El cliché del espejo

He recibido un mail del autor de Planeta Oli esta mañana pasándome el link de un vídeo para que le echara un vistazo y me ha interesado tanto que voy a meterlo en blog. Se trata de una compilación de escenas en las que un espejo juega un papel relevante en la tensión de una escena.

Cuando he impartido algún curso de lenguaje cinematográfico, creo que lo que más le sorprendía a la gente era cuando les hablaba de la importancia del fuera de campo. Cuando hablamos de fuera de campo nos referimos a todo aquello que afecta a la historia pero que sucede «fuera» del marco de la imagen. De hecho, como ya he comentado alguna vez, para algunos teóricos, esta es la característica más definitoria del cine. No hay ningún otro arte donde se produzca una tensión tan fuerte en lo que hay «dentro» y lo que hay «fuera».

Esto que suena tan esotérico, en realidad, es algo que tenemos muy asumido. Por ejemplo en una película de terror, cuando vemos a la típica chica caminando por un pasillo lo que tememos es que pueda aparecer algo repentino que está «fuera de campo» pero que, en cualquier momento, puede «entrar» en el campo.

Una de las típicas fórmulas para «meter» en el campo algo que, en realidad, está fuera son los espejos. Se han convertido en un cliché en las películas de terror. Casi lo esperamos. No sólo eso, sino que cuando aparece un espejo en una puerta ya contamos con que, al girar la puerta, aparecerá alguien reflejado que, en realidad, no debiera estar ahí.

En realidad, ha llegado a abusarse de esta técnica. Eso ha llevado a que, en algunas películas, se haya utilizado justo para lo contrario. Nos llevan al lavabo con la típica chica preciosa secándose después de la ducha. Entonces abre el armario para sacar el cepillo y lo que esperamos es que, cuando lo cierre, aparecerá el «malo». Y no sucede. Es una perversión interesante del cliché que puede ayudar a recuperar el interés por planos de este tipo.

Hay otras perversiones casi más interesantes (como no utilizar espejos o espejos «curiosos») pero que ya veréis. La compilación es muy divertida. Veréis muchas imágenes que os recordarán viejos tiempos. Me han venido a la memoria películas que forman parte de mi mitología personal pero que hace mucho que no veo. Quiero destacar dos que me encantaban; Halloween (mi película de terror favorita de niño) y Un lobo americano en Londres.
En fin, disfrutadlo. ¡Gracias Oli! 😉

La nueva relación con el fuera de campo

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Algunos de los grandes teóricos de lo cinematográfico dicen que, en narrativa audiovisual, es casi más importante lo que no se ve que lo que se ve porque es lo más definitorio de este arte.

Cuando miramos una fotografía, sabemos que esa foto tiene un marco y que lo retratado se mantendrá estático tanto tiempo como lo miremos. En el caso de la televisión y el cine, en cambio, puede aparecer un elemento inesperado de fuera del marco. De hecho, la base de un género como el terror es el miedo a lo que no vemos en plano o, lo que es lo mismo, lo que está fuera.

En todo caso, ¿qué sucedería si colocáramos una red de cámaras en una casa donde hay una pareja y amantes escondidos? Hasta ahora, hubíeramos jugado con lo que se ve y lo que no se ve basando en eso la tensión de la escena. Pero, en el momento en el que colocamos todas esas cámaras y es el espectador el que decide qué cámara ve, ¿cómo articular esa tensión?

Eso es con lo que está experimentando HBO en su página web, cosa de la que me entero gracias a un twitt de Gonzalo Martín. Han colgado varias historias y resulta divertido jugar. Es curioso analizar qué posiciones de cámara decides poner y las posibilidades expresivas que tiene. En mi caso, consiste en repetir varias veces la secuencia siguiendo a personajes en concreto.