Alberto Lacasa

Audiovisual, política y más allá

Los personajes según Pau Navarro

(NOTA: Si has aterrizado aquí buscando en un buscador, que sepas que este post es parte de una colección de artículos para aprender a escribir, que puedes encontrar aquí)

Hay otra metodología complementaria a ésta y que yo suelo utilizar en paralelo. Es la que me enseñó mi profesor de guion, Pau Navarro. La metodología creo que es de Albert Dumortier y es lo que Pau llamaba DNFIP del personaje, en alusión al DNI. Para él es una especie de ADN que marca al personaje. Es un acrónimo. En este caso; Deseo, Necesidad, Fin, Intención y Pasión. Lo considero muy útil.

La gran virtud de esta herramienta es que le da una dirección a la evolución del personaje. Acabarás dándote cuenta de lo importante que es esto si quieres conseguir la empatía de los espectadores.

1/ Deseo

Cuando nos planteábamos el argumento de nuestra historia nos preguntábamos quién quiere hacer qué. ¿Te acuerdas? En ese caso, lo que en realidad queríamos saber era el protagonista y cuál su objetivo. O lo que es lo mismo, su deseo.

Así, en el caso del protagonista, el deseo es el mismo que el que utilizábamos para contestar a esta pregunta.

En sentido más amplio, pensando en todos los personajes de la historia, es aquello que está en juego para él o ella. Dotar de deseo a los personajes garantiza que tienen un objetivo. Si el deseo de todos los personajes está alineado con el conflicto, tendrás mucho ganado.

2/ Fin y intención

Sí. Lo sé. Me he saltado la necesidad. Y tiene una explicación. Déjame que siga con el fin y la intención y, después, vuelvo a la necesidad.

Hemos quedado que el deseo era aquello que el personaje quería conseguir. Pon por caso un típico personaje de comedia romántica que pasa por delante lo profesional a lo personal para, al final, darse cuenta de que el amor es lo más importante. Menudo tópico, ¿no? Su deseo es “tener éxito profesional”.

En el El libro rojo del guion, Pau define fin como aquello que justifica los medios puestos en el deseo.

Nuestro protagonista deberá trabajar muchas horas para conseguir ese éxito profesional. Puede que, incluso, se ligue a la hija del dueño de una gran empresa para progresar con mayor celeridad. ¿Y por qué hace todo eso? La respuesta a esta pregunta es el fin.

En nuestro caso, quizás el protagonista pretende resarcir la memoria de la familia, antaño poderosa y rica y hoy olvidada. Quizás se trata de demos- trar a su pareja/amigo/hermano que puede conseguirlo.

¿Y la intención? Va un poco más allá. Es aquello que justifica el fin. Su- pongamos que como fin hemos decidido poner; “Recuperar el prestigio que antaño tuvo la familia”. En este caso la intención podría ser; “De- mostrar a ciertas familias la valía de su apellido”.

Me gusta imaginarme estos tres rasgos (Deseo, Fin, Intención) como si fueran capas. En el corazón el deseo sobre el que se apoya el fin y, sobre él, la intención. Por eso creo que es bueno elaborarlos de una vez, como un todo.

3/ Necesidad

Por contraste con el deseo, es aquello no es consciente que necesita. La fuerza de tener esto presente es que ayuda mucho a plantear el final de la historia.

Si recuerdas, cuando hablamos de la estructura de la historia dijimos que la historia acababa con una relevación para el héroe. La catarsis comportaba una purificación del protagonista. Esto era gracias a que había algo más importante que los objetivos que los que habían movido sus acciones.

La necesidad juega ese papel. Cuando el héroe descubre su necesidad, el deseo pierde importancia. Eso tiende a pasar la final. Imagina que nuestro trepa se pasa toda la película luchando por mejorar su posición social y económica. Para ello busca a una chica guapa de una familia rica que   le pueda ayudar a dar ese paso. Un día, ella lo abandona cansada de ser ignorada. Entonces descubrirá que cada vez tiene menos importancia el dinero y más ella. Por tanto, lo que necesita es el amor de la chica. ¡Sí!

¡Es una ñoñada! Pero he de decir en mi descarga que era una comedia romántica, ¿recuerdas?

Es muy importante que la necesidad entre en conflicto directo con el deseo. En algún momento se deberá ver obligado a renunciar al deseo para cubrir esa necesidad. Si no entra en contradicción, provocará que la historia quede floja. De hecho, la famosa catarsis depende justo de esta tensión entre el deseo y la necesidad.

A esta evolución del deseo a la necesidad, muchos guionistas y actores lo llaman arco de personaje o arco de transformación. A lo largo de la película, el protagonista sufrirá una evolución en función de las cosas que le van pasando.

4/ La pasión

Los autores del DNFIP se dan cuenta que, si sólo fijas las 4 primeras características, los personajes acaban siendo muy funcionales. Demasiado preocupados por cumplir con sus funciones narrativas. Eso los vuelve esquemáticos, simples. Los hace personajes evidentes, poco de carne y hueso.

Por eso añaden una última característica que busca darle esa profundidad a los personajes que les faltaría. Esto es a través de alguna cuestión que les apasiona, que les gusta, que les hace vibrar. Sería deseable, que no tuviera nada que ver con lo que mueve la historia.

¿Te atreves a seguir? Descubre cómo bajar al detalle de tus personajes.