Por 25 pesetas, programas de televisión que los políticos aprovechan para adoctrinar; las noticias, un, dos, tres, responda otra vez. Emm… Las noticias… Los programas matutinos de actualidad… En las tertulias, poniendo a más de los unos que de los otros… El tiempo… ¿El tiempo? Pues sí. Resulta que el espacio del tiempo es uno de los que ha generado más debate político desde inicios de la democracia. ¿Por qué? Sencillamente porque se basa en imágenes que son mapas.
Así lo interpretaron los políticos del PNV cuando crearon ETB y decidieron que los planos del tiempo fueran como el de la izquierda de la imagen, incluyendo todo aquello que ellos llaman Euskal Herria, es decir, Euskadi, Navarra y País Vasco francés. Y así lo han interpretado también los del PSE cuando han variado el plano sólo a las tres provincias vascas.
Sé que puede parecer trivial, pero no lo es. Y la prueba es que ha sido una de las primeras decisiones después del cambio de gobierno en la comunidad vasca. En el fondo, tomes la decisión que tomes, condiciona una visión política del territorio. Y el recibir el mensaje diario y constante de una cierta forma de entender el territorio influye, y mucho, nuestra forma de entenderlo.
Este debate se produce también en Catalunya. De hecho, Joan Ferran, portavoz del PSC, criticó en su día el mapa del tiempo de TV3. Entraré en más detalles en este caso porque lo conozco mejor. Básicamente TV3 lo que hace es dar el tiempo de Catalunya y después de todo lo que algunos llaman Països Catalans (Catalunya, Comunidad Valenciana, Baleares y Catalunya norte). No hay (o no suele haber) mapa de España, sino que directamente se muestra el mapa europeo. Si sale el mapa de España es, más bien, el de la península (aunque, como en la imagen de abajo, no salen las temperaturas de Portugal).
¿Es lógico que TV3 haga esto? En realidad, ellos responden que hace referencia a un mapa lingüístico y a una audiencia a la que se dirigen, ya que TV3 puede verse en todo este territorio hasta hace poco, ya que en la Comunidad Valenciana ahora lo han prohibido. Pero lo acepten o no, la carga política que conlleva es altísima. Y si hacemos lo contrario, ¿desparece la carga política? En absoluto, ya que como decía, seguimos mostrando una forma concreta de ver el territorio. Así, estamos condenados porque no hay un modelo libre de carga ideológica.
El peso icónico que tiene el tiempo en todos nosotros es enorme, y el debate en torno a él seguirá estando allí donde coexistan visiones territoriales antagónicas.