Cuando se acercan unas elecciones, las encuestas se convierten en uno de los elementos más importantes. Condicionan el voto a través de los titulares que generan. Pero, ¿qué información de verdad nos dan las encuestas? ¿Cuál es su verdadero valor? ¿Qué es lo que esconden?
En primer lugar, las encuestas no sirven para saber cuántos escaños sacará cada partido. Ni mucho menos. Sirven, eso sí, para medir tendencias. Para saber, a lo largo del tiempo, si una marca política mejora su percepción popular o la empeora.
En segundo lugar, los datos se «cocinan». Suele interpretarse como que se manipulan. Y probablemente sirven algunos intereses (luego hablaremos de eso). Pero, en todo caso, tiene mucho sentido cocinarlas.
La metodología de este tipo de encuestas se basa en el siguiente mecanismo: preguntan a la gente qué votará y se le pregunta qué recuerda haber votado en las anteriores elecciones (entre otros). Estos dos datos se combinan para ajustar más el resultado a la realidad. Así preguntando a relativamente poca gente, ajustas mucho el resultado.
Por ejemplo, imagina que en la encuesta sale como resultado que CiU pasa de 64 a 80 escaños. Parece un crecimiento excesivo. Pero si resulta que la gente te ha contestado también que votaron masivamente a CiU en las anteriores (más que lo que, en realidad sucedió), podrás corregir a la baja los resultados de CiU ajustándote más a la intención real de la gente.
En el fondo, se trata de utilizar los datos del pasado para saber qué pasará en el futuro. A mi esto me genera una duda. Estamos frente a las elecciones catalanas más emotivas de la historia de Catalunya y quién sabe si las más importantes que se han producido en España en toda la historia de su democracia moderna. La manifestación del 11 de septiembre ha cambiado el paradigma catalán colocando la independencia en el centro del debate político. ¿Es válido mirar lo que pasó hace 2 años para saber qué pasará? No lo tengo claro.
Asumiendo que la metodología es válida, se producen algunos fenómenos curiosos en las que se están realizando para estas elecciones. Me centraré en las que está efectuando Feedback para el Grupo Godó (La Vanguardia, RAC1, 8 TV).
El apoyo a la independencia sigue siendo mayoritario pero ha visto mermados sus apoyos de una forma muy rápida. Es comprensible que haya una reflujo a la baja después de un crecimiento espectacular. Ahora la gente lo ve como algo factible. Además, las insituciones del Estado han puesto en marcha la máquina del miedo. Normal que pierda algunos apoyos.
CiU hace 1 mes tocaba la mayoría absoluta cuando no la tocaba. También desde hace 1 mes, según las encuestas, ha perdido apoyos. Hasta 3 puntos desde más de un 43% a un 40% pelado. Quizás sea así. Al fin y al cabo, como el apoyo a la independencia, está sujeto a tendencias. Y el ambiente está tan convulso que puede sufrir variaciones drásticas en un tiempo récord.
Ahora bien, hay otra respuesta que lleva el mismo tiempo que la intención de voto a CiU variando. Y, en mi opinión, es incomprensible. A la pregunta, «¿qué idioma habla en casa habitualmente?» las respuestas que yo esperaría deberían ser muy estables. La gente no cambia el idioma de su casa cada mes. El catalán ha caído del 45,8% al 39,1% (casi 6 puntos). El castellano ha subido 2 puntos (del 30,3% al 32,2%).
Y aquí surge la pregunta. Asumo que en entre los catalanoparlantes es más probable encontrar a votantes de CiU. ¿Puede explicar esta variación una modificación del perfil del encuestado? ¿Puede haber un sesgo? Como no dudo que toda información está condicionada por aquel que la hace y emite, ¿puede estar interesada CiU en que se diga que están cerca de la mayoría pero que no la obtienen para movilizar su electorado? ¿O quizás se les fue la mano y ahora tratan de ajustar los resultados a la realidad?
He de decir, en honor a la verdad, que la empresa que hace las encuestas para El Periódico (GESOP) obtiene unos resultados muy parecidos a los que ofrece La Vanguardia.
La mezcla de estos dos datos me hace dudar de lo que leo estos días. No tengo ni idea de qué pasará. En mi porra CiU no obtiene la mayoría y el PSC no cae tanto como todo parece indicar. De aquí a 2 semanas tendremos la respuesta. Que la fiesta no decaiga.