Compra en Sabadell y la notoriedad

compra en sabadell

En el momento de escribir esta entrada, hace sólo 3 días, (intuyo que alguna asociación de comerciantes) subió un vídeo animando a la gente a comprar en Sabadell y ya lleva casí 120 mil reproducciones.

Lo primero que ha de quedar claro es que conseguir 120 mil reproducciones es una auténtica barbaridad. Yo diría que es casi una proeza. Además, hay que tener el cuenta que hacer un vídeo con tanta gente y en tantas localizaciones comporta un trabajo descomunal. He contado, por lo menos, el Taulí, Sant Roc, aeropuerto, gran vía, río Ripoll, piscines de La Bassa, la Fira, pista de atletismo, teatre principal, eix macià, el nuevo eje comercial que no sé cómo se llama…

De lo que no hay duda es de que han alcanzado notoriedad. Gente de todos los rincones de España están hablando de Sabadell. Así que, si lo que buscaban era que se hablara de ellos, lo han conseguido. Tienen su premio: la notoriedad. Y además, es memorable. Esto les acompañará un tiempecito.

Ahora, ¿conseguirá atraer a más compradores a la ciudad? Yo tengo dudas. El vídeo pretende ser simpático, desenfadado y hasta atrevido. Yo creo que estos valores son buenos. Pero cuando uno quiere «hacerse el freak» hay que ir con mucho ojo de no «ser freak» porque es la diferencia que hay entre que la audiencia empatice contigo a que se burle.

reproducciones #compraensabadell

Es muy revelador que, a pesar del ingente número de reproducciones tiene un voto positivo por cada 3 negativos. Twitter está ardiendo. Sabadell es trending topic y el hashtag #CompraEnSabadell corre como la pólvora, pero los twitts critican al vídeo. Las noticias hablan de estupor, hasta el punto de que la asociación de comerciantes ha pedido la retirada porque dice que hace daño a la ciudad.

Y claro, cuando a uno se le va tanto la mano, los golpes caen por todo. Desde criticar que el cantante no sabe pronunciar Sabadell  o Ripoll (no es nada fácil esa «ll» final para un castellanoparlante), a cada una de las freakadas que aparecen en el vídeo. Incluso un amigo de Madrid en el facebook decía que había sufrido un shock del síndrome de Stendhal (que se produce en gente con una alta sensibilidad a la belleza cuando ven algo que, de bello, los sobrepasa: se marean, sufren palpitaciones…).

La máxima «que se hable de mi aunque sea mal» es muy cuestionable. Las cosas hay que planteárselas muy bien antes de hacerlas, por divertidas que puedan parecer. Es probable que no esperaran tanta repercusión. Pero, por si acaso, hay que asegurarse que uno transmite aquello que quiere que llegue. Si no, los efectos pueden ser muy perniciosos.

PD: Nota aparte merece que mis dos ciudades (Sabadell y Cerdanyola) se han visto «atacadas desde dentro» por dos vídeos perpetrados por su propia población. Curioso link que, espero, no se repita.