Corre el rumor de que la encuesta del CIS que se publicará la semana que viene da una victoria electoral a Podemos. En el peor de los casos para la fuerza de Pablo Iglesias, estará ronzándola.
En todo caso, se dibuja un parlamento español hiperfragmentado, con 3 fuerzas con un peso similar (Podemos, PP y PSOE) y una serie de fuerzas menores (ERC, PNV, CDC, UDC, UPyD, C’s, IU…). Algunas reflexiones al respecto:
1) Dicen que en Génova y en Ferraz están muy preocupados. ¿Y qué esperaban? Durante 30 años, en vez de cambiar el modelo productivo, han alimentado una burbuja que ahora se está cobrando las facturas. Han practicado el cinismo hasta el extremo: han dificultado la financiación de los partidos, alimentando así la financiación ilegal que, de paso, ha llenado los bolsillos de algunos. Y mientras toda la porquería ha ido saliendo a la luz, sólo les ha preocupado taparse las vergüenzas propias enseñando las ajenas tanto como fuera posible.
2) Que Podemos tenga unas expectativas tan altas, aún no es garantía de nada. Este tipo de partidos tan jóvenes acostumbran a tener problemas con los liderazgos. Podemos ha tenido dudas respecto a cómo estructurar su liderazgo. La candidatura opositora a Iglesias pedían un líder que les escuchara.
3) Si yo fuera Rajoy, convocaría elecciones generales en mayo, haciéndolas coincidir con las municipales. Eso le permitirá dos cosas: salvar algunos ayuntamientos porque el debate municipal se verá mediatizado por el nacional, de manera que el debate catalán le echará un cable. Los catalanes podemos irnos preparando. Por otro, mostrar datos económicos positivos. En abril y mayo los datos de paro tienden a mejorar. En cambio, para noviembre, cuando de verdad tocan, los datos suelen ser malos. A eso hay que sumar que la economía europea se ralentiza de nuevo. La vuelta de las vacaciones pueden ser dramáticas.
4) Podemos se ha comprometido a auditar la deuda y pagar sólo la legítima y a aumentar muy rápido los impuestos a las fortunas y grandes empresas. Vistas estas promesas, me temo que las semanas previas a las elecciones van a ser de una enorme inestabilidad. No me sorprendería que la prima de riesgo subiera y la bolsa bajara.
5) Tras las elecciones, el PSOE puede tener un papel fundamental: ¿Pacta con su rival histórico (PP) o con la izquierda radical (Podemos)? Si se produce esta situación, habrá presión europea para un pacto a la alemana entre centro derecha y centro izquierda. A corto plazo generará mucho desapego. Pero para estas fuerzas, es una nueva oportunidad. Puede que la última.
Si gobierna Podemos, veremos qué se atreve a aplicar de todo lo que promete. Gane o no gane, lo que es seguro es que cambiará las reglas del juego. Y por mucho tiempo.