Tormentas solares y el fin del mundo

tormenta solar

En los 33 años y pico que llevo vividos, ya he pasado por varios finales del mundo. Recuerdo cuando había vaticinios de que caerían todos los satélites a principios del milenio. También este Papa debía ser el Anticristo según San Malaquías pero, por lo visto, se lo está tomando con calma. Ahora le toca a los mayas. Y a los crédulos de medio mundo sólo les faltaba que la NASA constatara sus temores. Para 2013 nos espera la tormenta solar perfecta. Muerte y destrucción a tutti pleni.

Ya es una costumbre que los movimientos esotéricos de todo tipo critiquen a los científicos  de verdad, que tienen la mala costumbre de comprobar las cosas, y que, a la vez, aprovechen sus conceptos (energía, cuantos y similares) para articular discursos de difícil defensa.

Esta semana se acaba el mundo según interpretan algunos de lo que dejaron escrito los mayas. Pero esto no tiene nada que ver con el anuncio de la NASA de que el 2013 probablemente será un año de alta actividad solar. Según parece, ello entraña un riesgo de tormentas solares especialmente virulentas. Pero, ¿hemos de preocuparnos?

Primero, ¿qué es una tormenta solar? El sol está continuamente emitiendo radiación y materia. Esto es normal. Pero, de tanto en tanto, el sol emite algo parecido a una «llamarada». A esto es lo que los científicos llaman tormenta solar. Y… También es normal. El sol tiene un ciclo de 11 años. Cada ese tiempo, el sol llega a un nivel de actividad de tormentas solares más alta. Y eso «toca» el próximo año.

¿Cómo son esas tormentas solares? Los científicos hablan de 3 fases:

Primero se produce una erupción solar, es decir, esta «llamarada» de la que hablaba. Esta erupción tarda apenas 8 minutos en llegar a la Tierra. Puede provocar que algunos satélites dejen de funcionar.

En segundo lugar se produce una tormenta de radiación. Tarda unos 15 minutos en tocar la superficie de la Tierra ¿Qué es eso? Bueno, con la erupción salen un montón de particulas que tienen muchísima energía. Rayos X, Gamma, ultravioleta… Sí, son radiaciones que provocan cancer. Incluso podrían rustirnos. ¿Hay riesgo? Pues afortunadamente, la Tierra tiene la atmósfera y la magnetosfera que paran, en gran medida. Algunos aparatos eléctricos podrían dejar de funcionar pero, si no sois astronautas, no tenéis que preocuparos.

Por último, y aquí viene lo peligroso, la «llamarada» envía un montón de materia al espacio. Se le conoce como eyección de masa coronal y tarda entre 1 y 2 días en llegar a la Tierra. Esta materia tiene carga magnética. Como sabes, las cosas magnéticas  tienen polaridad. Si juntas dos cosas con polaridad en la misma dirección, su magnetismo se suma. En cambio, si los pones al revés, se cancelan. Es decir, el campo magnético desaparece.
Antes comentaba que la tormenta de radiación no es peligrosa porque la Tierra tiene la magnetosfera, que es una «capa» magnética que, con su magnetismo, desvía las particulas peligrosas y evita que nos dañen. Pero si la materia reduce esta «capa», quedamos desprotegidos.Así, si esta materia, llega a la Tierra con la misma polaridad que tiene el planeta (que va de norte, el polo positivo, a sur, el polo negativo), no pasa nada. Pero… Si llega con la polaridad cambiada (es decir, con el positivo en el sur y el negativo en el norte), entonces el magnetismo de la Tierra se ve muy alterado reduciéndose muchísimo.

¿Y en ese caso debemos preocuparnos por nuestra salud? Pues a priori, tampoco. De hecho, lo que de verdad le preocupa a la NASA es que a lo que sí podría afectar y mucho es a los aparatos eléctricos. Con la dependencia que tenemos de la electricidad es cierto que podría ser tremendamente caótico.

¿Y esto es muy probable? Pues, en realidad, no. Para que esto se produzca, no sólo tiene que haber una llamarada sino que esta tiene que ir dirigida a la Tierra. La NASA lo estima en un 5%. Y si pasa, no sería la primera vez. Algunas muy fuertes.

Es bueno que los países se preparen para eventos así. Y también que la gente sepa que estas cosas pueden pasar. Incluso que, sin asustarnos más de la cuenta nos preparemos. Pero en ningún caso hay que hacer caso a los voceros de los armagedones de cada 2 años. La vida seguirá. Crisis incluída.

Desinformación atómica

No tengo ni idea del nivel de follón que hay fuera de Catalunya con lo del centro de residuos radiactivos pero aquí tenemos un circo de los que impresionan. Es un debate que junta dos aspectos que he tocado en el blog; ciencia (este mes de agosto pasado) y comunicación, y me he decidido a tocarlo.

Lo primero que tenemos que aceptar entre todos es que la mayoría no tenemos ni la más remota idea de lo que es la radiactividad. No sabemos qué riesgos reales entraña ni con qué criterios se decide colocar en un sitio o un otro una instalación de estas características.

Si aceptamos esta premisa, lo primero (y con urgencia) que deberemos hacer es escuchar a las personas que saben del tema. Y todo el que hable debe acreditar que sabe lo que dice. No es suficiente significarse como pro o anti nuclear. No, no va de eso. Va de ir en serio y explicar las cosas como son.

Yo todos y cada uno de los expertos a los que he tenido acceso, ya sea por radio, televisión, prensa y medios científicos, dicen de forma unánime que el riesgo es casi inexistente. Digo casi porque el riesgo cero no existe en ningún ámbito.

Ayer incluso explicaban en la radio que en Holanda tienen un centro de estas características (que utiliza una tecnología de cristalización de residuos, cosa que no he oído que se fuera a hacer aquí, aunque lo desconozco) lo utilizan como centro cultural e, incluso, es visitado por colegios.

También escucho que dicen que los centros de desarrollo nuclear tienden a concentrarse. Es decir, que no tiene sentido montar este centro en un lugar que no haya aportado su «cuota de solidaridad nuclear», sino que por puro sentido común, cuanto menos recorran los residuos, mejor para todos.

A esto hay que añadir que los residuos hasta ahora suben a Francia. Lo más seguro es mover los residuos en tren. Y se me ocurren pocos caminos férreos por los que puedan pasar esos residuos que no sea Tarragona.

Se utiliza como argumento a favor que eso sería un polo de atracción de población. Los contrarios aseguran que eso espanta a la gente. No tengo ni idea de si es una cosa u otra, aunque el dato de que Ascó ha ido perdiendo 18 habitantes cada año no demuestra nada. Al menos en solitario. Nadie sabe si hubiera perdido aún más población de no montar la central. Quizás si ese dato se pudiera comparar con otros…

Yo soy pro nuclear. Como digo, me faltan muchos elementos de juicio de valor. Aún así, creo que después de todo el discurso, que comparto, que quiere combatir las emisiones de CO2, lo más lógico hoy (con lo poco que sé) es la energía de fisión.

Acepto que no pueda compartirse este punto de vista. Lo que me parece intolerable es que aquí alla tantísima gente vendiendo que esto es peligrosísimo. Y me parece intolerable por lo que he dicho; los expertos, los respetados por la comunidad científica, dicen lo contrario.

Si estos tienen razón es una irresponsabilidad enorme asegurar lo contrario. Porque la coloquen donde la coloquen, habrá gente alrededor de ese centro de residuos. Gente que se preocupa por su salud, por la de sus hijos. Personas a las que estamos condicionando, que van a sufrir sin motivo.

Greenpeace (a los que he escuchado varias veces estos días) tienen todo el derecho del mundo y argumentos muy sólidos en contra de la energía nuclear; la vida de los residuos es uno de ellos. Pero jugar con los miedos de la gente es una irresponsabilidad cuando se sustenta sólo sobre una cuestión ideológica. La desinformación nunca es una buena opción.