Hace unas horas que youtube ha lanzado un editor de vídeo online. A partir de ahora tendremos la oportunidad de editar los vídeos que hemos subido a youtube con una herramienta gratuíta y que permite hacer más o menos las mismas cosas que el windows media maker.
No es la primera herramienta de edición online de vídeo, pero google (propietaria de youtube) siempre ha tenido la enorme capacidad de acoger cosas que han hecho otros y vender el lanzamiento de su versión como algo novedoso.
Quizás sea injusto no haber tratado antes en este blog otras herramientas como Jaycut o Cellsea y ahora sí hablar de esto cuando lo hace la gran bestia. Incluso diría que Cellsea se ajusta más y comprende mejor lo que es el 2.0, ya que facilita que los usuarios compartan vídeos entre ellos. Algo mucho más cercano a los nuevos aires de copyleft.
Todo y así, lo cierto es que, con toda probabilidad, la herramienta que la gente empezará a usar masivamente es esta. La que va a poner a mano de todo el mundo la edición de forma definitiva y gratuíta será esta. Con todas sus ventajas (la gran masa de usuarios) como desventajas (es muy lento).
Así que, a nivel social será la que causará impacto real en el usuario. Me atrevería a decir que internet en general y el vídeo online en particular sobrepasa el cambio social para convertirse en antropológico; no sólo nos está cambiando como conjunto sino nuestras percepciones individuales de la realidad que nos envuelve. Pero esta es otra historia.
Es obvio que esto lo que hace es poner en manos de todos, con independencia del ordenador, la posibilidad de editar vídeo. No creo que eso vaya a cambiar en nada el resultado de los vídeos de youtube. Es decir, el contenido no lo va a notar.
Lo radical tiene mucho más que ver con temas técnicos. Lo que, en realidad más bien parece un paso (muy) interesante a los sistemas operativos online. Es decir, al hecho de que nuestro ordenador se convertirá en una terminal que se conecta a internet y allí tiene todo (el disco duro, los programas…).
Ya hay otros softwares que hace tiempo que pueden usarse desde la red. Editores de texto, hojas de cálculo, creadores de presentaciones… Incluso preparadores físicos o videojuegos. Lo interesante del vídeo es que requiere «mucha máquina». O sea, que para editar un vídeo consumimos muchos recursos del ordenador. Y que eso se pueda hacer en línea es interesante por dos aspectos;
1º/ Liberas a tu máquina de ese esfuerzo. Cuando acabas de editar un vídeo, tienes que renderizarlo; es decir, el ordenador «construye» el vídeo tal y como lo has editado. En esa parte del proceso, a no ser que tengas un ordenador muy potente, sólo puedes mirar el ordenador o hacer cosas que no lo sobrecarguen demasiado (escribir y cosas así). O eso o asumir el riesgo de que se cuelgue o que tarde mucho en realizar el proceso.
2º/ Mientras se está renderizando yo puedo, incluso, editar otro vídeo. ¿Os imagináis lo que sería eso a nivel profesional? Las mejoras de productividad serían enormes. Obvio que, ni la velocidad de subida de los vídeos a youtube (o los otros editores en línea) y las posibilidades que estos programas ofrecen distan mucho de ser profesionales. Creo que hay que interpretarlo como un primer paso en ese camino.
Añadiría un tercer aspecto más orientado al modelo de negocio de los generadores de software profesional. Hoy por hoy, todos sabemos que los grandes editores son pirateados continuamente. Eso supone unas mermas espectaculares para estas empresas y el encarecimiento de las licencias para los que sí que las pagan. Si tuviéramos que conectarnos a sus servidores, la piratería descendería de forma espectacular.
Aunque creo que la gente tardará mucho en utilizarlos (cuando aumenten la velocidad y desaparezcan los editores gratuítos de los sistemas operativos del ordenador), el camino a la edición online está abierto. Veremos cómo cambia esto la relación entre lo audiovisual y su creatividad.