(NOTA: Si has aterrizado aquí buscando en un buscador, que sepas que este post es parte de una colección de artículos para aprender a escribir, que puedes encontrar aquí)
Después de ver los 7 arquetipos en los que se basa el modelo de trabajo de Christopher Vogler, él propone una metodología para asegurar que el protagonista (y el resto de los personajes relevantes para la trama) es tridimensional y profundo.
Él asegura que todo buen personaje dispondrá de cada uno de estos arquetipos. Así, lo ideal según él (y lo que yo he acabado utilizando) es tratar de dar, al menos, una característica para cada uno de estos aspectos psicológicos. Debe disponer de su aspecto heroico, de mentor, de guardián del umbral, de heraldo, de figura cambiante, de sombra y de embaucador.
La gran virtud de esta metodología es que construye personajes muy complejos en su psicología. La manera de llevarlo a cabo es la siguiente:
1º/ Dota a cada personaje de, al menos, una función narrativa a lo largo de la historia.
2º/ Dota a cada personaje de una definición para cada uno de los arquetipos en su función psicológica.
Vogler va más allá y hace un análisis de cómo se desarrolla toda la historia en base a estos arquetipos. Los arquetipos van apareciendo a lo largo de la historia. En concreto, uno de ellos lleva toda la trama; el héroe. Así, él analiza la evolución de la trama y cómo ésta se relaciona con los arquetipos.
Entraré en ello más adelante cuando analicemos la escaleta integral. Y aunque yo dé algunos elementos, El viaje del escritor me parece una lectura imprescindible. Él da muchos detalles que yo me he ahorrado sobre los arquetipos (y muchas otras cosas) muy interesantes para construir personajes. Así que, tarde o temprano, deberías leerlo con calma.
¿Te atreves a seguir? Descubre otra metodología para construir personajes.