Cuando empezó la crisis, en Catalunya se aceleraron las adhesiones al soberanismo. España no tenía proyecto y eso empujó a muchos a sumarse al único que había. La aparición de Podemos ha dado esperanzas a algunos de que se fragué una España distinta después de las elecciones generales de este año.
Lo que sucede es que eso no es lo que dicen ni las encuestas ni los partidos. Analicemos los números. Para que la situación catalana se resuelva hace falta modificar la constitución. Ésta debería recoger la singularidad nacional catalana y, vista la propensión del gobierno español a incumplir los pactos, algunas garantías de que no nos van a quitar competencias en el futuro. Para hacerlo, hace falta el voto favorable de 2/3 del Parlamento. Es decir, el 66,7% de los diputados. Dicho con otras palabras; sólo que el 33,3% de los diputados no quieran cambiar las reglas del juego, el cambio es imposible.
En el último barómetro del CIS de julio, el PP y el PSOE suman el 53,1% de los votos. Es decir, los dos partidos que han gobernado siempre en España y que no han querido hacer concesiones, pueden bloquear cualquier cambio constitucional. Y eso sin sumarles Ciudadanos, que ha nacido con el objetivo de acabar con el nacionalismo. De hecho, los partidos contrarios al referéndum suman más del 75% de la intención de voto.
Pero hagamos un poco de política ficción. Algunos creen de verdad que Podemos ganará. Que tendrán capacidad de presionar para que las cosas cambien. De una forma o de otra. Los catalanes hemos de basar nuestras esperanzas en que estos sí sean diferentes.
Lo que sucede es que algunos días me levanto con titulares como éste:
Pablo Iglesias: “Derecho a decidir, por supuesto. Pero sobre todas las cosas.” No es que me parezca mal decidir sobre todas las cosas. Es que me recuerda al “Apoyaré la reforma del estatuto de Catalunya que apruebe el parlamento de Catalunya” de Zapatero. Y luego no cumplió.
Es tan inconcreto… ¿Qué son las “cosas”? ¿Y cuándo? ¿A qué tenemos que esperar los catalanes? Porque, según el candidato de Catalunya Sí Que Es Pot, Lluis Rabell, tenemos que esperar a negociar con Madrid. Pero nada de fechas ni de cómo.
De acuerdo; gana Podemos. De acuerdo, lo hace con mayoría absolutisisima. Entonces, ¿Cuándo toca votar? ¿O tengo que votar en las catalanas con la esperanza que estos sí me dejen votar? Y si no cumplen, a esperar 4 años más que aquí no ha pasado nada.
Propongo una cosa a Iglesias y los suyos. ¿Y si en vez de esperar los catalanes, Podemos convoca un referéndum legal justo después de ganar las elecciones generales a finales de año? Estoy seguro de que los que votemos a Junts Pel Sí y la CUP estaremos encantados de votar en un referéndum legal y acordado…
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