El valor de la versión original

Hoy se ha presentado la nueva ley del cine en Catalunya. Habría muchos aspectos a discutir sobre la ley pero hay un tema que destaca por su carácter noticiable; a partir de ahora, todas las películas con más de 15 copias deberán tener la mitad de sus copias en catalán.

Así que unos defenderán que esto es un ataque a la libertad de elección de las empresas y las personas. Pero lo que de verdad sucederá es que, con cinismo, no reconocerán que defienden eso porque sus «derechos» están ya cubiertos. Los otros defenderán los derechos inalienables del catalanoparlante sin reconocer que forzar las cosas suele ser una mala opción.

Mientras, un pequeño gurpúsculo de irreductibles (y que yo creo que va al alza) defendemos las bondades de la versión original. Y los motivos son muchos;

Educativos; Como la mayoría de films que llegan de fuera son en inglés, acostumbras el oído a la fonética inglesa y aprendes vocabulario. Si algún día soy padre, quizás optaré por contarle de viva voz o dejarle que lea la Cenicienta o la Ventafocs. Pero, si ha de contárselo Disney, creo que preferiré que vea Cinderella.

Culturales; Un idioma aporta una forma de ver el mundo y de entender las cosas. Lo dicen todos los lingüistas y, los que tenemos la suerte de tener dos idiomas maternos, deberíamos saberlo mejor que nadie. Ver cine en versión original, ya sea chino, francés, alemán o ruso, no te permite profundizar tanto como para captar la esencia de esa visión cultural. Pero su fonética sí que transmite cosas. Tener los poros abiertos para ser capaz de leerlas es enriquecedor.

El cine en castellano/catalán como elemento diferenciador; Yo sostengo la tesis de que la permanente crisis del cine español es porque no tenemos escuela. Aunque aquí no me voy a poner a explicarlo con detalle, en esencia se resume en que, para la gente, la única diferencia entre el cine español y el americano es que es más cutre. Aspiramos a contar las cosas como ellos lo hacen sin sus presupuestos. Marcar diferencias con el idioma podría ayudarnos a encontrar nuestro espacio.

Integridad de la obra; Una película es algo que lleva mucho trabajo. Los guionistas pasan horas pensando si tal frase transmite mejor o peor los matices que buscan para cierta secuencia. Y ese matiz acaba afectando a cómo el actor modula su voz. Cuando llega alguien detrás que reescribe ese guión, por muy concienzudo y brillante que sea en su trabajo, acabará por deformar necesariamente el trabajo que antes se hizo.

El sonido enlatado; Yo lo llamo así. Cuando veo una película doblada tengo la sensación de que la grabación se produce en una habitación aseptica, con un eco absolutamente irreal. Desconozco hasta qué punto las películas que nos llegan utilizan el sonido directo tomado del rodaje, pero a los que no veis las películas en VO, os recomiendo que hagáis una prueba. Coged un DVD, escuchad 1 minuto en VO y luego volved a verlo doblado. Fijáos cómo cambia el sonido. Suena como a lata. ¡A mi me saca de la historia!

Mutilación del trabajo del actor; Para mí es el elemento más importante. Fijáos en un detalle. El cine suele trabajar a distancias muy cortas del actor. No es como el teatro donde estos disponen de sus manos, brazos, piernas… En cine solemos tener sólo la cara. La cara y la modulación de la voz. ¡Pero con el doblaje machacamos la voz! Por lo que estamos destruyendo el 50% del trabajo de los actores. Sé que mucha gente se queja de que, con los subtítulos, se pierden las imágenes. Pero esto es parcialmente verdad. No niego que gastas un tiempo en leer. Ahora bien, cuando has visto muchas, aprendes a leer por encima los subtítulos para perder menos tiempo. Y, además, todo lo que pierdes de imagen lo ganas en la voz. Ver una película subtitulada te permite ver imágenes. Una versión doblada no te permite escuchar nada del audio.

Como en todo, es cierto que requiere un cierto esfuerzo inicial. Pero os aseguro que, con el tiempo, lo agradeceréis. Y vuestro bolsillo también se ahorrará algunas clases de idiomas.

P.D.: Como nadie va a hablar de esto porque a nadie le va a interesar, sabed que la nueva ley del cine en Catalunya también hace una apuesta por el cine en VO subtitulado. ¡Gran noticia que espero se traduzca en realidades! Claro que la consellería de educación hace un tiempo propuso poner las películas de TV3 en versión original con el dual en catalán y se armó la de San Quintín. Pero, si lo hacen bien, a medio plazo, la sociedad lo agradecerá.

Versión original en series

lost

Aunque suelo dar la batalla por perdida, muchas veces trato de convencer a la gente que ver películas (y, por qué no) televisión en versión original es una buena idea. Ellos suelen tener la impresión que, de hacerlo, se pierden buena parte de lo que pasa porque no pueden «ver» las imágenes. Pero, en mi opinión se equivocan.

Si eres de los que opinan así, imagínate que eres el director de la película. ¿En qué incidirías más a la hora de exigir a tus actores? Obviamente las caras y los gestos. Pero, ¿no sería para ti muy importante cómo dicen las cosas? Honestamente, el trabajo de un actor es en, por lo menos, un 50%, la entonación.

Y lo que sucede cuando se dobla una película, por bien que se haga, es que hay un director de doblaje que no tiene por qué tener la misma visión del proyecto que el verdadero director de la obra. Además, los sonidos pasan a sonar enlatados, artificiosos. Hasta tal punto que, cuando te acostumbras a la versión original, el doblaje que distrae continuamente de la historia.

Pero ahora parece que muchos de ellos, la necesidad de estar a la última en las series que siguen, ya sea Lost, Anatomía de Grey o Battlestar Galactica, pasa por encima del miedo a la versión original. Y eso pasa por hacer cosas ilegales 😉 y verlo subtitulado.

Quizás eso dé una oportunidad real a la versión original en nuestro país, muy acostumbrado al «cómodo» doblaje. Y para los que aún no os hayáis atrevido, os garantizo que, en cuanto hayáis visto un par de episodios (o películas) veréis que vuestra capacidad de «leer» y «ver lo que pasa» aumenta. Y es que no se leen subtítulos como se leen libros. Pero ese ya es otro tema.

¡Ah! Y otro argumento falaz es aquel que alguna vez me han dicho; «claro, tú como entiendes el inglés.» Bueno, pues ni mi inglés es tan bueno como para entenderlo absolutamente todo, ni me restringo a ver películas en inglés. De hecho, veo mucho cine europeo en sueco, alemán, italiano, rumano (que ahora está bastante de moda), e incluso coreano, japonés… ¿Por qué no iba a hacerlo?

Los que aún no os hayáis atrevido, os recomiendo que lo probéis con alguna de estas películas en inglés que hablan poco y corren mucho (de acción) y le déis 3 ó 4 películas de margen. El resultado os satisfará, ya lo veréis.