El aroma del café, día 0

Estos días han sido muy intensos de trabajo para el corto. Después de un buen baile de fechas, al final, vamos a grabarlo este principio de semana.
La verdad es que lo estoy disfrutando a tope y estoy recuperando unas sensaciones que hacía mucho no sentía.
Recuerdo que cuando era monitor, lo que más disfrutaba eran las salidas de fin de semana. Implicaba estar algo más de 24 horas seguidas con la misma gente compartiendo algo que te hacía feliz.
Solía suceder que, cuando se acababa, lo intenso de lo vivido me llevaba un par de días con una cierta nostalgia. Pero era señal de que había disfrutado mucho de aquellas horas.
Aunque ahora no estoy conviviendo con las actrices, sí que estamos pasando mucho tiempo juntos. Y como está siendo tan fácil, sobre todo en lo que se refiere al trato personal, estoy notando algo parecido a lo que me pasaba en aquellas salidas con los niños del esplai.
Ahora pasaremos muchas horas juntos durante los próximos dos días. Y supongo que esa sensación que tengo aumentará.
Por lo que se refiere al corto en si, creo que la cosa apunta maneras. Los ensayos están saliendo muy bien, pero ahora llega la hora de la verdad. La hora de decidir definitivamente si una toma es buena o no. Si la intesidad dramática de un plano está en continuidad a otro plano que se grabó horas atrás pero que, en cambio, los espectadores verán uno detrás de otro.
Ya os iré poniendo al día…

P.D.: Por cierto, en el video habéis podido ver a Esther y Sara metiendo cuchara en el guión mientras yo perdía el tiempo con la cámara. 😉