J. J. Abrams entiende el sector

lost

Lost, la serie ideada por J. J. Abrams, se ha convertido en parte de la mitología de nuestra sociedad. Abrams ha sabido conectar con cierta generación, en un lenguaje que entiende y que le resulta atractivo. Sus tramas, sus saltos en el tiempo en forma de flash backs y flash forwards, sus triángulos relacionales, y su estructura basada en la teoría de las mistery boxes, la han convertido en una de las series más innovadoras de la historia de la televisión.

No es el único ámbito donde es un referente. También se ha convertido en punta de lanza de las descargas… ¿ilegales? Los fans no americanos, una vez emitido un episodio en USA, pueden acceder a él con softwares de descarga sólo una hora después. En seguida aparecen también los subtítulos generados por los propios usuarios. En otras palabras, los espectadores colaboran para facilitar la distribución de los contenidos.

Frente a eso, pueden optarse por dos caminos; el primero es lanzar una lucha absurda contra el pirateo que acabará por perderse. La segunda es ofrecer, por lo menos, algo lo más parecido posible a lo que ofrece la red. Abrams ha optado por la segunda y, de cara a la sexta y última temporada de la serie, los capítulos van a emitirse con el mínimo decalaje entre los otros países y USA. Claro que algunos seguirán optando por verla cuanto antes mejor, pero estoy seguro que muchos preferirán verla doblada y en la televisión. Y el último episodio va a emitirse en todos los países el mismo día. Lo celebrarán ellos podrán controlar todas las visualizaciones. Lo celebraremos nosotros, que podremos verlo de forma inmediata en nuestras pantallas.

Creo que es un paso en la dirección adecuada. Sin duda, internet seguirá ofreciendo algo que la televisión aún no puede hacer; ver lo que quieres cuando quieres. Pero hay una clara voluntad de acercarse lo máximo a las necesidades del espectador, que quiere consumir, cuanto antes, cada uno de sus episodios.

Aunque lo dudo, espero que esto sirva para que algunos se den cuenta de cuál es el camino.

Lost y la teoría de las mistery boxes

lost

Nunca he sido nunca demasiado amigo de las series de televisión. Mientras algunos de mis amigos y conocidos disfrutaban con series como Friends, CSI o Expediente X, a mi me parecían insoportables, cuando no infantiles y estúpidas. Eso por no hablar de las españolas como Aída, hospital central

La cosa es que me recomendaron tanto ver Lost que, al final, lo probé. Y se convirtió en una de las experiencias más increíbles que he tenido nunca viendo una serie.

29_lost_lgLost basa su estilo narrativo en una teoría de su creador, J.J. Abrams que él llama la teoría de las mistery boxes o cajas misteriosas. Para él, el secreto radica en ofrecer al espectador una caja misteriosa al espectador, sin darle información de lo que hay dentro. Y, cuando la abras y le descubras el contenido, dentro tiene que haber otra caja misteriosa con otra pregunta nueva.

Esta propuesta en la forma de presentar la información al espectador la vehicula a través del tiempo. Son los saltos hacia adelante y hacia detrás los que sustentan esas preguntas sorpresa.

Es una nueva forma de tratar la elipsis, artificio que consiste en explicar las causas y los efectos de un hecho sin mostrar el hecho en si (técnica muy típica en la comedia). Así, te muestran a unos personajes antes de enfrentarse a un reto que, con tu experiencia como espectador, intuyes acabarán de una forma en concreto. Después te situan a los personajes mucho tiempo después sufriendo las consecuencias de aquella situación que aún no has podido ver. Y resulta que jamás hubieras esperado ese final. Así, la pregunta pasa de ser; ¿cómo acabarán? a ¿cómo han llegado a esa situación?. Y cuando resuelven ese espacio intermedio ofrecen una nueva pregunta de similares características.jack-kate

Pero no es sólo eso porque Abrams le ha dado una vuelta de tuerca más. En algunos momentos no sabes bien si estás en el pasado o en el futuro. E incluso a veces piensas estar en un tiempo concreto para luego descubrir que estás en el contrario.

Lost brilla enalborando la bandera de lo que parece que será la post-postmodernidad, con su transnacionalidad (en los personajes de todo el mundo), su tratamiento del tiempo y su nueva forma de entender el discurso narrativo. Y ya no es difícil apostar por que pasará a la historia como una de las mejores tramas de la televisión.