Las supernovas, los fuegos artificiales del espacio

Mirar al cielo de noche siempre resulta gratificante, a no ser que vivamos cerca de grandes núcleos urbanos que, por cierto, es lo que nos pasa a la mayoría. Sin saber por qué, el cielo estrellado nos parece de una gran belleza.

Pero eso es porque no hemos tenido la oportunidad de ver una supernova, a una distancia prudencial, claro. Una supernova es la explosión de una estrella hipermasiva en el momento de morir. En la imagen podéis admirar la belleza de la supernova de Kepler, que estalló muy cerquita nuestro; apenas 20000 años luz. Se pudo ver a simple vista con un tamaño parecido al de un planeta y más que cualquier estrella que no fuera, obviamente el sol. Una explosión de este tipo demasiado cerca, sería fatal para la Tierra.

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Pero, ¿cómo se produce algo así? ¿Por qué explota una estrella cuando muere? Primero hay que entender cómo funciona una estrella. La pregunta clave es, si la gravedad es tan fuerte, ¿por qué no se va haciendo cada vez más pequeña y más pequeña? Es verdad que la gravedad tiende a juntar cada vez más la materia. Entonces, ¿qué se lo impide?

Hay dos procesos que luchan contra la gravedad. El primero es muy intuitivo. ¿Qué pasa si comprimes algo? Que se calienta. El calor no es más que partículas moviéndose muy rápido. Las partículas chocan unas con otras, y eso las aparta. Por eso las cosas se dilatan. Y eso es justo lo que les pasa a las estrellas. Esta fuerza contrarrestadora es la que predomina en las pequeñas estrellas, como nuestro sol.

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Hay otra fuerza. La enorme presión a la que la gravedad somete a las partículas del núcleo de la estrella, acaba haciendo que se fusionen. Y lo que provocan son reacciones termonucleares que dejan en una broma de mal gusto las más destructivas bombas nucleares que tenemos. También resulta intuitivo entender que esas explosiones tienden a expandir a la estrella. Esta fuerza es la que predomina en las grandes estrellas para luchar contra la gravedad.

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Así, gracias al equilibrio entre la gravedad y la dilatación y las explosiones nucleares, las estrellas mantienen su tamaño. Pero estas van consumiendo su combustible. Esto es, el morenito que nos sale en verano es porque nuestra estrella, el sol, se ha desprendido de mucha energía en forma de fotones, o sea, luz (en la siguiente imagen, la a). ¿Qué le pasará cuando se le acabe el combustible? Si la estrella es pequeña, como es el caso, simplemente se enfriará hasta convertirse en un pedrusco enorme.

Si la estrella es gigante, hay un momento en el que el combustible (partículas de hidrógeno que hay por el núcleo) se agota (b). En ese momento, la fuerza que hacían las reacciones nucleares para contrarrestar la gravedad, desaparecen. Y la estrella se comprime, implosiona o, como dicen los cosmólogos, colapsa (c). De repente, toda la materia de la estrella cae, de golpe, a su propio núcleo.

Ahora imaginaos toda esa cantidad enorme de materia concentrándose en tan poco espacio a una velocidad tan grande que cuesta de imaginar. ¿Qué sucede luego? Lo único que podía pasar. La materia choca con tanta violencia que sale disparada en dirección contraria extremadamente caliente y liberando una energía enorme (d,e, y f). Y ahí tenéis la supernova.

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(imagen de la wikipedia)

Hay varios tipos de supernovas, pero no voy a entrar en eso. Si queréis información más técnica sobre eso, os paso el enlace de la wikipedia.

Y después de la supernova, ¿qué? Mucha de la materia/energía (ya vimos que era lo mismo) sale disparada. Pero puede quedar una parte que no escapa de la gravedad de la estrella. Este nucleo recibe el nombre de estrella compacta u objeto compacto. Hay varios tipos y, en resumen, son estrellas que no luchan con la gravedad gracias a reacciones termonucleares sino a fuerzas de origen cuántico.

Si la masa que ha quedado sigue siendo muy grande, estas fuerzas cuánticas tampoco son capaces de luchar en equilibrio de fuerzas con la gravedad y colapsan de nuevo. Y esta vez lo que generan es un agujero negro.

Las supernovas son fuente de contradicciones muy fuertes; destruyen lo que encuentran a su paso y son, en algunos casos, el nacimiento de un agujero negro. Pero, a cambio, son de una belleza difícil de superar y reparten materia por el universo que facilita la formación de, por ejemplo, planetas y otras estrellas. Fuente de vida y de muerte a la vez. No está mal para el guión de una película… 😉