Movimientos de cámara (III): stedycam

El stedycam es otro de los movimientos de cámara importantes y, en mi opinión, cada vez se está utilizando más. Los resultados son similares a los del travelling que veíamos el otro día pero es más sencillo de hacer. Así que es una solución barata que tiene una expresividad similar al travelling.

El stedycam es un artilugio o estructura que se engancha al cuerpo del cámara y que, gracias a un sistema de muelles, estabiliza tanto la imagen que parece montada sobre un trípode pero que te permite moverla de un sitio a otro. Si te gustan los concursos de televisión tipo OT, podrás ver unos cámaras que llevan todo un mecanismo enganchado al cuerpo. También los utilizan en los conciertos o en los partidos de futbol en las celebraciones o presentaciones de las plantillas.

Decíamos en el anterior post sobre movimientos de cámara que el travelling tenía la capacidad de transmitir emociones respecto a las cosas que pasaban y a los personajes. El stedycam consigue unos resultados parecidos. Entonces, ¿para qué se utiliza?

Pues suele utilizarse cuando no podemos montar el travelling (que requiere montar unas vías) porque no cabe o porque no hay dinero para hacerlo.

Y, ¿puedo notar si están usando un travelling o un stedycam? Sí. No siempre es fácil pero sí. En primer lugar porque, aunque mire de evitarse, se nota un poquito que el cámara está caminando. Es muy sutil pero es algo que, excepto en alguna situación muy concreta, mira de evitarse. Los travelling, cuando han de reencuadrar mediante panorámicas, pueden ser más suaves o menos. Pero no suben y bajan, cosa que sí pasa en el stedycam.

También verás algún plano en el que es imposible que esté hecho por un travelling porque le hubieras visto las vías. Si dos personas salen caminando por la calle durante mucho rato en dirección a la cámara sólo puede rodarse con stedycam porque llegaría un momento en el que verías las vías.

Un stedycam muy bonito por la coreografía que ha hecho el director con los extras es de Pulp Ficción. Verás que es imposible que sea un travelling y que tiene un puntito de baile de arriba a abajo.

De todas formas, hay algunos usos del stedycam específicos de esta herramienta y muy expresivos. En algunos casos, funciona de maravilla en escenas donde quieres transmitir que el personaje está mareado o, directamente, colocado. Está claro que, en ese caso, estamos hablando de planos muy subjetivos, así que hay que usarlos con cuidado porque «cansan». Una película que los usa con una gran inteligencia es Requiem por un sueño. Verás que, en algunas imágenes, la stedy está montada encima del actor y transmite la sensación de mono que tienen.

Por último, os dejo con uno de los vídeos más divertidos con los que me he topado en tiempo. Antonio Segura es un tipo que tiene un videoblog donde habla de todos los complementos que compra para su cámara. No te lo pierdas porque tiene una gracia innata increíble. Verás el aparato y hace una demostración de cómo se usa.

LA ESTEDICAN (Video Oficial) from Antonio Segura on Vimeo.

Movimientos de cámara (II): Travelling

En el anterior post, hablamos de las panorámicas, quizás el movimiento más conocido. Pero, como dijimos, no es el único. Con el tiempo, han llegado muchos otros Y otro del que casi todo el mundo ha oído hablar es el travelling.

El travelling implica un cambio de posición de la cámara que suele venir acompañado de un movimiento en panorámica, aunque no necesariamente. Son de gran utilidad para reforzar elementos del plano que tienen una importante carga dramática y para mostrar elementos del plano que quedarían ocultos en caso de no utilizarla.

Puede parecer que tiene unas funciones similares a la panorámica, sobre todo por aquello de mostrar elementos del pano que, si no quedarían ocultos. Pero es sólo una ilusión porque, en realidad, sus funciones son muy diferentes.

Godard, uno de los directores de cine más importantes de la historia, dijo que el montaje era una cuestión moral. Luego, esta cita se ha aprovechado para relacionarlo con muchos aspectos de la creación cinematográfica. Se habla del montaje, el plano, el travelling… Y, en todos los casos, es cierto.

¿Por qué saco este tema? ¿Y qué narices significa eso de la «cuestión moral»? Pues porque uno de los tipos de plano más «morales» es el travelling. Y, aunque es un tema bastante complejo, intentaré explicarlo para que se entienda.

Cuando el realizador y el director de fotografía deciden dónde poner la cámara, buscan unos motivos. Ponen la cámara en un sitio por algún motivo. Si la película está bien hecha, la respuesta a ese sitio «adecuado» tiene que ver con el «punto de vista» desde el que se narra la historia. ¡Carai! Me estoy complicando. Tranquilo, que ya casi estoy…

Digamos que hay planos que tienen la capacidad de identificarnos con el que sale en la imagen y planos que generan justo lo contrario. Y el travelling es uno de esos planos que, de verdad, condicionan, y mucho, nuestras filias y fobias en un film.

Pongamos por ejemplo el famoso discurso facilongo de Bill Pullman como presidente de USA en Independence Day. Hay otros planos, pero fijaos en el plano del presidente. Verás que la cámara va acercándose. No me dirás que no genera identificación. Fíjate cómo la planificación, en realidad, es muy sencilla. Planos inserto de gente escuchando y el travelling acercándose al presidente.

Eso es lo que solemos hacer cuando queremos identificar al espectador con un personaje. Justo el mecanismo inverso (o esa, separarse) provocaría el efecto contrario. De distanciamiento.

Algunas películas utilizan el travelling in (el que se acerca) en el primer plano para «meternos» casi literalmente en la trama y el travelling out (el que se separa) para «sacarnos» de la historia en su último plano.

La cosa es que los travellings tienen algunas virtudes y algún defecto que otro.

A parte de las cosas que ya hemos dicho, tienen una enorme capacidad de dar sensación de tridimensionalidad. Conseguir eso es una de las tareas más importantes del director de fotografía. Son expresivos y muy bonitos. Y, además, dan dinamismo a la imagen.

Además, es capaz de enseñar cosas que la panorámica no es capaz de enseñarnos. Digamos que la panorámica nos puede enseñar cualquier cosa que quede a la derecha, izquierda, arriba o abajo del cuadro. Pero nunca cosas que queden detrás de la acción. Por ejemplo, detrás de los personajes. Imagina un personaje que tuviera un cuchillo escondido en la espalda. Con una panorámica jamás podríamos mostrarlo. Pero con un travelling sí.

El gran defecto del travelling es que es muy caro. Requiere tiempo y eso acaba por traducirse en dinero. Por eso, producciones de bajo coste los tienen muy limitados. También es verdad que algunos directores abusan y acaban por perder efectividad.

Para acabar, te dejo con uno de los mejores travellings de toda la historia del cine. Es de la famosa escena de las escaleras del Acorazado Potemkin. Verás que es muy expresivo y que da una fuerza espectacular a la imagen. Si, además, te sitúas en los años 20, que es cuando se rodó, alucinas que alguien fuera capaz de hacer eso.

Movimientos de cámara (I): Panorámica

La panorámica es un movimiento de cámara que consiste en girarla sobre un eje, ya sea en vertical, horizontal o la suma de ambas. Y sus funciones principales suelen ser 2; enseñar una parte de la escena que, de otra manera, no podría verse, y acompañar a la acción. Por ejemplo, este vídeo que puedes ver a continuación es una panorámica en la cima del Everest.

Cuando nació el cine las cámaras eran unos trastos realmente enormes. Debía de ser muy incómodo moverlas, así que se tardó un tiempo en hacer los primeros. Además, hay que tener en cuenta que hasta mediados de la década de los 10 no había la voluntad tal y como hoy la entendemos, de contar «historias». Más bien se mostraban situaciones o cuadros. Digamos que, por extensión, se buscaba hacer una especie de imagen teatral. Así que tampoco era necesario moverla.

Pero cuando la cámara empezó a «mandar», aparecieron los primeros esfuerzos; Porter, el director de la conocida Asalto y robo a un tren, y Griffith fueron los primeros en conseguirlo.

La gran función de la panorámica es que nos permite seguir la acción. Imagina que los dos protagonistas caminan a lo largo de una calle. Para poder enseñar todo el paseo de los personajes, tendríamos dos opciones; o enseñamos mucha calle para que, sin mover la cámara captáramos todo el paseo, y entonces los protagonistas se verán pequeñitos. O movemos la cámara. Y una de esas opciones es la panorámica.

Digamos que ese tipo de panorámica nace, en esencia, de una necesidad. Si enfoco todo el camino sin mover la cámara, pierdo legibilidad. La legibilidad en una imagen es lo fácil que es ver las cosas importantes. Si los personajes son muy pequeños dentro de la imagen, me costará encontrarlos, por lo que la legibilidad sería muy mala. Así que encuentro una solución técnica que me permite mover la escena y, a la vez, mostrar lo que haga falta con claridad.

Pero con el tiempo se le dio una función también dramática. En el cine hay siempre hay una tensión entre lo que se ve y lo que no se ve porque queda fuera de plano. La panorámica nos permite mostrar elementos dramáticos que, de otra forma, quedarían velados al espectador.

Imagina que un hombre camina por un bosque. Va tranquilo, sin miedo a lo que pueda pasarle. Le vemos pasar entre dos árboles despreocupado. Pero la cámara hace una panorámica vertical (de la cara a los pies) y vemos que ha estado a punto de tropezarse con un cable que parece el desencadenante de que se active una trampa.

Incluso el propio movimiento puede tener carga dramática sin necesidad de enseñar nada especial. Si la cámara hace la panorámica muy rápida hacemos lo que se llama barrido. El barrido, en una escena de mucha tensión, refuerza la sensación de movimiento, de prisa. Parece que están sucendiendo muchas cosas y muy rápido.
En algunas situaciones, llega a utilizarse para el montaje. Mira, por ejemplo, esta escena comentada de una de las escenas más brillantes de toda la historia del cine. Orson Welles, en Ciudadano Kane, utiliza el barrido para dar la sensación que pasan muchos años. Nos muestra a una pareja y como, mediante la actitud, la relación va variando con el tiempo.

Puede transmitir algunas cosas más, aunque quizás no son tan evidentes. Por ejemplo, puede ser útil para transmitir mareo cuando una persona se desmaya. Otras veces se ha utilizado para enseñarnos un sueño o para mostrar que alguien se ha desplazado en el espacio más rápido de lo razonable, como en el caso de un vampiro o un espíritu. Eso sí,no hay que olvidar que el barrido (y la panorámica en general) puede tener una función puramente estética. Sencillamente porque queda bien.

La panorámica es el primer gran movimiento de cámara del cine. Con el tiempo han llegado otras soluciones que pueden parecer idénticas pero que tienen algunas diferencias que las hacen completamente distintas. Lo que nadie quitará a la panorámica es que fue la primera capaz de romper el propio marco de la imagen de cine. Toda una innovación…