(NOTA: Si has aterrizado aquí buscando en un buscador, que sepas que este post es parte de una colección de artículos para aprender a escribir, que puedes encontrar aquí)
Así que ha llegado el momento de enfrentarse al gran reto; a los miedos o al gran enemigo. Es el desenlace de la historia. Son algo más de 20/25 minutos (o un 20% del total de la historia). Y aquí es donde es más importante la identificación del público con el personaje.
Los griegos llamaban a lo que se producía al final de la historia catarsis. La catarsis, en realidad, era un ritual en el que purificaban a una persona. Cuando escribían sus famosas tragedias, se dieron cuenta que el final tenía mucho de purificación del protagonista. Casi siempre, era el momento en el que el héroe descubría una gran verdad. Esa gran verdad lo transforma, lo hace mejor persona, más puro. Por lo que al efecto de compasión que despertaban en el espectador le pusieron el mismo nombre.
Quizás lo de purificarse te suena demasiado fuerte. Quizás tienes razón, pero recuerda una cosa. En el capítulo anterior hablamos de lo importante que era que el personaje tuviera un conflicto. Y hemos seguido a vueltas con ello muchas veces. También dije que necesitábamos una contradicción, en el que ahondaremos en la creación de personajes. Pero, en esencia, lo que decíamos era que el protagonista vivía con la esperanza de conseguir un objetivo para darse cuenta, al final, de que lo que necesitaba era otra cosa.
Eso explica a lo que se referían los griegos. Ese proceso de transformación, de descubrir sus verdaderas necesidades, decían que tenía mucho de hacerse mejor persona, de aprender algo. Un auténtico paso por un estado de purificación, abriéndole los ojos a la verdad.
Además, debe ser un momento muy trágico. Que despierte la compasión del espectador.
¿Recuerdas la historia del excombatiente que se separa de su gente para evitar hacerles sufrir? Habíamos quedado que, al final, descubriría que separarse aún provocaba más dolor. Y eso le llevará a que, en el desenlace, cambie de opinión y se “purifique”. Dicho con otras palabras; dejará de hacer daño a los suyos.
Si es que estos de la Grecia Clásica no decían nunca tonterías…
Cada una de estas tres partes de la historia tienen, a su vez, algunas escenas clave. Las más conocidas; el detonante, el midpoint y el clímax. Ya he dicho que, después de darle muchas vueltas, he decidido no explicarlo aquí sino cuando profundice en la escaleta integral. Estoy seguro de que serán escenas que te preocuparán (y mucho) cuando estés en ese punto. Espero haber conseguido dejar clara la estructura básica de la historia, conocimiento imprescindible para poder plantear un argumento, que es a lo que nos vamos a dedicar.
En breve, publicaré el siguiente artículo para que sigas el proceso de creación de tu propio guion.