Una de las noticias de la década, y ya veremos si más allá, es la presidencia de un negro en los Estados Unidos. A parte de lo que me gusta la noticia en sí, y lo muy por delante que sitúa a los americanos en libertades (¿alguien se imagina a un gitano presidente en España?), hay que reconocer que Obama no es el primer presidente negro de USA.
Hace 10 años, Morgan Freeman interpretó en el cine el que sería el presidente negro más conocido de la gran pantalla. Y, por cierto, tenía algunos puntos en común con el que pronto tomará posesión. Los dos se enfrentan a unas crisis de dimensiones descomunales. Mientras Obama deberá sacarnos (a todos) de la enorme crisis financiera, Tom Beck, el personaje interpretado por Freeman, salva al mundo de un meteorito en «deep impact«. A ver si esta vez corremos la misma suerte 🙂 Claro que Freeman ya está curtido en estos menesteres. Ha llegado a ser, nada más y nada menos, que DIos. ¡Y por dos veces! En «como dios«.
Pero no es el único presidente de la historia de la ficción afroamericano. James Earl Jones, un actor impresionante, en 1972 también hizo las veces de máxima autoridad en «the man«. Chris Rock, en 2003 se pondría en su piel cuando dirigió e interpretó «de incompetente a presidente«, que ni he visto ni pienso ver. ¡Ah! Y en la serie «24» ha habido no uno sino 2 presidentes negros (en este caso, hermanos en la ficción); Dennis Haysbert y D.B. Woodside.
Eso sí, para mi el mejor presidente negro de toda la historia no es ni podrá ser jamás el de los EEUU. El mejor de todos, sin lugar a dudas es el lehendakari de «Airbag«. Me encanta la gente capaz de reirse de si misma como Juanma Bajo Ulloa y Karra Elejalde.
NOTA: Hace días que quería escribir este artículo y he tenido la suerte de encontrar uno que me ha ayudado mucho a sacar toda la información.