Alberto Lacasa

Audiovisual, política y más allá

Empresa y vídeo online

La piratería no se para

La piratería no se para
Ni se parará.  La piratería es lo que tiene. Y ahora no es sólo la experiencia la que lo dice. También lo dicen los estudios. Leo en alt1040 que la Universidad Northeastern de Boston ha hecho un estudio que viene a reforzar esta idea. Cerrar un portal o capar una forma de distribución de contenidos sólo implica que aparecerán otros.

No soy el único. Algunos llevamos muchos años avisando de esto. Y no es que seamos muy listos. Ni siquiera que tengamos una posición propiratería, que no la tenemos. Aunque muchos haya hecho demagogia aprovechando para darse mucho bombo. Pero sí que he selañado muchas veces que la realidad es muy insistente. Y tozuda.

Está claro que un sector no se aguanta si no hay ingresos y también que no es justo que alguien que produce cosas, otras personas puedan “consumirlo” sin pagar el precio que haya decidido poner. No niego que algunas personas hacen demagogia barata a sabiendas que su “producto” no es replicable a coste cero. Porque ese es el verdadero problema, la enorme escalabilidad de las copias.

Hasta ahora el propio negocio del cine se basaba en este principio. Hacer una película y promocionarla es muy caro. En cambio, una vez el esfuerzo está hecho, hacer copias del film, distribuirlo por el mundo y exhibirlo en salas de cine es barato. A eso es a lo que los economistas llaman escalabilidad: los costes no aumentan cuando aumenta el consumo.

Pero cuando estos documentos se digitalizan, resulta que la reproducción cuesta prácticamente cero (algo de luz, y el ADSL). En otras palabras, que las películas y todos los contenidos audiovisuales se han convertido, a parte de bienes no rivales (el hecho de que yo “consuma” un film no evita que otro pueda verlo) se han convertido en no excluyentes. Es decir, no es posible evitar que una persona que no ha pasado por caja vea el film.

La realidad es, y será, que podremos consumir películas y series a un coste marginal bajísimo. Y dan igual las leyes, o las puertas que se le quieran poner al campo. Este continuará siendo demasiado grande para ponerle freno. ¿Decir esto es estar a favor de la piratería? No, decir esto es ser realista. Y eso es lo que constata este nuevo estudio.

Las cosas son mucho más sencillas. Si las empresas quieren que los “espectadores” consuman sus productos no tendrán más remedio que ofrecer algo mejor que los piratas. Buscar una película es rápido, pero algo engorroso e incómodo. Y las alternativas ya las empieza a dar el mercado: portales como yuzee, o filmin, al cual he estado suscrito varias veces, están ofreciendo un servicio a buen precio y de mucho valor.

Creo que el gesto más relevante a este respecto fue cuando el presidente de la Academia de Cine Español dio un discurso a la altura de las circunstancias. Claro que el nuevo director ha dado algún paso atrás. Pero el simbolismo que tuvo aquel gesto, sienta un precedente que lo cambió todo.

También algunos cines, como El Punt en Cerdanyola del Vallès, que está ofreciendo una tarifa plana mensual para ir a sus salas tanto como te apetezca. Las soluciones y alternativas a la piratería pasan por la imaginación, no por normas desfasadas que no entienden la realidad.

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