero ir por la gestión económica me llama la atención. Intentar entender la era Laporta como mala desde el punto de vista económico me arranca una sonrisa. Cuesta aceptar que ese sea el punto débil de la época Laporta.

Xavier Faus dijo en la asamblea que el informe que hace una auditora como la del Barça no puede manipularse desde el club. En cambio, esta misma directiva ha hecho filtrar que hasta este año pasado, esta misma auditora tenía intereses familiares de por medio. Nadie, con dos dedos de frente, cree que la auditora no está condicionada (no digo manipulada) por el cliente, en este caso el club.

Me parece muy inteligente por parte de Sandro el voto en blanco. Con ello entiendo que transmite que él le quiere dar la libertad al socio, cumpliendo una promesa electoral (está demostrando ir cumpliéndolas, algo que le honra) de levantar alfombras en caso de ser necesario. Pero a mi no me cuela. Sandro, como Laporta, Gaspar, Núñez… no es tonto. Las asambleas están dirigidas. Y esta no era menos.

Mi sensación (y uso sensación con toda la intención) es que esta directiva y la anterior están haciendo lo mismo: presentar números reales de la forma que les sea más favorable. Así, unos presentan beneficios y los otros los presentarán. Y, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, reducir el aval dentro de un año. De hecho, esto ya lo hizo el propio Laporta cuando llegó al cargo. Y, por cierto, Sandro también estaba allí.

¿Está la asamblea legitimada para hacer esto? Sí. Pero creo que Laporta no está pagando una mala gestión sino su actitud prepontente. Su pecado es la metamorfosis del amiguete con el que todos nos hubiéramos ido de fiesta a un tipo endiosado de declaraciones patéticas e injustificables.

Sandro me parece con mucha más inteligencia social. Y sabe mucho de fútbol. Aunque algunas de las cosas que prometió y que ahora cumple (como «cerrar» el club a nuevos socios) no me gustan, estoy seguro que dejará mucho mejor recuerdo. En lo deportivo tiene difícil superar los resultados de Laporta pero, en todo caso, estoy seguro que lo hará bien.

Pero todo esto es un palo en la rueda. Creo que en el pecado va a encontrar su propia penitencia. Todo esto apunta a que cualquier decisión que tome será juzgada por algunos con mucha más virulencia de la que hubiera recibido.

Los culers, como si fuéramos Sísifo, hemos de seguir soportando la piedra de la división. Nos costará tener otra oportunidad de superar fracturas sociales como la que tuvimos hace 7 años. Ahora esta herencia es probable que lastre el futuro. Habrá que subir de nuevo la piedra con la esperanza que, algún día, la cima nos ofrezca un lugar seguro donde descansar de guerras internas.